Comrade Drakulich
Sinopsis de la película
Hungría, años 70. El camarada Fábián, el héroe húngaro de la revolución cubana, regresa a casa para participar en una campaña de sangre para Vietnam, la nación hermana comunista de Hungría. Pero algo anda mal con el viejo camarada: parece un hombre de 30 años, tiene un comportamiento genial y conduce un Mustang rojo fuego. Una joven pareja que trabaja para la policía secreta es asignada para vigilar al extraño…
Detalles de la película
- Titulo Original: Drakulics elvtárs aka
- Año: 2019
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
5.6
31 valoraciones en total
Comrade Drakulich es un film extraño.
Es claramente una comedia, pero a su vez incluye elementos muy diversos: triángulos amorosos, vampiros, sátira política, cine de espías. Ganadora del mejor guión en Sitges 2020, personalmente considero que plantea demasiadas subtramas que después no resuelve adecuadamente, demasiados personajes que finalmente quedan desdibujados y poco verosímiles.
Hay que reconocer su buena factura visual y su ritmo endiablado, pero pese a funcionar correctamente como comedia alocada, no acaba de decidirse sobre si es un film de vampiros o sobre comunistas. Así las cosas, estamos una comedia con resultados dispares sobre vampiros y comunistas.
Si hago memoria y esta no me falla, Drakuliks Elvtár es la primera película húngara que veo, así que no tengo mucho con lo que comparar.
Fabian Elvtás participó en la revolución comunista antes de marcharse a Cuba para luchar junto a Fidel Castro y el Che Guevara. Son los años setenta y, en representación de la Cruz Roja, vuelve a Hungría para encabezar las donaciones de sangre para los vietnamitas… El problema es que Fabian debería tener casi ochenta años y, sin embargo, luce como un treintañero. Los servicios secretos húngaros, comandados por Lászlo y su novia Maria, deben intentar desentrañar el misterio.
El director/guionista Márk Bodzsár afronta su primera película de género fantástico, y aunque en el primer papel se defiende aunque a veces rutinariamente, falla al intentar crear una historia entretenida. No voy a negar que a lo largo de su visionado, encontraba retazos interesantes de por dónde podría haber ido la historia, y mentiría si no dijera que incluso algún hallazgo brillante.
El problema es que Bodzsár plantea demasiadas tramas de las que parece olvidarse según avanza el metraje. El motor de la películas – algo muy agradecido – es que el presidente ruso Brehznev ordena a los servicios secretos húngaros el buscarle un vampiro para convertirle en inmortal, esto, unido a que el vampiro utiliza el trabajar para la Cruz Roja para no perder su caudal de sangre, podría haber dado lugar a una película muy entretenida, sobre todo debido a que se desarrolla en unos años setenta en los que Hungría era poco menos que tercermundista como un satélite de la URSS.
Pero Bodzsár añade distintos elementos a la ecuación: un toque de comedia romántica, un exceso de personajes que van desde los gerifaltes de los despachos hasta los granjeros, e incluso alguna crítica a la revolución húngara de 1956, asimismo el tono oscila entre lo ligero – aunque la comedia es bastante burda y el triángulo amoroso interesa poco – y lo innecesariamente dramático mientras toda la cuestión vampírica es un remedo de Let The Right One In (Déjame Entrar) de Thomas Alfredson.
La música de Gábor Keresztes es la demostración de la propuesta irregular que resulta Comrade Drakukich, salta desde la música ligera orquestal a temas sintetizados que parecen salidos de la factoría Hans Zimmer.
Tampoco conozco muchos actores y actrices húngaros, de nuevo imposible comparar, pero no he sentido empatía con el triángulo protagonista: Lili Walters como la agente Maria, Zsolt Nagy como el atribulado vampiro que le robará el corazón y Ervin Nagy como el agente Kun. Pero si debería destacar a Szalbocs Thurózcy que sale poco pero es muy agradecido en su papel de burócrata aburrido.
Si tienes curiosidad por el cine húngaro, pásate por Drakuliks Elvtár y descubre qué se cuece entre las nuevas generaciones, y luego toma tus propias decisiones.
https://www.terrorweekend.com/2020/07/comrade-drakulich-review.html
Cuando una película que pretende ser cómica rara vez despierta alguna carcajada es que algo no deben estar haciendo bien, tengo que decir que me encontré con esta película porque fui a verla un día que tenía libre en el festival de cine Fantástico de Bilbao, y me equivoqué de día al mirar la programación, pero ya que estaba allí pues entre a verla viendo que nadie la suspendía por aquí.
Y que es por una parodia de vampiros y comunistas, que más bien ridiculiza el régimen soviético y el elemento vampírico tampoco aporta mucho , ya que parece vampirismo buenista por llamarlo de alguna manera, donde el vampiro no se defiende ante los ataques del humano, en este caso podría resultar una novedad. Los personajes son bastante anodinos y las gracietas rara vez tiene gracia. Es una trama bastante simple, con algo parodia pero poco recorrido.
5 euritos que me los podría haber ahorrado.
La historia de Drácula y los iconos del vampirismo han sido tratados en múltiples ocasiones a lo largo de la historia del cine. Comrade Drakulich es la primera aproximación húngara al respecto. El film se adentra en el género del espionaje ofreciendo una trama que mezcla elementos fantásticos con puntales cómicos de humor absurdo ambientados en una magnífica recreación de la época comunista. La obsesión por la vigilancia de los regímenes soviéticos y la crisis de pareja se dan la mano en esta propuesta de particular tono que resulta más formal de lo que aparenta inicialmente. Funciona cuanto más se aproxima a su parte humorística y se aleja de la seriedad de su trama de espionaje.
Más críticas de cine y series (y algún que otro monigote): https://unhombresinpiedad.com
Comedia de terror vampírico húngara, que está dirigida por el director de Turno Divino (2013), y protagonizada por los desconocidos en el terreno Lili Walters, Ervin Nagy (En Cuerpo y Alma, 2017), y Zsolt Nagy (The Exam, 2011).
Hungría, años 70. El camarada Fábián, el héroe húngaro de la revolución cubana, regresa a casa para participar en una campaña de sangre para Vietnam, la nación hermana comunista de Hungría. Pero algo anda mal con el viejo camarada: parece un hombre de 30 años, tiene un comportamiento genial y conduce un Mustang rojo fuego. Una joven pareja que trabaja para la policía secreta es asignada para vigilar al extraño…
La película tiene un tono donde predomina en todo momento la comedia, la cual funciona solo en ocasiones, y muchas veces echa mano de un humor demasiado básico, no obstante, la trama también tiene una bis de sátira política que resulta de lo más destacable de esta. Las actuaciones resultan bastante notables, especialmente en el caso de un Ervin Nagy, que resulta en protagonista de la mayoría de los momentos cómicos. La cinta tiene un ritmo que no termina de arrancar en ningún momento, provocando que su poco más de hora y media de metraje resulten incluso demasiados para contar la historia que se pretende.
Sobre tener muchos elementos que hacen que merezca la pena el visionado de esta comedia de terror de un origen muy poco común, la propuesta final queda algo falta de garra y acaba por provocar la indiferencia del espectador.
Nota personal 5/10