Cromosoma 3
Sinopsis de la película
El psiquiatra Hal Raglen (Oliver Reed) inventa una terapia especial para tratar psicópatas que consiste en la somatización de los trastornos mentales del enfermo. Cuando somete a una mujer a este proceso de curación, contra lo previsto, se desata la furia de la paciente.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Brood aka
- Año: 1979
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6.3
69 valoraciones en total
David Cronenberg es un director diferente, no hace las peliculas que todo el mundo desearía ver. Hace peliculas con un toque grotesco que sólo él puede dar, de tal forma que aunque te repugnen no puedes dejar de verlas. Incluso aunque no las entiendas te las ves enteras y luego piensas en ellas durante un tiempo. ¿Por qué? Porque te atrapan. Por eso yo no voy a dejar de verlas.
En anteriores opiniones ya he expresado que es difícil encontrar términos medios para el cine de David Cronenberg. Te gusta o te causa repulsión. Hay en casi todos sus filmes una fascinación casi casi enfermiza por las malformaciones físicas y su incidencia en la siquis humana. Pero es un cineasta notable. The Brood (ó La Camada , traducción correcta que alude a los engendritos protagonistas del filme) es una película donde Cronenberg lleva estos conceptos a niveles escalofriantes. Un siquiatra (Oliver Reed) intenta curar las enfermedades mentales mediante una técnica en la que los sicóticos manifiestan sus aberraciones mediante alteraciones de su propia anatomía. Como concepto es delirante, pero en la película funciona bastante bien, describiendonos a una paciente (Samantha Eggar) que empieza a desarrollar una horrible malformación física originada por sus traumas infantiles, dando origen a la camada . Esta fue la primera película de Cronenberg filmada con presupuesto A1 y a la presencia de buenos actores como Reed, Eggar y Art Hindle, debemos señalar que los efectos especiales, a pesar de las limitaciones del cine setentero, están bastante bien logrados. Si bien el director se ceba especialmente en las partes más truculentas, el filme remonta el propio gore para sumirnos en una atmósfera inquietante y perturbadora, haciéndonos bastante creíble su alucinante línea argumental. Aun sin alcanzar los picos de creatividad que logró con La Mosca y Dead Ringers , aquí Cronenberg muestra en muchas secuencias su mejor lado aunque para ello nos deje al final una horrible sensación. No la recomiendo ver con pizzas o algún bocadillo. Es preferible visionarla en ayunas y con algún antidepresivo a la mano. Por si acaso.
Cronenberg dio la campanada con esta película, se salió de todos los estereotipos del terror usando la psiquiatría y sus tratamientos como los más afilados cuchillos.
Trata sobre los psicoplasmáticos, es decir, de las personas que por cierto trastorno mental o nervioso le salen sarpullidos, escemas o urticaria en la piel.
Cronenberg le da un nivel de creatividad a un tratamiento que se dedica a esculpir estos síntomas en el cuerpo.
Las reacciones ante traumas generan cánceres y demás malformaciones grimosas, el odio de estas personas pueden traer muy malas consecuencias y de los mas inverosímiles, los desordenes mentales hace que el cuerpo crea independencia y no acepte su relación con la mente, la revolución de la carne comienza.
Tras visionar la filmografía de David Cronenberg, uno llega a la conclusión de que este hombre tiene un problema psicológico muy grave. Cromosoma 3 es una de sus películas más desagradables, a la par que brillante.
Cronenberg nos habla de un procedimiento llamado psicoplamia que consiste en modificar la estructura genética o molecular, o yo que sé, con el fin de curar los trastornos mentales. A esta terapia llevada por Hal Raglen (Oliver Reed) se une la recién divorciada Nola (Samantha Eggar), quien tiene una hija con Frank Carveth. El tratamiento desata la furia de la paciente, y unos pequeños monstruos con muy mala leche, cumplen la voluntad de Nola. Las sospechas de Frank hacia esta terapia van en aumento, e investiga la forma de acabar con la psicoplamia y alejar a su mujer de su hija.
El film es bastante interesante y se aleja de la estética tan cutre de sus dos primeros films. También cuenta con mejores actuaciones, sobretodo por parte de Oliver Reed y Samantha Eggar.
Hay que destacar que la película tiene escenas realmente asquerosas de muy difícil olvido, así que si tienes el estómago sensible, esta no es tu película.
Típica historia de Cronenberg, y con esto está dicho todo. Es una película inteligente, muy bien construida, con una poderosa arquitectura y una sabiduría enorme para hacer continuos desvelamientos con un simple cambio de plano. La primera escena es paradigmática del talento del director. Aparte, es un canto a la moda, los peinados y la estética de los años setenta (ay, qué pantalones, qué melenas, qué faldas). Lo que me interesa contar va en el expolio, así que aquí sólo diré que me dejó pasmado la mala educación de los canadienses (las normas de cortesía en esta película dejan mucho que desear, los personajes se tratan con tal mala educación, desdén y frialdad que, a su lado, las películas de Kaurismäki parecen comedias napolitanas). También me llamó la atención el gasto en calefacción que debe de haber en esas casas que en vez tabiques de ladrillo sólo tienen cristales. Espero que esto lo hayan arreglado, porque no está el planeta para tales derroches.
Por cierto, también es típico de Cronenberg sus reparos con la policía. Es inverosímil que sus personajes no la llamen cuando la necesitan, y menos si de por medio hay niños maltratados o secuestrados. Quizá nadie le ha explicado a Cronenberg las funciones de la policía y cree que sólo se encargan de poner multas de tráfico, que todo puede ser.
El actor principal es un guaperas y a veces se olvida de que está en una película y pone caritas de anuncio de colonia.