Colossal
Sinopsis de la película
Gloria (Anne Hathaway) decide dejar Nueva York y regresar a su ciudad natal tras haber perdido su trabajo y su novio. Pero, cuando en las noticias informan de que un monstruo gigantesco está destruyendo la ciudad de Seúl, Gloria se va dando cuenta poco a poco de que, a través de su mente, está conectada de forma extraña con estos acontecimientos. Para evitar que la destrucción vaya a más tendrá que averiguar el papel de su insignificante existencia en un evento colosal que podría cambiar el destino del mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Colossal
- Año: 2016
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
Película
5.9
38 valoraciones en total
De niños, todos hemos jugado con muñecos. Robots, dinosaurios, monstruos… Nuestra imaginación creaba un mundo con luchas épicas y aventuras espectaculares que solo nosotros éramos capaces de ver.
Pues bien, Nacho Vigalondo, en el que seguramente es su mejor largometraje, nos transporta de nuevo a la infancia y nos rememora aquellos combates, pero esta vez desde el punto de vista de unos adultos con traumas no resueltos y con ciertos problemas de alcoholismo.
Aunque por el argumento pueda parecer la típica peli de acción alocada, la cinta se aparta completamente de este género y centra su trama principal en la relación entre dos viejos amigos de infancia que se reencuentran después de varios años, ahora convertidos en una entrañable ni-ni (Anne Hathaway) y el regente de un bar (Jason Sudeikis). A partir de los problemas personales que ambos tienen, vamos adentrándonos poco a poco en un mundo histriónico y surrealista con el sello inconfundible de Vigalondo.
Actores entregados, guion fresco y original, monstruos espectaculares… El film, que se presentaba en el Festival de Sitges 2016 como sesión especial, no solo ha cumplido las expectativas creadas, sino que las ha superado ampliamente, demostrando por enésima vez la imaginación y espontaneidad de su director.
Os recomiendo, pues, que todos liberéis al monstruo que lleváis dentro y no dudéis en ir a verla tan pronto como llegue a las salas de cine. Vais a tener una experiencia, sin lugar a dudas, colosal.
http://www.gurshenko.cat
Si una historia tiene un punto de partida potente, ¿vale conque lo presente o debería explorar todas sus posibilidades?
¿Cuándo se le debe pedir a una película que se lance a lo interesante, sin que se la pueda acusar de que no pasa nada ?
Supongo que hasta que el aburrimiento te diga basta.
Colossal tiene un problema tan gigantesco como su título: tiene una idea fantástica, pero pasa de desarrollarla más allá de lo justo y necesario.
O, en otras palabras, llega un punto en que no quiere moverse, y se queda quieta como un mojón en el fondo del váter, sin nada a lo que puedas agarrarte para que te interese.
¿Anne Hathaway? Demasiado paródica como para tomarla en serio.
¿Jason Sudeikis? Demasiados cambios de comportamiento como para que no pienses que es solo una herramienta del guionista.
¿Los demás? Buena suerte buscando personajes entre monigotes.
Una treintañera hecha un lío llamada Gloria descubre que guarda una misteriosa conexión con un monstruo gigantesco que aterroriza Seúl de vez en cuando, y ese es un misterio que te aguanta hasta la franja de los veinte minutos, cuando ya se han desvelado todas las reglas que encierra.
Pasado ese ecuador, te empezarás a dar cuenta de que en ningún momento te han contado que busca Gloria: ¿quiere recuperar su vida? ¿quiere empezar una nueva? ¿quiere pasarse la vida en el pueblo de la infancia al que ha vuelto por necesidad?
Demasiado que contestar para la cantidad de chistes de que se duerme por las esquinas que hay que meter, parece.
Sorprende, de hecho, que una película que de repente busca dar importancia a la cantidad de coreanos que mueren por el monstruo dibuje tan pobremente por qué nos debería importar su protagonista. Oh sí, quiere salvar a los habitantes de la ciudad que aterroriza, algo muy noble, pero es una motivación tan elemental que no logra nada interesante.
Cuando los intentos de dibujar una comedia negra sobre la mediana edad no hacen gracia, cuando el drama de sentirse atrapado sin madurar no es efectivo, cuanto más Vigalondo utiliza las reglas de su ficción a conveniencia… más difícil me resulta abstraerme de que estoy viendo a un director/guionista enamorado de su premisa, sin una trama que contar.
Algo queda de una Gloria limitada y encapsulada por los hombres que se encuentra, pero son reivindicaciones de empoderamiento que huelen a algo había que contar más que otra cosa.
Se podría haber hablado de adultos limitados por un momento vital que les pide ser salvadores cuando se sienten destructores, de envidias mal asumidas por la edad y de inapetencias que piden nuevas motivaciones.
Lo sé porque lo veo apuntado en varios puntos de esta rareza.
Pero en su lugar queda una comedia extraña que apunta a mucho y no logra acertar en casi nada.
Esas personas nos están mirando. Gloria.
Nacho Vigalondo se suma a la lista de directores que empezaron en España y luego salieron buscando nuevas oportunidades para hacer proyectos más ambiciosos, del mismo modo que hizo Jaume Collet-Serra (aunque este lleva toda su carrera en Estados Unidos) o J.A. Bayona.
En este caso, nos alejamos del cine de acción del primero o de los dramas del segundo, y asistimos a algo que tiene un poco de todo pero que además tiene un intenso aire a cine independiente, e incluso detalles de autor, aunque siendo para mí la primera película que veo de Vigalondo, me es difícil especificar el qué.
De todos modos, quisiera empezar con algo negativo de la película: su tráiler. El tráiler es muy engañoso, y por su culpa me creé unas expectativas que inicialmente la película no pudo cumplir, motivo por el cual casi le pongo un 4 y me quedo tan a gusto.
Quien espere aquí una comedia que se vaya olvidando. Hay humor, sí, pero con cuentagotas, el justo para hacer el viaje dramático de nuestra protagonista algo más llevadero, porque es esencialmente dramático.
Y de este modo entramos en su segundo problema: el ritmo de la película, que por momentos, incluso con los instantes de humor, se hace pesada. Personalmente, se lo atribuyo al alargamiento innecesario de algunas escenas, como los pasajes en el bar que, por reiterativos, acaban agobiando un poco.
Por otro lado, Colossal es una de esas películas en las que el espectador solo sabe qué está pasando hacia el final. El mensaje que quiere mostrar Vigalondo está escondido hasta el último tramo, y eso hace que al principio parezca que la película va sin rumbo. En cierto modo, me recuerda a lo que me pasó con mi primer visionado de El protegido , que revelaba sus cartas al final, y hasta entonces no se captaba bien cuál era la intención de Shyamalan con toda aquella historia. Esto me hace pensar que es posible que con un revisionado, mi opinión de Colossal sea más positiva aún.
Por otro lado, con el paso de las horas (han pasado dos días desde que vi la película), los aciertos han ido superando a los fallos con holgura, y mi nota de momento está en un 7, pues la película de Vigalondo es notable en muchos de los aspectos que trata:
Para empezar, aclarar que se trata de una película de personajes, en la que los monstruos son un vehículo y no un fin. Con esto ya nos hace una película de monstruos que tiene un interés: una historia al margen del monstruo que lo destruye todo. Una gran parte de las películas de monstruos gigantes, en especial las de gigante nipón Godzilla, tratan sobre algo más que sobre destrucción sin más, y Vigalondo usa eso a su favor.
Se ha criticado que los personajes actúan por requerimiento del guión, y que sus acciones son poco razonadas e incluso incoherentes con lo que se nos ha mostrado hasta el momento. Vaya por delante que considero que el desarrollo de personajes de esta película me parece fantástico, con multitud de detalles, que mencionaré en el spoiler.
Las actuaciones son muy logradas, destacando a Hathaway con su imperfecta, aunque casi entrañable Gloria, Sudeikis, cuya elección de casting me parece acertadísima (no creo que nadie espere su personaje, más aún con su inicio), y mención de honor para Tim Blake Nelson, con un papel breve pero conseguido y con mucha simpatía.
La película hace que un acontecimiento en principio pequeño (la aparición de Hathaway en el pueblo) mueva la vida de todos los personajes, sirviendo como chispa para que su verdadero yo salga a la luz. Es por eso que es lenta y que los personajes hacen cosas raras: todo está en los detalles, a excepción de unos momentos más explicativos bien introducidos.
Uno de esos detalles, por ejemplo: ninguno de los personajes tiene apellidos. Quizá sea una casualidad o quizá sea para identificar al espectador con ellos, pues con un simple nombre ya nos es más que suficiente para formar puentes entre ellos y nosotros. Reconozco que al buscarla en IMDb me llamó la atención y no tengo muy claro que se proponía Vigalondo, si es que se proponía algo con eso. Un detalle curioso, en cualquier caso.
Los efectos especiales son muy correctos. Vale que no deslumbran, pero tampoco les hace falta. Muy hábil el truco de que todas las escenas de Seúl sean nocturnas, ayudando a camuflar los defectos que pudiera haber ( Monstruoso hizo algo parecido en su día). Encima el argumento ya da pie a que esas escenas sean nocturnas por lo que al espectador eso aún le destaca menos.
En cualquier caso, cumplen, y algunos momentos son sobresalientes, como el que abre la cinta, que casi podría abrir una película de terror.
Sin más que añadir en esta parte de la crítica, Colossal es una película arriesgada, inteligente y rara en el mejor sentido de la palabra. Ah, y también es muy buena, a su modo y con sus fallos. Puede que en algún momento se le vaya la mano, pero al final nos deja con ese divertido último plano, para que la sensación de que lo que hemos visto ha sido una historia pequeña nos acompañe. Y es que las historias pequeñas pueden ser las más apasionantes.
Le dejo el 7 pero no descarto volver y aumentar (o bajar, aunque ya no lo creo) mi nota, es solo que tras escribir esto aún siento que la tengo muy reciente.
A PARTIR DE AQUÍ SPOILERS, ANALIZO ALGUNOS ASPECTOS DE LA PELÍCULA.
+ Planos para el recuerdo.
Hay varios planos muy interesantes en la película, a saber:
Hathaway en posición de pelea, varias veces y siempre la misma, cobrando significado cada vez que lo hace.
Ella delante de la televisión mientras el monstruo extiende sus brazos confirmando, sin palabras, lo que ya se veía venir. Bastante divertido.
El uso de tablets o móviles para mostrar al mismo tiempo a los humanos y a los monstruos, original y útil.
El plano final por lo que expresa, luego voy con él.
La escena inicial completa con ese terrorífico plano del monstruo girándose hacia la niña. Una maravilla.
Alguno más que no recuerdo.
Imaginación y creatividad a Nacho Vigalondo desde luego no le faltan. Y locura tampoco… bendita locura.
Pero Colossal no es solo original. Es una historia sobre la condición humana, sobre lo que somos y sobre lo que no queremos ser, con unos personajes con los que nos identificaremos nos guste o no (¿Quién no se ha despertado un día con una resaca tremenda sin recordar que hizo la noche anterior?). Y cuenta con un cierre perfecto. Tener un buen final es imprescindible y más en una película tan difícil de cerrar.
Colossal pertenece a ese grupo de películas que no pertenecen a ningún género, pues no cumple las reglas de ninguno y rompe estereotipos a medida que avanza la historia.
Si bien el comienzo puede hacernos pensar en una comedia romántica, Vigalondo no traiciona sus ideales y pega un giro radical desviándose del género y adentrándose en un thriller psicológico oscuro, más serio y con muchas más lecturas. Es entonces cuando la historia crece. El espectador no tiene ni la menor idea de por dónde puede ir la película y cuando se acerca, Vigalondo pega otro giro que nos descoloca por completo. Y todo sin olvidar sus golpes de humor, que los tiene y funcionan divinamente.
Si digo que la película es la historia de una chica (Gloria, maravillosa toda ella Anne Hathaway) que cada vez que se emborracha, aparece un monstruo (Kaiju para los frikis) en Seúl que hace sus mismos movimientos provocando muertes, no estoy mintiendo. Pero desde luego es la manera más superficial de explicar una historia que tiene muchas más capas de las que parece. Porque en realidad la historia del monstruo/Gloria/amigos y sus consecuencias no deja de ser una mera excusa para hablarnos de algo que nos atañe a todos: la conducta humana.
Si te gusta el cine de Vigalondo, obviamente ya la habrás visto. Y si no, estás tardando. Es su película más redonda.
Muy recomendable para todo aquel que quiera ver algo diferente. Porque sorprenderte te va a sorprender seguro, de un modo u otro, pero seguro.
Y para todos aquellos que continúan teniendo prejuicios sobre el cine Español, que se cambie de sala y todos salimos ganando.
Que nadie espere ver una película de monstruos al uso, al estilo Godzilla o Pacific Rim. El cuarto largometraje de Nacho Vigalondo se trata de una película de monstruos interiores, de frustraciones infantiles, de desengaños alrededor de una chica desastrosa que se coge borracheras monumentales. Es obvio que tiene terribles problemas, tanto sentimentales como con la bebida «que tanto magnifica y que para ella son tan grandes que tienen consecuencias trágicas, sobre todo para los habitantes de Seúl», pero que además a la protagonista le cuesta crecer, no se hace a la idea de que vivir es un doloroso proceso de renuncia.
Colossal funciona como un alegato contra el maltrato y la demostración de que todos tenemos traumas de nuestra infancia, y que todo ser humano puede convertirse en un monstruo. Pero, sobre todo, es una película sobre una fémina fuerte, poderosa y capaz, muy capaz de coger la iniciativa y mandar el pasado lo más lejos posible, posiblemente al país del olvido. Una comedia dramática «más que romántica» de filiación indie y del kaiju-eiga, en donde los problemas internos se representan como una lucha entre gigantescos monstruos que simbolizan la lucha interior entre supuestos fracasos personales, envenenados regresos a la tierra natal y opresivas relaciones tóxicas.
Nacho Vigalondo quizá ha realizado su película más excéntrica y madura, un director al que cada vez más se le nota que su cine evoluciona, coge cuerpo y nos va mostrando poco a poco su verdadera identidad. Un cine hecho por historias nada comerciales, compuesto parcialmente por ideas que a nadie se les pasaría por la cabeza «y que tampoco se les ocurriría», porque esto solo pasa en la cabeza de Nacho Vigalondo.