Cold November
Sinopsis de la película
A comienzos de los 90, el Gobierno de Yugoslavia canceló la autonomía de Kosovo, disolvió su Parlamento y cerró la televisión nacional. Las nuevas autoridades reorganizaron toda la vida institucional, mientras que la mayoría de los ciudadanos respondió manifestándose pacíficamente. En aquella nefasta época, Fadili, que trabaja como archivista, tiene que elegir entre dos opciones, a sabiendas de que ambas son injustas. Así, involuntariamente y a mala gana, se traga la vergüenza, soporta la presión que le viene de todos lados y lidia con la mala reputación por una sola razón: proveer de bienestar a su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Nëntor i Ftohtë
- Año: 2018
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
6.3
40 valoraciones en total
Tras una breve cola en la que apenas hubo espacio para la reflexión del filme previo, nos acomodamos a las 19:00 en las incómodas butacas de la sala 2 del Kursaal para ver una de las películas que, por temática, más llamaba mi atención: la producción de Kosovo Cold november/Nëntor i Ftohtë, presentada antes de la proyección por algunos integrantes de su equipo creativo. El filme se sitúa en la Yugoslavia que durante los primeros 90 disolvió Kosovo. El gobierno dispuso a placer de las instituciones y de los ciudadanos, muchos de los cuáles se manifestaron pacíficamente. Fadili, archivista y padre de familia, opta por mantenerse en su puesto a pesar del escarnio popular que este le conllevará. Esta presión y mala reputación repercutirá en el ambiente de su familia. Un drama balcánico de temática histórica y dimensiones pequeñas, tanto en formato de pantalla como en envergadura de producción y en lenguaje. Una película que juega su baza al drama, un drama político de personajes y familias azotadas por adversidades ajenas. Costumbrismo de estética propia de otra década, y sobriedad impropia de un novato. Penurias familiares en una Bosnia desmembrada. Ascetismo visual para mimetizar una época. Una película que, lejos de ser perfecta, fue toda una sorpresa. Irreprochable como graduación, y harto entrañable en su dirección artística, que aporta una iconografía reconocible y con personalidad. Y si hay una gradación progresiva hacia el dramatismo lograda al cerrar, el toque cómico del inicio nos divierte pero está un poco pasado de caricaturesco. Y si hay maña en el tono, la puesta en escena es un tanto simple. Una película en la que hay mucho con margen de mejora, pero que se erige claramente como una de las mejores de la sección.
En los últimos años el cine europeo, y sobre todo el producido en los países centroeuropeos, nos ofrece unas películas interesantes, y un ejemplo es esta película que se presentó en el pasado festival de cine de San Sebastián, en donde formó parte de la sección Nuevos directores, y que se desarrolla a partir de 1992, después de un prólogo un año antes que sirve como resumen y explicación de la situación social y política, así como el lugar en donde progresa la película.
El director y guionista kosovar Ismet Sijarina que nació en la antigua Yugoslavia se basó en las declaraciones de los testigos y los ciudadanos que declararon en el juicio contra Slobodan Milosevic, el que fue presidente de Serbia y posteriormente de Yugoslavia, y que tiene como protagonista a Fadil y Hana, un matrimonio de origen albanés que viven con su hijo y su hija en Pristina y que se hacen cargo del padre del protagonista de avanzada edad.
Después de unos minutos de presentación de los personajes, tanto de la familia de la pareja protagonista, como de su grupo de amistades, y del jefe de Fadil y sus compañeros de trabajo, la historia se centra en la duda entre mantener el empleo pese a traicionar sus principios o bien dejarlo haciendo lo mismo que su amigo Arsim. La empresa propiedad del gobierno serbio y dirigida por Nikola, un hombre tiránico que no duda en chantajear a sus empleados con represalias si no ceden a sus presiones. La película expone bastante bien las dificultades para sobrevivir en un territorio en conflicto y expone bastante bien las consecuencias de no aceptar al chantaje de los más poderosos.
La película funciona bastante bien como drama social, y mantiene el interés durante los dos tercios iniciales, sobre todo por su gran reparto, en donde destaca Kushtrim Hoxha, que está excelente como Fadil, con unas escenas dramáticas en donde contiene su dolor o su enfado y que está creíble a lo largo de todo su metraje. Adriana Matoshi también realiza una actuación destacada como Hana, la mujer de Fadil, cuyo personaje va ganando protagonismo con el paso de los minutos, y que tiene algunas escenas con una gran carga dramática.
Los principales secundarios son Emir Hadzihafizbegovic como el jefe del protagonista, y Fatmir Spahiu en el de Arsim, el compañero de trabajo de Fadir.
Pero la película tiene algunas cosas negativas, sobre todo en la parte final, sobre todo algunos giros bastante forzados, que hacen que la película no sea tan verosímil como en la primera hora. Por contra me parece bastante buena el trabajo de dirección y la canción cantada por el protagonista y que da título a un proyecto interesante y notable que puede gustar a los que buscan historias diferentes dentro del género dramática en un territorio en conflicto.
LO MEJOR: La actuación de Kushtrim Hoxha. Mantener el interés de la historia durante casi todo el metraje.
LO PEOR: Algún giro en la parte final.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y http://habladecine.com/