Carved
Sinopsis de la película
30 años después, un pueblo es aterrorizado por el espíritu de una mujer cuya bella cara fue brutalmente desfigurada por el celoso de su marido. Avanzando por las calles con un abrigo largo y una máscara de cirugía, el espíritu se aproxima a las jóvenes víctimas y, mientras se quita la máscara, les pregunta… ¿ Soy guapa ?
Detalles de la película
- Titulo Original: Kuchisake-onna
- Año: 2007
- Duración: 90
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargarte una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te citamos un listado de opciones de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4.2
31 valoraciones en total
Los interesados en la cultura pop/underground de Japón pueden satisfacer su curiosidad sobre las miles de leyendas urbanas que pueblan la Historia del país.
Fantasmas, monstruos, espectros alimentan la imaginación de los morbosos, que los han trasladado al cine, a la literatura, a la televisión o a los videojuegos.
Pues una de las más famosas historias del folklore es la de la llamada Kuchisake-onna (o mujer de la boca cortada ), la cual lleva siglos transmitiéndose en una amplia gama de variaciones narrativas. Históricamente la esposa de un samurái que por su infidelidad fue castigada con un severo corte de oreja a oreja, como siempre ha sucedido en estos casos, la mujer en el Japón feudal es ignorada y utilizada hasta que pasa a convertirse en un onryo, entonces es temida y su leyenda se extiende. No muy diferente de la protagonista de Bancho Sarayashiki o Yotsuya Kaidan , la venganza guía a este espíritu errante y aterrador.
Y a aprovecharse de la leyenda para transcribirla a nuestra época, eso debieron pensar los señores que contrataron a Koji Shiraishi y le pusieron de director. En ese momento es el año 2.007 y el horror de tierras niponas no deja de acumular títulos y más títulos, quedan muy lejos las genuinas The Ring , Ju-on y Kairo , que gozan ya de sus obligadas y vomitivas versiones made in U.S.A. . Sion Sono se lía la manta a la cabeza y realiza Exte , ingeniosa parodia del género de la que se sirve para disfrazar un duro drama familiar. Quizás ya no se puede rascar más…
Desde luego Shiraishi lo intentó…más bien, se empeñó. Si bien ahora su carrera se debate entre diversos géneros y estilos, ésta empezó y prosiguió durante un buen trecho en el terror hasta el punto de encasillarse en el mismo rozando una cada vez más acusada mediocridad, sólo el mockumentary Noroi está entre lo más potable de su filmografía temprana. Con guión de Naoyuki Yokota, quien también escribió ésta última, el director nos intenta vender el escalofriante mito de Kuchisake-onna adaptándolo al siglo XXI, y el resultado es cuando menos discutible.
La trama empieza con la acostumbrada leyenda urbana pasando de boca en boca entre los habitantes más jóvenes de un pueblo que tras un terremoto (que no viene a cuento de ABSOLUTAMENTE NADA) sufrirá la ira del conocido onryo. Aquí, como en The Ring , se habla y se habla de lo que se supone que es este espíritu pero obviando sus aterradores (y, ¿por qué no?, fascinantes) orígenes. Entonces empiezan a desaparecer niños, lo peor de todo es que para construir el argumento y sus resortes han de introducir a personajes con sus propias subtramas dramáticas, y todas girando alrededor de un solo tema: la violencia familiar.
Un tema ya obligatorio del j-horror . Más historias de familias disfuncionales y maltrato a los hijos, al menos Yokota se atreve a enfocarlo desde un punto de vista un tanto particular e interesante: la violencia únicamente por parte de la madre, algo tabú en nuestros días e imposible de tratar en el cine. Por eso nos cuelan dos protagonistas decididos a resolver el caso de los secuestros, ambos profesores de los niños que están desapareciendo, aquejados por experiencias traumáticas: por un lado Kyoko, cuya hija le odia y vive con su padre, por otro Noboru.
La presencia de la primera incomoda hasta límites inimaginables, no sólo porque Eriko Sato sea una pésima actriz, sino porque se nos obliga a simpatizar con su repulsivo personaje, el cual sí que se merece que le rajen la boca de oreja a oreja. El segundo irá revelando su estrecha relación con la mujer cortada, y de aquí nace algo que me crispa los nervios: solapar la leyenda del famoso onryo con el tema del maltrato infantil antes comentado (ésta pasa de ser una esposa infiel a una madre enferma y psicópata). En compensación por la estupidez y violencia de los adultos, son los hijos (los más pequeños) quienes ayudan a resolver el caso con su ingenio y lucidez.
Y si este discurso con el que quiere aleccionarnos Shiraishi no podía caer más bajo ahí están los personajes de Mayumi y Mika, madre e hija en las que se ve reflejada la protagonista y con quienes se pretende hacernos tragar lo intragable: que aún hay esperanza para una reconciliación maternofilial…imposible a todos los niveles cuando previamente hemos visto a esa madre golpeando e insultando a su hija, no es un personaje que en la muerte merezca alcanzar la redención, sino morir de la manera más horrible sin más. Desde luego las piruetas del guión son ininteligibles.
Y más aún cuando éste confiere al fantasma asesino unos poderes de posesión que permanecen inexplicables. Quizás se podría señalar como algo positivo la extrañeza siempre presente en ese clima viscoso, ahogado por los tonos terrosos de la fotografía de Shozo Morishita, en cuestiones artísticas, a mí me gustaría agarrar las tijeras de Kuchisake-onna y cortarles a todos la lengua, salvo a la pequeña Rie Kuwana, que hace un esfuerzo en su complicado papel. Para rendir tributo a Hideo Nakata y Takashi Shimizu, de cuyo estilo y herramientas para provocar terror se hereda bastante, aparece Yurei Yanagi brevemente.
Aunque Shiraishi está más cerca de las aberrantes paranoias de Ataru Oikawa que de la sobria y cuidada tenebrosidad de Nakata. Mezcla de terror, slasher y mucho y muy amargo drama familiar (y escolar) tópico hasta la angustia que navega sin rumbo fijo desde su inicio.
Por lo menos acierta en algo con su inesperado (que no sorprendente) colofón en cliffhanger : no hay reconciliación posible entre madres e hijos, pero si esto no es suficiente un año después Kotaro Terauchi se encargaría de una secuela, que deja ya sin palabras. Imaginen si es mediocre que ni los americanos hicieron un remake …
En principio no tenía intención de realizar la crítica ya que el contenido del filme no me daba nada decente sin perderme en un desarrollo sobre-adjetivado plagado de insultos hacia los padres del director, su abuelo, su primo el del pueblo y esa mascota que tanto amaba cuando era niño.
Después de una hora y cuarto de hastío imperdonable, me conciencié en evitar que nadie más pasara por el calvario al que voluntariamente me había sometido.
La pregunta era: ¿Como os convenzo de que no la veáis?
Lo primero es ganarme vuestra confianza como amante del cine de terror que es lo que nos concierne ahora. Entrad en mis estadísticas, veréis que he visto una buena cantidad de cine de miedo. Como esto no creo que llegue, ordenáis mis votaciones por géneros, vais a la sección de terror y comprobad in situ que mi nivel de empalmamiento con este género es grande, comparad notas y veréis.
Muy posiblemente nadie hará lo que arriba le indico y aunque alguien lo haga, le importará una mierda y pensará ¿Y que me cuenta este tío?
Si el plan A falla y aún no te he convencido, usaré mi plan B: la demagogia.
¿De verdad quieres ver otra película asiática de terror? ¿No estás cansado de pelos largos sobre la cara, niños o mujeres pálidas e historias tristes de muertes en la infancia de alguien? ¿No te ha llegado toda la sarta de mierdecillas que se han hecho en estos últimos 5 años? ¿No te apetecerá más volver a ponerte La Maldición ? ¿Y si ves otra vez The Ring ?
Si con todas estas tonterías sigues interesado usaré mi gran baza, mi as en la manga, mi una siendo la mano, mi último condón en la cartera:
Es peor que las versiones americanas de películas asiáticas con sagas incluidas, pero no hablo de Naomi Watts y su anillo, hablo de Pulse , Pulse 2 , The grudge , The grudge 2 , The eye , etc. Esto te acaba de dejar frío, ¿verdad?, quizá te empiece a picar la curiosidad, ¿Será tan mala? ¿Será eso posible?
Sólo diré una cosa más… luego no digas que no te avisé.