Colombo: A que no me coges (TV)
Sinopsis de la película
Una vieja pero aun exitosa escritora de novelas de crimen, culpa a su sobrino por la muerte de su sobrina. Una noche, ella lo invita a su casa para firmar su testamento y lo deja solo por un momento mientras prepara su trampa: encerrarlo en una caja fuerte a prueba de sonido. Episodio Nº40 de Colombo.
Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales, de duración regular, con cast, dirección y equipo de producción fijo). Pensados como telefilms (de hora y media como promedio de duración), cada episodio cuenta con una historia independiente y con un director y un equipo de producción distinto. Los films tuvieron una transmisión irregular, pero con un mínimo de tres o cuatro producciones por año hasta 1978. Más de diez años después, Falk retomó su personaje por dos años (1989-1990). A partir de 1990, Columbo dejó de emitirse con regularidad, y los siguientes films fueron estrenados como especiales. Por estas razones, los 68 episodios de Colombo se dispersan irregularmente a lo largo de 35 años (1968-2003).
Detalles de la película
- Titulo Original: Columbo: Try and Catch Me
- Año: 1977
- Duración: 73
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Opinión de la crítica
6.7
88 valoraciones en total
Try and catch me (A que no me coges) (1977) es un telefilm dirigido por James Frawley, primero de la séptima temporada y cuarenta y uno de la serie, donde se trata de poner en su lugar los excesivos y proteccionistas afectos hacia los sobrinos por parte de alguna longeva y bella dama con el propósito de arreglar algún asuntillo, no contemplando la posibilidad del error en el tránsito de los acontecimientos. Así, en un escueto primer plano realizado además con algún intercalado plano detalle, James Frawley nos proporciona las coordenadas necesarias para adentrarnos en el turbulento mundo de la longeva Abigail Mitchell (Ruth Gordon).
La afamada y augusta escritora de relatos detectivescos, se las habrá de ver con otro (no tan afamado) pero sí augusto detective Colombo (Peter Falk), en un caso que derivará en acontecimientos irreversibles para algún protagonista del argumento, lo que se intuye por medio de una fotografía y la reacción, en un breve pero intenso flashback emocional de Abigail Mitchell al recordar a su sobrina Phyllis.
Con una rápida y certera elipsis en exteriores el realizador nos muestra las dos caras de la situación, enlazada con un breve plano general de seguimiento con la protagonista en casa después de haber sido avisada con urgencia por su secretaria personal Veronica (Mariette Hartley). Desde un plano general interior, el realizador nos muestra el conjunto de especialistas que al mando del teniente de policía, intentan encontrar pistas en el lugar de los hechos y otros lugares.
Los estados de ánimo de la famosa escritora de crimen y misterio se alteran desde el mismo momento en el que Colombo, atraído por las extrañas circunstancias que rodean las incógnitas, afloran los primeros planos de preocupación en el rostro de Abigail. El incomprensible galimatías inicial del extraño accidente, con resultado de muerte de difícil lectura lógica, lo refleja Colombo en su sorprendido rostro después de los primeros análisis en el lugar de los hechos y los primeros intercambios de palabras entre los augustos personajes.
La resbaladiza escritora en el intento por despejar toda duda sobre su no implicación en lo que finalmente se considera asesinato, queda cuestionado por el investigador en agiles planos contra planos con la protagonista, su esfuerzo por tratar de acomodar las circunstancias que rodean el asesinato de Edmund, parece que se debilita desde el momento en el que una pista circunstancial encontrada por Annie (Mary Jackson) la doncella de Abigail Mitchell, aportará las pistas necesarias para aclarar el caso del asesinado.
A la espera que las investigaciones arrojen sus conclusiones finales sobre las divergencias entre la preclara Abigail y el gentil Colombo, así como sobre alguna velada advertencia al investigador por parte de Martin Hammond (G.D. Spradlin) abogado de la escritora, un conjunto de planos medios, americanos y planos detalle, derivan finalmente en el sorprendente resultado que ni la más insigne escritora hubiese imaginado y es que a veces, la incontenible sed de venganza dan resultados inesperados con la necesaria ayuda del más allá.
Complemento genealógico. Colombo cita a su mujer en cuatro ocasiones, también en una ocasión Colombo cita a sus padres.