Candidata al poder
Sinopsis de la película
Tras la muerte del vicepresidente de los Estados Unidos, el Presidente designa como sustituta a la senadora Laine Hanson. Su capacidad y su carácter son cuestionados cuando sale a relucir su poco convencional vida sexual ya desde cuando estaba en la universidad. Interrogada sobre el asunto y sobre su promiscuidad, ella se niega a responder, no está dispuesta a dar explicaciones ni al Congreso, ni a sus adversarios, ni a su familia, ni al Presidente.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Contender
- Año: 2000
- Duración: 126
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Opinión de la crítica
Película
6
99 valoraciones en total
Tendinoso drama político estadounidense de inmorales conspiraciones e intrigas en las que el presidente de los Estados Unidos (Jeff Bridges) se ve en la decisión de proponer (sí, en US.A. no se designa a dedo como en España, y se propone con un comite independiente que puede o no aprobar el nombramiento) a un nuevo vicepresidente para su gabinete: a la senadora Hanson (Joan Allen). Pero ese puesto está muy codiciado y el gobernador Hathaway (William Petersen) lo ambiciona más que nadie. Y así se inicia una lucha encarnizada en la sombra entre los bandos y las camarillas conspiradoras para hacerse con el poder.
Hace poco vi la estupenda Primary Colors por casualidad y, si bien a Candidata al poder le falta un pelín para llegar al nivel de esa cinta, me recordó mucho a aquella en su matiz y exposición del mundo de la política por la forma que tiene de destapar esa bonita alfombra y enseñar en su esplendor toda la mierda que se esconde debajo de las figuras políticas, fascinantes en su perversión y vileza.
Reconozco mi fascinación por el mundo de la política y el no poder evitar cierta seducción traviesa por los film de conspiraciones políticas que ofrecen villanos de verdad, no matones sin cerebro, sino amorales estrategas capaces de clavarse con más o menos elegancia las más inteligentes puñaladas traperas. Si a eso le sumamos que Candidata al poder tiene un alegato que no por ser feminista resulta menos falso (la mujer que aspira al poder es negativamente ambiciosa y debe ser escrutada, pero el hombre que aspira al poder es un hombre valiente y arrojado al que no se debe cuestionar), y que además nos muestra el sistema político estadounidense que, al contrario que el español, no pasa (ni premia) ni una sola corruptela o indiscrección personal de sus políticos… a mí personalmente éste me resulta un film ideal.
Porque el film ofrece un gran juego sucio, grandes y maliciosas manipulaciones, demagogos al límite, glamurosos puñeteros, maestros de la mentira, épicas puñaladas traperas, y un pequeño puñado de personajes con ética, principios y lealdad que luchan en soledad en la ahogante ensalada de todo lo contrario.
Candidata al poder no destaca por su fotografía o su realización que es más bien de telefilm de fin de semana, pero hay que reconocer que tiene una premisa muy poderosa, el guión es maduro, medrado, perspicaz y detallista, y la construcción de sus personajes es impoluta… unos personajes interpretados de manera portentosa por todos y cada uno de los actores…
Película pasable, con buenas interpretaciones, pero sin pasarse. El resto es spoiler.
Les pondré en situación: cuando vi el trailer se me pusieron los dientes largos y convencí a mis amigos para asistir a un vibrante thriller político repletito de pérfidos congresistas, sucios informes de detectives privados, ceños fruncidos y agrias discusiones en el despacho oval. Al final, me conformé simplemente conque no me partieran la cara a la salida del cine, porque Candidata al poder es, como dirían en Cahiers du cinema un tostonazo del siete. No, en serio, es una plomiza reflexión sobre el sistema electoral estadounidense que argumentalmente es incapaz de despertar el más mínimo interés en cualquier ser humano que no esté especializado en derecho político, porque las tribulaciones de Joan Allen acaban importándonos más bien poco. El reparto es solvente y hace lo que puede, pero es dificil lucirse cuando tus líneas son del estilo de recurriremos a la XXX enmienda o nunca permitirán que entres en el sistema . Apasionante, como podrán suponer.
Que buen cine se hacía hace casi veinte años. Había propuestas para todos los gustos, ahora la industria se ha decantado por esas grandes súper producciones que producen un montón de dinero en taquilla… Y lo entiendo, esto es un negocio y las empresas buscan ganar. Todavía recuerdo cuando al cine se le llamaba el séptimo arte, porque aún vendiéndose como artículo de mercader, no se despreciaba el cine de calidad, muy cuidado, con buenos diálogos, el mismo que daba título a una expresión artística.
En ocasiones leo críticas de gente muy joven que valora, en general, el cine clásico de los años 40, 50, con notas que jamás darían hoy a esas mismas películas del cine actual de relleno.
Candidata al Poder, es el reflejo de la lucha por alcanzar la vicepresidencia, de una mujer con un pasado con manchas, y sus competidores, que no dudarán en emplear todas las argucias para boicotear cualquier posibilidad
.
Correctamente interpretada, y dirigida con pulso firme, nos traslada a buen ritmo, por los lugares mas podridos, donde queda reflejada la miasma de una sociedad sin rudimentos ni escrúpulos.
Una película esencialmente de actores, y ¡qué actores! El que más me gustó, el todoterreno Gary Oldman, se transforma totalmente aquí para dar vida a un política más corrupto todavía que el ya de por sí corrupto ambiente de Wahington. Una transformación que llega incluso a ser física, mostrando en su decadente apariencia exterior la propia decadencia de los valores y la moral del personaje que interpreta. Como siempre, me quito el sombrero ante este pedazo de actor, bastante infravalorado en el panorama actual.
Joan Allen, que sin ser mi actriz favorita por resultarme algo antipática, se cuenta sin embargo entre los diez mejores actores de los EEUU, según opinión de sus propios colegas de profesión. En esta película encarna con dignidad a una aspirante al poder en el machista y corrupto ambiente de Washington. Comedida en su actuación, cumple holgadamente con su papel, aunque ya digo, esta actriz no me acaba de llegar.
Como curiosidad, apuntar que el magnífico Grissom de CSI Las Vegas aparece en esta película, aunque esta vez vestido de impecable esmoquin. El actor William Petersen, siempre tan solvente y con esa profundidad intelectual que sabe aportarle a cada personaje suyo, no se explica que no haya sido descubierto y disfrutado por el gran público hasta tan tarde, con CSI, como no sea por su irrefrenable amor al teatro.
En definitiva: una película donde lo mejor son los actores, todos como la copa de un pino (incluído el guaperas Jeff Bridges). Lo peor: esa pedantería y moralina americanas, que dan al traste con nuestras esperanzas de ver los tugurios del poder de Washington tratados de forma más realista.