Cargo

5 comentarios en «Cargo»

1. Ubicada en el semidesértico paisaje que nos brinda Australia, Cargo es un largometraje que lleva a este formato el brillante cortometraje del año 2003 con el que comparte nombre (y dirección).
   
   La vi anoche con cierto interés tras la agradable sorpresa que me llevé con el corto arriba mencionado. He de deciros que esta apuesta de Netflix no me resultó gran cosa…
   
   El inicio de la película es bueno: cuando se hallan en ese barco y navegan por el río todo va bien pero, cuando los protagonistas toman tierra, al poco rato, el guión hace aguas.
   
   Las decisiones que toma el padre de la criatura, como su forma de reaccionar en algunos momentos, (véase cuando está dentro de cierto vehículo siniestrado -minuto 26 aprox.-, o como cuando lidia con cierto obstáculo al final de un túnel de tren -1h y 20min aprox-), hace que la película pierda realismo.
   
   Obviamente tampoco me esperaba encontrar al superviviente definitivo, un Rick Grimes australiano pero vamos… me llevé decepción con él, no es nada convincente su personaje.
   
   Tampoco la forma en la que trataron la infección del virus fue, a mi parecer, para tirar cohetes: Me refiero a las fases en la transformación en un no muerto, con esos ataques repentinos que luego, con una cabezadita remiten, para luego volver y que uno sea ya un zombi, pero bueno, se duerme de nuevo y se soluciona ésto.
   
   En la película no todo es negativo: Hay alguna que otra escena interesante, luego la ambientación está trabajada, toda en el campo eso sí. (No esperéis ver Sídney tampoco).
   
   En definitva: no es un bodrio pero tampoco es gran cosa.
   
   Mi crítica del corto del 2003: https://www.filmaffinity.com/es/user/rating/936021/222414.html#
   
   Gracias por leer.

2. Es una película sin grandes luces y sombras, pero sí tiene cierta originalidad al caminar por el género del terror y del cine apocalíptico sin exagerar escenas sangrientas y violentas con los zombies que en ella transitan. En mí opinión no provoca terror en ningún momento, pero está claramente planteado aunque se desconocen las causas el tema apocalíptico y está la esperanza de la supervivencia en el planeta para aquellas personas que a tiempo supieron huir de las grandes ciudades a zonas rurales.
   
   También tiene fe en el ser humano y bastantes empatías, afectos y ternura. Martín Freeman discreto y no mucho más, como nos tiene acostumbrado. Un elenco donde tampoco nadie descolla.
   
   Película que entretiene e intenta dejar un mensaje, con un buen guión.

3. En 2013 salió un corto llamado Cargo, y ahora un par de productores de The Babadook pusieron la tarasca para hacer un bodrio de casi dos horas.
   
   No inventa la rueda, obviamente, y llega en un momento crítico del cine de género zombie, y que, en éste tipo de pelis tenés que ser muy imaginativo, original, sino vas al fracaso directo.
   
   El desarrollo de todos los personajes es una mierda, incluyendo a su protagonista, Martin Freeman, que siempre está tirando de sus mismas expresiones, caras, gestos, si lo ponías haciendo de Bilbo o de Watson, o en el personaje de Black Panther, daba lo mismo, porque el tipo actúa siempre igual.
   
   A los zombies no los muestran mucho, probalemente para poner foco en el drama, y dejar de lado las escenas de horror, y salió mal, porque cuando aparecen son de risa, y para marcar diferencia, estos expulsan desde sus cuerpos una especie de miel… si, de miel… WTF! Explicáme eso si te la querés tirar de original. He visto películas de zombies a los que les hace mal la luz y hasta tienen una explicación.
   
   Si hay algo para rescatar es la fotografía la cual te hace sentir que es una peli de gran presupuesto, y un entorno que con poco muestra bastante de ese mundo post- apocaliptico.
   
   Aburrida como la mierda, con un final al que se le notó la falta de desarrollo y que, si aparecían los Avengers para salvar a Freeman me la hubiera creído más.
   
   Esto vendría a ser la versión payasesca y trucha de ‘The Road‘ de Viggo Mortensen. Y por último, un detalle no menor: A Netflix Original Film.

4. Empieza la película con el logo de Netflix a toda pantalla, rojo sobre blanco. Aún no he entendido si eso significa que es una película Netflix a todos los efectos, subvencionada por Netflix o que simplemente forma parte del catálogo de Netflix, pero el caso es que el concepto Netflix ha adquirido un aura de calidad que hace que inmediatamente asociemos cualquier cosa que lleve su firma a una expectativas considerables, expectativas que Cargo se queda bastante lejos de alcanzar.
   
   Como sucede en muchas de estas películas que arrancan con el logo de Netflix, signifique lo que signifique, Cargo no ha parecido sufrir estrecheces prespuestarias y se ha convencido a gente famosa, en este caso Martin Watson Freeman, sufriendo de lo lindo fuera de su zona de confort cómica. El dinero está a la vista en la fotografía y en la ambientación que recrea una Australia zombificada postapocalítica. Pero como también sucede en estas películas-relacionadas-de-alguna-manera-con-Netflix, el producto final es frío y desangelado, con una idea central de cierto potencial pero mal ejecutada. La sensación es de desequilibrio entre ciertas áreas técnicas para las que parece que se pudo contar con profesionales y otras en las que sólo había disponibilidad de amateurs o escaso presupuesto. Bajan el nivel elementos como la dirección -soporífera, arrítmica-, la música -he visto mejores bandas sonoras jugando al Spectrum- , el guión -incapaz de llenar las transiciones entre las escenas interesantes con algo distinto a amaneceres y atardeceres-, los efectos especiales -el comportamiento de los zombies oscila entre lo esperpéntico y lo errático- o los actores secundarios.
   
   La sensación final es de cutrez y sólo despedazando Cargo en sus partes es posible encontrar elementos positivos como los ya comentados -fotografía, ambientación, ciertas ideas- o momentos que realmente impactan al espectador y están al nivel de The Walking Dead. Todo lo demás es aburrimiento y ridiculez.

5. A estas alturas, y mientras la cosa no cambie, parece claro que Netflix no hace cine bueno, por lo general.
   
   Esta nueva propuesta cuenta con Martin Freeman, un actor convincente muy popular por Sherlock y El hobbit . Pero aunque su trabajo es más que aceptable, no por eso la película destaca demasiado.
   
   Es un film de zombies, pero apenas se ven, y salen pocos y muy poco. Además están muy mal hechos y casi siempre se ven de espaldas o de lejos.
   
   Es un thriller de pocos personajes, pero no pasan grandes cosas ni percibo demasiada emoción o tensión.
   
   Se desarrolla en Australia y ni siquiera han sabido aprovechar bien sus bonitos paisajes.
   
   Es de esas películas en las que te pasas un buen rato esperando a que arranque de verdad, y para eso tiene que transcurrir más de la mitad del tiempo.
   
   En el fondo no se le puede exigir que esté a nivel de The walking dead una producción que claramente es de bajo presupuesto y que más bien pretende ser minimalista, casi en plan La carretera , pero podrían haberlo hecho mejor.
   
   Cuando llega el momento en que se encuentra con la niña y su perjudicado padre, la suspensión de incredulidad se va al garete.
   
   Y si no fuera por eso, la lentitud de la trama, la escasez de personajes interesantes y la casi total ausencia de terror o acción termina de rematar la faena de muy mala manera. Y eso por no hablar de esos zombies avestruces que meten la cabeza en tierra o todo el ridículo rollo con los aborígenes australianos. ¡Lamentable!
   
   Para colmo de males, cuando ya lleva prácticamente una hora, los que han hecho la película parecen haberse dado cuenta de lo mal que les estaba saliendo, y comienza un burdo, patético e inútil esfuerzo por volverla más interesante. Lo malo es que, a los pocos minutos, vuelve a su tedioso estilo ya sin más remedio.
   
   Desde luego, Netflix no va a ganar muchos abonados con cosas como esta. Menos mal que su catálogo de series es mejor.