Creation Stories
Sinopsis de la película
Cuenta la historia del director de sello Creation Records , Alan McGee, y de cómo un muchacho de Glasgow cambió para siempre la historia de la música británica. Entre otras cosas, McGee fue el descubridor de Oasis, comenzó su andadura en 1983 con las bandas escocesas The Jesus and Mary Chain y Primal Scream, y puso el britpop en primera línea del panorama musical mundial.
Detalles de la película
- Titulo Original: Creation Stories
- Año: 2020
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
5.4
71 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adé
- Alexander Arnold
- Amelia OLoughlin
- Amy Carrier
- Ciaran Lawless
- Ed Byrne
- Ewen Bremner
- Frank Feys
- Gerry Knotts
- Jack Morris
- Jack Paterson
- James Hicks
- James McClelland
- James Payton
- Jason Flemyng
- Jason Isaacs
- Joanna Pickering
- Joseph Marshall
- Joseph Millson
- Kate Margo
- Kirsty Mitchell
- Lewis Griffin
- Lily Robinson
- Matthew Durkan
- Mel Raido
- Mickey Gooch Jr.
- Paul Kaye
- Perry Benson
- Rebecca Root
- Ross Bailey
- Rufus Jones
- Rupert Everett
- Sam Huntley-Poole
- Shun-Yin Leung
- Steven Berkoff
- Suki Waterhouse
- Thomas Turgoose
No cabe duda, la sala de montaje debía ser una barra libre de speed, éxtasis, corazones púrpura y otras sustancias a las que Alan McGee era tan aficionado a tenor de lo acelerada que es Creation S. No da tregua, se suceden hechos, conversaciones alocadas, impactos visuales a lo 24 hours party people pero alejado del tratamiento infantil que hace del espectador en sus películas Guy Ritchie.
Aquí la cámara se llena de referencias ya sean explícitas, en forma de cartelería o posters de fondo, grupos, alusiones veladas, arquitectura e incluso rememberanzas del Free cinema británico y su famoso drama de cocina.
Sí es verdad que la película es algo deslavazada, que quiere abarcar demasiado sin profundizar en aspectos personales, que la novia, los amigos, el éxito o el fracaso vienen sin paracaidas, pero lo que en otras películas sería una rémora, Nick lo convierte en virtud a través de las disgresiones de personajes que aparecen en la pantalla. Al fin esto va sobre el creador de una compañía discográfica independiente que tiene que lidiar con iluminados rock star, ejecutivos bancarios y usureros, talentos alejados de lo convencional y ¡como no! con el acoso de las compañías discográficas establecidas y llegados a este momento acertadísima la explicación de como la cadena de ejecutivos se carga la frescura e inmediatez de grupos y modas llegando tarde siempre a la fiesta.
Además, con la expectativa de treinta años se cargaron la gallina de los huevos de oro, menos mal que todavía existen compañías independientes que mantienen viva la llama de los discos.
Impagable la escena en la que Daniel Treacy se marcha de la compañía entonando Part Time Punks ¡Por siempre vivo el espíritu creativo y divergente!
Fue terminar la película y desempolvar mi chapa de los TV Personalities que compré en 1981 y escuchar su ep comprado por correo (¡enviando libras en un sobre a los anuncios de tiendas de discos del NME y esperando que fueran legales y me llegara el disco!) y que me ha acompañado estos cuarenta años,
Part time punks lalalala.
Sí, los fans de la música nos merecemos, de vez en cuando, estas ficciones tan entregadas, tan fanáticas a un tipo de música o tan sumisas a un tipo creador de esa música. El filme de Nick Moran no es perfecto, ni mucho menos, sobran gritos y estridencias, peluquines, alguna secuencia algo chapucera y cansa tanta precipitación en los hechos, tanta rapidez, pero hay un declarado amor por la música, por esos creadores (¡hasta dos canciones de los inmensos Ride!) que a muchos nos cambiaron la vida. Y por encima de todos, Alan McGee, un inventor de una discográfica, Creation, que fichó a los grupos que había que fichar en ese momento que, como se subraya al final, mejoró la vida de unas cuantas decenas de trabajadores y que creó todo un estilo de música, el britpop, hoy tan vilipendiado. Sí, se drogaba (¿y qué?) y el film de Moran insiste quizás demasiado en eso, pero también, y sobre todo, fue todo un inventor, un visionario como pocos han existido en este bendito mundo.
Desmadre en el MAL sentido de la palabra. Osease, descarrila desde el minuto 1, con segmentos que duran demasiado, que no están depurados y en los que los personajes van y vienen sin mucho sentido.
La película comienza de manera correcta, con el clásico rechazo familiar por la pasión del protagonista y como este quiere comenzar su sueño mientras se va haciendo paso en la época en la que vive. Hasta aquí todo bien.
Se intercala entonces con la entrevista que es lo que está dando pie a la película (una pena, porque Suki Waterhouse está desaprovechada).
Es a raíz de su llegada a Londres y demás (y me refiero al personaje de Bremner, que es el protagonista) que el filme se desmadra. Algunas cosas son interesantes (quizás algunas escenas) pero en conjunto uno no llega a ver que hace a Bremner un personaje fuerte, interesante o influyente, las escenas de fiestas están muy por debajo y se limitan a ser colocones sinsentido (por ejemplo la escena con Jason Isaacs, es larguísima) y finalmente todo acaba en un intento de redención que a un espectador le dejó descolocado.
No veo la mano de mi querido Irvine Welsh por ningún lado aquí, aunque sí es cierto que hay un TREMENDO SOBREEXCESO DE LA VOZ EN OFF durante la película. Prácticamente el 70 por ciento del filme es la voz en off. Lo que da lugar a situaciones y sorpresas poco interesantes, una visión POCO ÁCIDA de la situación y alguna broma que cuadra por muchas que no. Supoongo que Welsh anclado en la escritura de libros y demás, no ha conseguido desprenderse de ello a la hora de pasar al guión cinematográfico, razón por la cuál el excesivo uso de este recurso.
Sinceramente, desconozco si el filme tenía un objetivo sobre Alan McGee, pero la película se queda en nada. Ni el personaje apasiona, ni uno se ríe, ni le parece un capullo…SE CONVIERTE EN UN PERSONAJE INSUSTANCIAL. Y eso, teniendo en cuenta que la película iba a ser LA 24 HOUR PARTY PEOPLE del momento…muestra lo fallido que es el filme.
Y es que, si un biopic carece de una historia interesante o un protagonista interesante….la película se queda muy coja.
PS: Ewen Bremner está más que decente en uno de sus pocos roles protagonistas.