Catalina la Grande (TV)
Sinopsis de la película
Rusia zarista, siglo XVIII. La zarina Isabel concierta la boda de su hijo Pedro I (1682-1725) con la Gran Duquesa Catalina (Zeta-Jones), una deslumbrante joven de origen alemán. Pero Pedro, incapaz de consumar el matrimonio, cada día que pasa detesta más a su esposa. Mientras tanto, ella se refugia en los brazos de un teniente del ejército del que se enamora. Tras quedar embarazada, Catalina descubre que su amante seguía instrucciones de la zarina para asegurar la descendencia de los Romanov. Miniserie televisiva de producción mayoritariamente alemana.
Detalles de la película
- Titulo Original: Catherine the Great (TV)
- Año: 1995
- Duración: 180
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Opinión de la crítica
5.1
25 valoraciones en total
Biopic histórico sobre la emperatriz Catalina II de Rusia (más conocida como Catalina la Grande ).
En esta teleserie germana, dividida en dos partes, se nos describe desde la llegada de Catalina a la Corte hasta su asentamiento como única soberana de Rusia con poder absoluto. Entre medias su personaje se verá envuelto en romances, intrigas, traiciones y estrategias políticas que la marcarán hasta llegar a las cotas de poder que siempre soñó.
No cabe duda de que estamos ante uno de los personajes más atrayentes, enredados, fulgurantes y relevantes de la historia universal (y la mujer más poderosa de todos los tiempos). Catalina la Grande, que llegó como futura consorte del Zar de Rusia y acabó por revelarse con un Golpe de Estado y ser proclamada Emperatriz de toda Rusia (con ella Rusia experimentó el mayor crecimiento geopolítico de su historia (llegando hasta Alaska) y el gigante euro-asiático es lo que es hoy gracias a aquellos años de la Edad de Oro de Rusia… que supusieron una evolución en el territorio… pero ninguna evolución en su sociedad (reaccionaria y represora, de contrastes y sin clase media… con la mayor parte de su población esclavizada)), fue una mujer de enorme inteligencia y cultura, una estratega política de inigualable talento, una ambiciosa desmedida, una revelada picaflor sin disimulo (jamás se sintió cohibida a la hora de tratar con naturalidad sus escarceos por el hecho de ser mujer) y… también una asesina sin remordimientos.
Pero en esta ocasión no estamos ante un largo audiovisual que esté al nivel de tan grande, recóndito y destacado personaje femenino. No, Catalina la Grande no tiene la calidad ni de lejos que pueden ofrecernos otros biopics de interesantes gobernantes como el Lincoln de Spielberg y Day-Lewis o la Elizabeth de Cate Blanchett.
A Catalina la Grande le falta mucho en numerosos aspectos para llegar a dar algo memorable de un arte sublime. Es cierto que tampoco se le puede pedir a un telefilm al uso de los 90 una banda sonora inolvidable y mágica a lo John Williams, una fotografía a lo Steven Soderbergh, un diseño de producción al estilo de los hermanos Weinstein… así que, como era de esperar, Catalina la Grande no lo da. Con una banda sonora atinada pero olvidable, una fotografía que no molesta pero que es del todo vulgar y bastante mejorable (a pesar de contar con localizaciones excelentes y majestuosas), una elección de encuadres mediocre (hay composiciones de planos bastante feas, todo sea dicho. Basta con observar los primeros segundos del telefilm) Catalina la grande no deja de percibirse en todo momento como un telefilm abaratado y poco admirable que no sorprende artísticamente jamás al espectador en su aspecto visual (quitando un vestuario fascinante).
Su sensación de ser de ocasión también se da en su desarrollo argumental (más culebronesco que dramático), que deja al espectador más indiferente y apático de lo esperado. Y es una lástima, porque con la cantidad de conspiraciones, dramas intensos y avatares políticos que se dieron en la vida de la Zarina (y de los que la rodearon en la Corte), en Catalina la Grande los vemos desarrollados torpemente y con demasiada simpleza. No hay atisbos de profundidad alguna en este telefilm donde todos los acontecimientos están mal diseñados, expuestos y evolucionados, donde los personajes no muestran ni motivación ni precedente alguno para sus actos, donde las situaciones políticas y las argucias carecen de base, calado y persistencia, y donde las contradicciones que descolocan al espectador se dan inintencionadamente.
En definitiva, Catalina la Grande pasa demasiado por la superficie (y con algo de redundancia) en sus acontecimientos. Se dicen muchas cosas pero no se muestra nada con enjundia… y por ello nada consigue calar con emoción. Se pudo hacer un largo con más profundidad, calado, matices y emoción.
Aun así, su temática y su colección de conspiraciones y estrategias hacen que Catalina la Grande al menos sea algo distraído (muy terriblemente tendrían que desarrollarse los acontecimientos políticos y las negociaciones para no interesar mínimamente), y cuenta con la ayuda de un reparto en estado de gracia que da todo lo que puede a sus desdibujados (algunos hasta caricaturas como el personaje del Zar Pedro III) personajes (Catherine Zeta-Jones tampoco es Daniel Day-Lewis como Lincoln ni Cate Blanchett como Elizabeth ni Meryl Streep como Thatcher, pero ésta es una de sus mejores interpretaciones y consigue elevar el producto con excelencia. Aunque quienes más destacan son Jeanne Moreau como la Emparatriz Isabel y Omar Sharif como su amante) y de una realización que, a pesar de ser de los más mundana, al menos es concisa.
Lo peor: Los créditos iniciales que lo destripan todo, la superficialidad en su desarrollo.
Lo mejor: Jeanne Moreau, Catherine Zeta-Jones. El vestuario.
Curiosamente esta biografía de Catalina la grande, con el mismo nombre de su actriz principal, la hoy formidable Catherine Zeta Jones, llegó a la televisión en un momento en que no se esperaba.
Dividida en dos partes, conforma una de las miniseries más destacables de los noventa. Para empezar he de decir que a C. Zeta se la ve en una faceta distinta, en un papel refinado y todo un reto interpretativo para su juventud en aquel momento. Catalina la grande está representada en todas sus facetas: como gobernante, como amante y madre. Tanto Chomsky como John Goldsmith han hecho una aproximada representación de la emperatriz. El resto del reparto está un John Rhys Davies desconocido y la reina madre también francamente destacable. La música esta compuesta por unos acordes sencillos y para nada recargados. La película arranca con Catalina involucrada con Sergei Saltikov, el resto os invito a que la veais si podéis a todos aquellos que tengan curiosidad en la biografía de Catalina, nunca había visto una película de ella. Espero que os guste.
Película normalita, bastante larga, con buenos actores, principalmente británicos.
Buenas interpretaciones, un par de escenas de sexo.
Película muy correcta históricamente y una jovencísima y bella Catherine Zeta Jones en el papel de la reina.
Para pasar el rato, nada más.