Colombo: Homicidio de acuerdo con el libro (TV)
Sinopsis de la película
Las novelas de misterio de Mrs. Melville son best seller en todo el país. Los autores son Franklin y Ferris, pero en realidad el que escribe es Ferris y el que recibe el crédito es Franklin. La situación lleva pronto a la tragedia y a la consiguiente investigación por parte de Colombo. Segundo episodio de Colombo tras Ransom for a Dead Man .
Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales, de duración regular, con cast, dirección y equipo de producción fijo). Pensados como telefilms (de hora y media como promedio de duración), cada episodio cuenta con una historia independiente y con un director y un equipo de producción distinto. Los films tuvieron una transmisión irregular, pero con un mínimo de tres o cuatro producciones por año hasta 1978. Más de diez años después, Falk retomó su personaje por dos años (1989-1990). A partir de 1990, Columbo dejó de emitirse con regularidad, y los siguientes films fueron estrenados como especiales. Por estas razones, los 68 episodios de Colombo se dispersan irregularmente a lo largo de 35 años (1968-2003).
Detalles de la película
- Titulo Original: Columbo: Murder by the Book (TV)
- Año: 1971
- Duración: 79
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Opinión de la crítica
6.6
28 valoraciones en total
Con Murder by the Book (Homicidio de acuerdo con el libro) (1971) se inicia la primera temporada de Colombo, un telefilm dirigido por el joven Steven Spielberg que en décadas posteriores se convertiría en poco menos que en uno de los patriarcas más influyentes que Hollywood diera en generaciones. En el mismo año que Spielberg dirigió El diablo sobre ruedas, para la televisión y que poco después pasó al formato cinematográfico), nos da una idea del talento creativo y de puesta en escena propias de un visionario que puede ver la acción y narrarla de manera única en Murder by the Book.
Kent Franklin (Jack Cassidy), colaborador en otros episodios de la serie, y Jim Ferris (Martin Milner), son autores de una línea de novelas de misterio en las que el personaje central Mrs. Melville) ha dado grandes dividendos a ambos autores, uno escribiendo, el otro representando. Alguna desavenencia de tipo personal, fundamentalmente económica y creativa , lleva a Kent a transformar el curso de los acontecimientos, planeando la mejor forma posible de quitar de en medio a su socio y verdadero talento creativo Jim.
Como espectadores, asistimos a la complicidad en la intencionalidad y preparación por medio del engaño del asesinato perfecto, con coartadas que la propia Mrs. Melville (según el socio de Jim) hubiese firmado. La consumación de los hechos con todo lujo de preparativos y detalles en el que el teléfono tiene función principal en la trama, desemboca en la acción premeditada por Kent para que la esposa de Jim, ignorándolo todo, asista por teléfono al asesinato del novelista.
Colombo (Peter Falk) hace presencia en la escena con su habitual sentido olfativo: mira, destaca, se pregunta, deduce y resume cualquier situación en la escena del crimen por medio de la intuición en la que siempre ha creído, acompañado por los ‘pequeños detalles’ que normalmente pasan por alto, caso que no ocurre en nuestro avezado aunque distraído detective de origen italiano.
Solo su tozudez y la total dedicación en su trabajo hacen posible alterar la tranquilidad del sospechoso, ser rehuido por los investigados sin conseguirlo, mantener la coletilla de ‘una pregunta más’ como broche a cualquier escena donde todo lo que parece normal, lógico o irrefutable, convirtiendo a Colombo en el arte de la insistencia, lo cual le lleva hasta personajes clave para la solución del caso: Joanna Ferris (Rosemary Forsyth) la dolorida esposa de Jim, o Lilly La Sanka (Barbara Colby), propietaria de la tienda proveedora de alimentos.
El realizador nos muestra una ambiciosa cinta donde la utilización de primerísimos primeros planos y algunos planos detalle, agregados a los genéricos americano, general y medio, entre algunos otros, dota a Homicidio de acuerdo con el libro, un más que destacable trabajo en la serie, volcado en la historia contada donde toda la tensión se centra en saber cuándo Colombo se percatará finalmente que lo que busca, generalmente es a alguien próximo a la víctima.
Complemento genealógico: Colombo cita en tres ocasiones a su esposa.
Spielberg tenía 25 años, había dirigido seis episodios para la TV (incluso fue asistente de producción de Faces, 1968) cuando rodó uno de los episodios más recordados de Colombo (pero no mejores como Estudio en negro, 1972 o Cualquier viejo puerto para una tormenta, 1973). El inicio de la película es notable, la dirección es correcta, poco recargada, con apuntes de estilo en los ángulos de cámara (por ejemplo, el disparo o el asesino apurando su copa detrás el cadáver) sin embargo no es Duel (1971) ni Tiburón (1975), obras mayores antes de que su producción se volviera más infantil, comercial y forzadamente sentimental tras En busca del arca perdida (1981) (véase el fallido final de A.I., 2001).
Después de los episodios piloto de Colombo, éste fue el primero en emitirse en el Sunday NBC Mystery Movie (pero el segundo en rodarse) y ya aparecen sus elementos habituales: el relato detectivesco inverso en el que vemos primero el crimen y después las pesquisas para resolverlo (creado por Freeman a principios del siglo XX y utilizado por Hitchcock en Crimen perfecto, 1954), el falso despiste, la pregunta de última hora, la referencia a su mujer, etc. La trama tiene interés y trata del asesinato de uno de los socios de un tándem literario (como Levinson y Link, los creadores de la serie) pero no llega a explotar todas sus posibilidades. Cassidy está muy bien (como la gran mayoría de actores y actrices que pasaron por la serie).
Peter Falk, que en ese tiempo ganó un Tony por The Prisoner of Second Avenue (1972) y participó en la inspirada Husbands (1970) de Cassavetes y en Mikey & Nicky (1976) de May, imprime desde el principio el carisma a Colombo: lleva siempre la misma gabardina, está hecho un adán y fuma puros (estas son aportaciones del propio Falk ya que la serie se pensó para Bing Crosby pero, al parecer, éste estaba más interesado en el golf, hasta el punto que moriría en La Moraleja-Golf de Madrid).
En cuanto a la serie, no es la típica de policías, no recurre a la violencia, no hay persecuciones de coches (Colombo tiene un destartalado Peugeot 403 del 59), tiroteos (Colombo nunca tuvo pistola) o explosiones (tan de moda hoy en día). El ámbito de Colombo es la palabra y su trabajo la inteligencia, perseverancia, sagacidad y reflexión (y no en el ADN como el CSI). Su éxito se basa en no ser un policía al uso sino una especie de justiciero-proletario que resuelve los crímenes de los ricos en sus propias mansiones, yates y oficinas e incluso se entromete con la policía (Un amigo de verdad, 1974), los militares (A la luz del amanecer, 1974) o la CIA (Crisis de identidad, 1975). Colombo tenía gran audiencia, reunía a prometedores jóvenes guionistas (como Bochco) y dio lo mejor en los años 70. En El último adiós al Comodoro (1976) hay una despedida fugaz: Colombo reparte puros y desaparece en la barca en busca de su mujer, pero luego aparecerá en plena forma en el agudo final de El asesinato más inteligente del mundo (1977).