Charlot emigrante (C)
Sinopsis de la película
Charlot es un inmigrante que llega a los Estados Unidos en barco desde Europa. Acusado falsamente del robo a una chica, termina trabando amistad con ella, ya que en realidad quería ayudarla dejándole dinero en el bolsillo. En la segunda parte de la película, Charlot deberá hacer frente a un irascible camarero capaz de dar miedo con su simple presencia.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Immigrant (A Modern Columbus) (S)aka
- Año: 1917
- Duración: 25
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Opinión de la crítica
Película
7.5
100 valoraciones en total
Magnífica cinta, sobre todo por el efecto del principio: el balanceo del barco. Que creo que juega con el movimiento de la cámara al principio y luego con una cabina que realmente se mueve.
Como curiosidad, en 1952, cuando se le juzgaba por ser antiamericano, salió a relucir que en esta película daba una patada a un trabajador de la aduana americana… en fin, una chorrada, pobre hombre, lo mal que lo pasaría para estar 20 años fuera de EEUU por haber hecho algo que no era real.
Magnífico corto, que se te hace incluso bastante corto.
Vivir el momento, ese es Charlot.
Creo que el póster anunciador de la película, que es un dibujo muy tierno de la pareja, muy juntos, ante la mesa en el rincón de un comedor, es de un romanticismo perfecto, pero viendo la película resulta algo engañoso ante la trama que se presenta.
La película es grandiosa en toda su elaboración como se afirma, pero no hay que llevarla por caminos erróneos como algunos pretenden, no es un drama dentro del drama de la emigración, hay que saber de qué va la cosa, creo más bien que lo que hay que resaltar es el individualismo de Charlot ante la vida, in-di-vi-dua-lis-mo, per-so-na-li-dad, y de lo que va a presentar en sus trabajos que va a ser clave de su éxito: un alma generosa y la alegría de vivir, así se ganó la admiración por siempre. Charlot va a contracorriente de todo y contra todos, y hay que olvidarse del sentimentalismo barato.
Mientras en el barco de emigrantes, andan todos mareados, Charlot disfruta y baila. Cuando la gente recela de los demás, Charlot admira en secreto a una muchacha. Cuando todo el mundo pide, Charlot regala a la chita callando.
En la segunda parte, Charlot entra a comer a un restaurante muerto de hambre y sin dinero, a pesar del peligroso camarero que amenaza con meter una paliza a cualquier comensal que no pague. Y no le da reparo en invitar a su amada a pesar de ello. Ella se siente inclinada a corresponderlo por verse beneficiada con su ayuda y finalmente se descubre.
128/17(20/06/17) Pequeña Obra Maestra del genial Charles Chaplin (dirige, escribe y protagoniza) en formato cortometraje, uno de los más populares de mítico humorista, relato en que hace una loa a todos esos inmigrantes que viajaron a los estados Unidos en busca de fortuna, de escapar de la pobreza, en pos del Sueño Americano. Centrando primero su historia en la primera mitad en un barco cualquiera que lleva de pasajeros a decenas de estos emigrantes, donde veremos las duras condiciones en que viajaban, y después, ya en tierra veremos las penurias de los comienzos pero combinado con la ilusión, todo ello desarrollado con ese sello tan particular de Chaplin mezclando lo trágico y patético con el humor que brota de las peores de las situaciones. Al parecer el germen del relato fue la referida segunda parte que acontece mayormente en un restaurante, donde el icónico vagabundo se encuentra que tras haber comido no tiene dinero, después de haber filmado esto Chaplin decidió que la razón por la que el protagonista estaba sin plata era porque acababa de llegar en barco desde Europa, y usó esta idea como base para la primera mitad de la película. Inicialmente, Henry Bergman era el jefe de camareros, pero Chaplin lo reemplazó por Eric Campbell, Bergman tras rehacer el corto pasó a ser un artista que traba relación con Chaplin en el restaurante. Este corto fue realizado para la Mutual, compañía para la que Chaplin (que le hizo millonario a sus 27 años) tenía contrato para 12 cortometrajes, describiendo Chaplin su tiempo con este estudio como el periodo más feliz en su carrera. Corto liderado por el homérico vagabundo (para España se conocía como Charlot), puede que el personaje más popular de la historia del Cine, con su imagen legendaria con su bombín, bigote recortado, cabello moreno rizado, zapatones, traje negro con corbatín, llevando siempre un bastón, andares patizambos, siempre con penurias económicas, solitario, humilde, pendenciero, defensor de las causas justas, generoso, noble, un romántico empedernido que despierta ternura y mucha empatía, personaje con el que se pone contra las cuerdas ala sociedad buenista e hipócrita en su comportamiento egoísta y clasista. Entre 1916 y 1917, Charlie Chaplin período construyó su personaje. Entre los doce cortometrajes que luego gira a la Mutua, El emigrante es más notable porque marca un importante punto de inflexión. Aunque sus películas hasta ahora jugaron la carta de la comedia pura, es en El emigrante Chaplin introdujo por primera vez un fondo trágica situación en la que se apoya el humor. Aquí es la situación de los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos: cruzar difícil, malos tratos por la inmigración y la pobreza. Un trepidante y radiante film que maneja de modo prodigioso los gags mezclando el slapstick, el equívoco, la caricatura, la agilidad, ello en miscelánea con elementos emocionales que nos mueven a conmovernos, y en este caso se suma una mordaz carga política al hablarnos de los inmigrantes. Esta vertiente de activista político sobre el tratamiento de los inmigrantes después de su llegada a los USA fue polémica, ya que la Primera Guerra Mundial había creado un clima xenófobo, Chaplin era un ciudadano británico que vive en USA durante la Primera Guerra Mundial y había algunas críticas contra él por no alistarse en el ejército, olvidándose que fue uno de los que recaudó millones en bonos de guerra, además de hacer un gran trabajo para entretener con sus comedias a las tropas (esto acrecentado con el corto Armas al hombro, 1917). Edna Purviance cuenta que le hicieron comer tantos frijoles para completar la secuencia del restaurante que llegó a enfermar. La escena en que Chaplin da patadas a un oficial de inmigración fue citada más tarde como prueba de su antiamericanismo, en la época en que lo forzaron a dejar los Estados Unidos.
Comienza a bordo de un barco de vapor que cruza el Océano Atlántico, y al principio muestra las desventuras de un inmigrante sin nombre, el vagabundo (Charles Chaplin), que intenta sobrevivir como puede, pesca desde la cubierta, juega al póker, o come en el columpio-comedor, y evitando mareo pasajeros. Durante el trayecto conoce a otra joven inmigrante sin nombre (Edna Purviance) que viaja con su madre enferma.
Cortometraje que con una portentosa agilidad encadena gaga sobre gag, alternando formidablemente varios registros humorísticos, desde el desconcertar al espectador (al inicio piensa que Charlot está mareado sobre la borda y en realidad está pescando), el genial slapstick (delirante el modo de alimentarse en el comedor, con la marea haciendo que el plato pase de un comensal a otro), el equívoco tierno (cuando un oficial del barco cree que Charlot está robando a la chica, cuando en realidad está metiéndole dinero en el bolsillo altruista y desinteresadamente), el infortunio (cuando encuentra la moneda y la mete en su bolsillo, y este está roto, solo se da cuenta después de haber comido), y ello en miscelánea con lo dramático, para conseguir emocionarte, como es todo lo referente a la dulce relación de Charlot con la chica. Chaplin demuestra una fascinante pericia en cómo evoluciona la acción de modo en que las imágenes hablen por sí solas, esto consigue con los carteles intertítulos sean escaso, repercutiendo en una dinámica fenomenal. Le falla un tanto su acomodaticio final, un tanto grimante, aunque puede que en su tiempo fuera aplaudido.
No podíamos ser forofos de Charlot y no ver este cortometraje. Una vez más, Charlot nos muestra numerosos gags provocados por fenómenos naturales, malentendidos, meteduras de pata o simplemente las ganas de querer sobrevivir. Nos muestra además la realidad de cómo era el sistema de inmigración de los Estados Unidos y cómo era la travesía que hacían aquellas personas que buscaban una nueva oportunidad en dicho país. Luego las circunstancias de la vida nos llevan a encontrar una solución para ganarnos la vida en cooperación. Charlot siempre tan cómico como siempre, demostrando su ingenio para resolver cualquier problema que se encuentre y dispuesto siempre a ayudar a aquellos más necesitados. Somos humanos con sentimientos, al fin y al cabo. Un 85.
Se podría decir que todas las películas mudas de Chaplin (1914 – 1936) tienen un denominador común, Charlot, siendo este un personaje muy bien definido con su bombín, bigote recortado, sus zapatos característicos, un hombre de clase pobre, desamparado, solitario, humilde, aventurero, enamoradizo y que además es bondadoso, generoso pero también ingenuo y tierno. En definitiva, el paradigma de un hombre anclado en los valores más puros del primer cristianismo, eso es Charlot. Y con el, Chaplin busca retratar a un personaje ejemplar en una sociedad que quizás no lo es tanto (suele resaltar el materialismo de la misma en sus películas).
Pero sobretodo, Chaplin busca hacer reir a los espectadores. Sus mediometrajes buscan la comedia sin muchas más pretensiones, especialmente en sus primeros filmes de la década de los 10 (primeros sí, aunque puedan ser perfectamente unos 50). Así, hace uso del slapstick, con montones de gags, caricaturas, histrionismos… y siempre con su historia de amor de final feliz, dando igual lo que sea Charlot (boxeador, bombero, papelista… o un simple vagabundo) o en donde se encuentre (en el parque, en la playa, en el teatro…).
A todo ello (el gran personaje de Charlot unido a su nivel cómico) se le debe unir otro componente emocional, a veces dramático, que tienen sus películas. Aunque, es cierto, que si los otros dos rasgos siempre están, el emocional no siempre lo consigue de forma tan eficaz (quizás tampoco lo busca siempre). Es precisamente en películas como esta (Charlot, emigrante) o en posteriores como El chico (1921) o La quimera del oro (1925) en donde Chaplin consigue llegar a un nivel de perfección emocional inusitado, uniendo el drama con la comedia, la pena con la alegría, la lágrima con la risa.
Esa es precisamente la base de Charlot emigrante, siendo, quizás (no las he visto todas), la primera película de Chaplin en la que se consigue esta conjunción tan sublime. Pero además, la calidad de los gags me parece incluso mejor que en otros de sus films sin abusar tanto del mamporrazo del slapstick (véase en el spoiler). A destacar también el gran nivel expresivo que muestra Chaplin, también Eric Campbell (el camarero) lo hace muy bien, mientras que Edna Purviance está más gris, pero pasable. Por último, algo que me parece muy destacable, es el nivel en la narración, la historia es simple buscando las emociones del espectador, muy clara, y sin utilizar apenas carteles de diálogos, lo que habla maravillas de la interpretación y de la manera de enfocar el filme, como director, de Charles Chaplin.