Cosas que hacen que la vida valga la pena
Sinopsis de la película
Hortensia (Ana Belén) es una mujer madura que trabaja en una oficina del INEM. Cuando su marido la abandonó por una joven, perdió toda esperanza de volver a enamorarse. Un día conoce en la oficina a un parado (Eduard Fernández) que acaba de superar una profunda depresión.
Detalles de la película
- Titulo Original: Cosas que hacen que la vida valga la pena
- Año: 2004
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
5.6
51 valoraciones en total
Una película pequeña de Pereira, centrada en la relación que surge entre los personajes de Ana Belén y Eduard Férnandez, que realizan una genial interpretación. Con un bonito transfondo: cualquier día es bueno para salir de la monotonía y empezar a cambiar nuestra vida.
Uno de los principales fallos de las comedias románticas españolas suele ser que pierden el rumbo a medida que avanza la trama, en esta película esto no pasa: todas las escenas son interesantes y aportan algo a la historia, no pierde el tiempo con aspectos secundarios o irrelevantes, pretende contar una sola historia, pero hacerlo bien.
Lo mejor: la interpretación de Ana Belén (aunque use doble de cuerpo)
Lo peor: María Pujalte y Rosario Pardo desaprovechadas.
Esta peli tiene un no-se-qué que me gusta mucho. Ya la he visto varias veces, siempre en la tv. Y tiene mérito, porque gracias a los anuncios, nunca veo pelis en tv. El caso es que siempre me deja encantada cuando termina.
La historia, de lo más sencilla, no tiene desperdicio. No sobra ningún detalle. No se anda con rodeos. Va directa al grano. Por si fuera poco, sus pensamientos en off hacen buena parte del trabajo (seguro que pueden resultar cargantes, pero es algo que caracteriza a la película). El destino y las casualidades juegan un papel vital. (HOY). Eduard Fernández se sale (cosa que hace que la película valga la pena). Es una gran comedia, y al mismo tiempo es triste como la vida misma (será que nos hace gracia lo tristes que son nuestras vidas). Una historia de amor que no es empalagosa. No es ñoña. Es muy positiva, a pesar de todas las zancadillas que pone la vida. Y además, no me cuesta trabajo creerme su final (cosa que no me pasa muy a menudo con las pelis).
Y por último, una banda sonora buena y acorde con la película.
He hecho mi primera crítica gracias a esta peli y esa es otra cosa que hace que la vida valga la pena.
Manuel Gómez Pereira nos ofrece una comedia romántica basada en nuevos registros, nuevas situaciones, nuevos enfoques. Se aparta del estilo y de los elementos habituales en el género de la comedia romántica. No hay sentimentalismos, no hay acaramelamiento, no hay sensiblería. Los protagonistas son dos personas derrotadas por la vida, el desamor, una fustrada relación de pareja, los tranquilizantes, el alcohol, la soledad. Ni uno ni otro responden al paradigma propio de la persona capaz de enamorarse y de volver a enamorar, de recomenzar sin traumas y sin resentimientos. Pese a ello, el optimismo de Jorge y su convencimiento de que hoy es el día que va a cambiar su destino, harán que insista hasta conseguir que Hortensia comprenda que su vida, su vida amorosa, puede recomenzar con garantías y con posibilidades de éxito. La historia es interesante, está bien narrada, los protagonistas interpretan bien sus papeles, los diálogos son ágiles y naturales, la acción se desarrolla con ritmo y consigue sorprender en más de una ocasión al espectador. La banda sonora, con música de Bingen Mendizábal, acompaña satisfactoriamente y refuerza con frescura el desarrollo de la historia. La película destila normalidad, realismo y verismo. Por ello se deja ver con deleite, aunque sin pasión.
Menos reconocida que otras comedias de su director, esta película sin embargo es de lo mejor de su filmografía, a partir de un guión bien armado e hilvanado en una comedia sobre el amor a los 40 de dos personajes antitéticos pero con similares ínfulas autodestructivas. Hay un buen retrato, moderadamente divertido y suficientemente rico en situaciones, de sus soledades y de sus zarandeos hacia su autoflagelación y deriva. Dinámica y fluida, tiene unas interpretaciones magníficas de la pareja protagonista.
Simplona, así de fácil. No es un drama, no es una comedia (sonreí dos veces contadas), no sé muy bien lo que es. La historia es muy sencilla y muy previsible. Tiene lo suficiente como para aguantarla y verla hasta el final, pero poco más.
Hay una cosa que me ha sacado de mis casillas: A Eduard Fernández (por otra parte lo mejor de la película), no se le entiende lo que dice en la mitad de las ocasiones (cuestión de vocalización). Todavía van a tener que doblar hasta las películas españolas.