Colombo: Todo está en juego (TV)
Sinopsis de la película
Una mujer llamada Laura Staton asesina a su joven amante en presencia de otra mujer. La víctima mantenía relaciones con ambas. Episodio Nº61 de Colombo.
Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales, de duración regular, con cast, dirección y equipo de producción fijo). Pensados como telefilms (de hora y media como promedio de duración), cada episodio cuenta con una historia independiente y con un director y un equipo de producción distinto. Los films tuvieron una transmisión irregular, pero con un mínimo de tres o cuatro producciones por año hasta 1978. Más de diez años después, Falk retomó su personaje por dos años (1989-1990). A partir de 1990, Columbo dejó de emitirse con regularidad, y los siguientes films fueron estrenados como especiales. Por estas razones, los 68 episodios de Colombo se dispersan irregularmente a lo largo de 35 años (1968-2003).
Detalles de la película
- Titulo Original: Columbo: Its All in the Game (TV)
- Año: 1993
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
6.5
98 valoraciones en total
Columbo: It’s a all in the game (Colombo: Todo está en juego), es un telefilm dirigido por Vincent McEveety en 1993, es el primer telefilm de la duodécima temporada y sesenta y dos de la serie, anteriormente había dirigido descanse en paz señora Colombo en 1990, Asesinato por la lotería en 1991 y Colombo: Más vale pájaro en mano… en 1992. El guión escrito por Peter Falk nos presenta un sólido y fluido relato donde la doble intención, el mantenimiento de la duda entre relaciones, el esclarecimiento a cuentagotas en los nexos de unión entre las protagonistas principales, así como la interesada respuesta para generar confusión y duda, se refleja brillantemente en la dirección de Vincent McEveety, acercándonos a una de las realizaciones más logradas en su paso por la serie.
Combinando en paralelo escenas de exterior e interior, el realizador nos muestra el glamour social en el que da inicio el perturbador relato It’s a all in the game. El contraste de sensaciones enfrentadas y compartidas es constante entre Lauren Staton (Faye Dunaway) y Lisa Martin (Claudia Christian), compinchadas en un solo objetivo: dar su merecido a quien en días pasados destrozó la convivencia de ambas.
El imperturbable hacedor de daños ajenos envueltos en paños de elegancia y belleza, reforzado por angulaciones que lo subrayan, esconde una actitud de dominio demasiado violenta, por lo que en algún momento de su azarosa y desdoblada vida amorosa Nick Franco (Armando Pucci) habrá de rendir cuentas. McEveety muestra al espectador las escenas necesarias en las que el fullero vividor paga, del modo más inesperado su múltiple juego de playboy, extorsionador, dominador de voluntades, amante múltiple e indolente consumidor de fortunas ajenas, tras lo cual, la intervención del teniente Colombo (Peter Falk) inicia el camino para desenmascarar al responsable de su asesinato.
Algunas pruebas circunstanciales permiten hilvanar las primeras pistas del caso. Con lo que no contaba Colombo era con la provisionalidad del amor. Lauren Staton se muestra afectiva, cercana, enamoradiza, atraída por el detective de la gabardina. Gran parte del telefilm, centra su atención sobre las evoluciones sentimentales entre ambos mientras, cualquier movimiento dirigido a esclarecer el caso que le ocupa, sigue su propio ritmo. Un imperturbable Colombo se deja querer como el paso del tiempo, una vía como otra para llegar al esclarecimiento del nuevo caso que le ocupa.
Barney (John Finnegan), es el amigo que todos querrían tener, al que acude Colombo cuando alguna duda le asalta, cuando se encuentra dubitativo, o cuando simplemente necesita desconectar, marcar distancias emocionales, incluso en el doble juego que Lauren Staton mantiene sobre él y el caso que lleva entre manos, indicando que se acerca el momento de aclarar varios puntos relacionados: temperatura, luces, frigorífico, afectos, intimidad inconfesable y un desconocido nombre al que Colombo aun no le ha puesto cara sospechando sobre la verdadera relación entre las protagonistas.
Vincent McEveety mantiene hasta el final con el excelente juego de la dole intencionalidad y la falsa creencia, la identidad del personaje que a lo largo del relato nadie, ni tan siquiera el espectador podía sospechar sobre su verdadera identidad, manteniéndonos en vilo haciéndonos creer lo evidente sobre la verdadera relación entre Lisa Martin y Lauren Staton, un final nada predecible aunque sí muy efectivo como broche final en el caso de Nick Franco, donde Faye Dunaway y Peter Falk, nos deja excelentes momentos de complicidad interpretativa.
Complemento genealógico. Colombo cita a su mujer en cuatro ocasiones, otro personaje lo hace en una ocasión, también cita Colombo a un cuñado en una ocasión.
La figura de Colombo se tiene que reinventar en cada capítulo para no hacerse demasiado apelmazada, y este es uno de los episodios en los que consigue sorprender.
Que aparezca a primera hora de la mañana en el lugar de un crimen pidiendo café, es lógico, o que lleve un huevo duro en el bolsillo, incluso es lógico ver que se ha puesto la gabardina encima del pijama para llegar cuando antes. Nos tiene acostumbrado a este tipo de cosas que a veces parecen demasiado exageradas.
En cambio es la primera vez que una señora de buen ver, de la alta sociedad, aún esplendorosa como Faye Dunaway muy bien representa, se haya acercado al detective en plan insinuante. ¡Y se han gustado! Y lo bueno es que el episodio consigue muy bien crear ese romanticismo sin que parezca exagerado. Se han besado, se han hecho regalos, han quedado para cenar, y es la primera vez que el sospechoso de un crimen no estaba realmente harto de verle aparecer cada dos por tres con sus eternas preguntas.
-¿Cuál es su nombre de pila, Colombo?
-Teniente…