Cómo casarse con un millonario
Sinopsis de la película
Tres amigas buscan un marido rico e intentan encontrarlo entre los solteros más adinerados de la ciudad, pero poco a poco se dan cuenta de que el amor es más importante que el dinero. Famosa comedia de la Fox con un espléndido reparto femenino.
Detalles de la película
- Titulo Original: How to Marry a Millionaire
- Año: 1953
- Duración: 96
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia la película en formato 4K y HD. Seguidamente te detallamos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.5
46 valoraciones en total
Comedia para el lucimiento de tres de las chicas más guapas de aquella época.Lauren Bacall,Betty Grable y nuestra preciosa Marilyn Monroe.El argumento es sencillísimo.Tres modelos,hartas de los hombres,urden un plan para cazar un marido rico y pegarse la gran vida,pero,¿eso es lo que quieren de verdad?.Toda la película está planteada para adorar a estas tres chicas.Una,inteligente y calculadora,otra,frívola y divertida y la tercera dulce e inocente.¿Adivinan quién es quién?.Pero la película se deja ver con mucho agrado,es amable,divertida y tiene ese glamour del que dotaban a esas películas en aquellos años y nos fascinaban con sólo verles pasearse por la pantalla.Comedia intrascendente sí,pero te agarra y no te suelta.¿Cuántas comedias de este estilo,consiguen lo mismo hoy en día?.No le busquen tres pies al gato y déjense llevar.Pasarán un rato muy agradable.
A veces una comedia intrascendente, un paripé baladí o una bromita ingenua y superficial ayudan a pasar un rato agradable sin más pretensiones.
Es lo que el espectador puede esperar de esta película.
Intrascendente, baladí y superficial.
Pero también amena, refrescante y no exenta de cierto gracejo por lo que su visión no resulta desdeñable.
Y tampoco hay que olvidar que la presencia de Marilyn Monroe siempre representa un valor añadido.
Nunca entenderé por qué a los hombres los chifla tanto el hacerse millonarios, y a tantas damitas-mero cuerpo les afana, de igual manera, pescar a un tipo que esté forrado en billetes. De mi tío Roncancio, aprendí que hacerse millonario es lo más sencillo del mundo, sólo que yo nunca me animé a ponerlo en práctica, porque sé, bien que sé, que ser millonario es más problemático y aburrido que ser pobre. Vean como se llenó mi tío de $$$$$: Cuando era niño, su mamá le regaló una manzana, y él, con visión de negociante, en vez de comérsela la colocó sobre una mesita en el andén de su casa y la puso en venta. Con el producido de su primer negocio, se compró dos manzanas, las vendió y compró cuatro, luego ocho, dieciséis… y ya iba como en 64 manzanas, cuando se murió un tío suyo y le dejó una herencia de 200 millones made in USA… ¿Fácil o no?
¿Y para qué sirve ser millonario? Para vivir sufriendo porque nadie te robe un euro. Para pagar seguros, cerraduras, alarmas, celadores, guardaespaldas: puros sinónimos de miedo. Para comer y beber demasiado, y luego pagar diez médicos para que te sacudan los excesos… y al final, para que una mujer, con frecuencia la menos brillante, se case contigo no por lo que eres sino por lo que tienes. Es decir que, con todo el dinero del mundo, ¡ni siquiera conoces el amor!
CÓMO CASARSE CON UN MILLONARIO, habla un poco de esto y de aquello. Son tres chicas: una frívola, una calculadora y una cegatona, que se predisponen a pescar a cualquier calvete millonario, aunque les cueste vender todo el mobiliario que una de ellas posee, para poder aparentar un poco de clase y moverse en los ambientes que frecuentan tales especímenes. Pero, la vida es buena con ellas y pronto les mostrará la otra cara de la vida y que lo que hace feliz es otra cosa… y bueno, la luz a veces llega y puede que el universo hasta termine concediéndote lo que anhelabas, cuando ya tú no lo anhelas.
Se trata de una divertida comedia, con momentos conmovedores como cuando el compañero de asiento de Pola la persuade de lo encantadora que luce con sus gafas. Escenas deliciosas como el viaje de regreso de Loco Dempsey (Betty Grable) con el señor Brewster cuando éste presume de su inteligencia, y con una Marilyn Monroe, que silencia a todos sus detractores, demostrando que tenía sobrado talento para la comedia.
Remake de, Tres rubias de Lowell Sherman, basada en la obra teatral de Zoe Akins, fue ésta la primera comedia en Cinemascope, corroborando, por lo demás, que este formato no sirve para la comedia. ¡Que encarte el que tuvo el director, Jean Negulesco, para acomodarse a tanto espacio y tener que privarse de los necesarios primeros planos para exaltar lo más íntimo!
El arranque musical lo hace Alfred Newman, interpretando Street scene, tema que sirvió para el lanzamiento del sonido estereofónico.
Tanto la película como la historia tienen ese nexo común: engatusar con malas artes. Engatusar al rico, al millonario, al adinerado. Para que caiga en sus redes y poder pasar el resto de sus vidas gastando papeles verdes en joyas, viajes, visones y caviar. Y engatusar al espectador para que durante 96 minutos se olvide del argumento, del guión, de la dirección y de todo y se quede embelesado con la belleza de, sobre todo, Marilyn y Lauren.
Y es que es eso la película. Un mano a mano brutal. Un continuo dilema para el espectador durante toda la película sobre con quién le hubiera gustado pasar el resto de su vida. Con una o con otra. Seguro que hay para todos los gustos. La clase de Lauren o el magnetismo de Marilyn. La explosividad de Marilyn o el estilo de Lauren.
Por lo demás comedia muy por debajo de las grandes del género y de la época que se hace en momentos entretenida y en otros empalagosa. Para recordar viejos tiempos y rememorar la existencia de criaturas portentosas allá por el 1953. Poco más.
He visto pocas películas tan torpe y sosamente dirigidas como esta. Parece que Negulesco se haya limitado a poner la cámara quieta en plano general o en plano medio, como si enfocara un escenario teatral desde la fila 10, y hala, que los actores vayan haciendo lo suyo . Vale, esas primeras lentes de Cinemascope deformaban la imagen de los primeros planos, que era conveniente evitar. Pues y a mi qué, haber utilizado otro formato. El colmo son las escenas del personaje de Betty Grable en la cabaña invernal y alrededores, rodadas con dobles tomados desde lejos o de espaldas, y con breves contraplanos de los actores rodados en estudio y en los que llama la atención la iluminación totalmente artificial y las toscas transparencias de fondo. En cuanto al machista argumento, se desarrolla de modo más bien aburrido y al final tiene uno la sensación de que los detalles cómicos acaban siendo demasiado escasos. Lo único salvable, en mi opinión, es Marylin Monroe, absolutamente adorable, sexy, tierna, y haciendo gala de su estupenda vis cómica (y de la que por cierto se echan de menos más minutos en pantalla y planos más cercanos donde se pudieran ver mejor sus expresiones).