Blood: El último vampiro
Sinopsis de la película
Una nueva raza de vampiros ha surgido de la oscuridad. Están entre nosotros, acechando sedientos de sangre en busca de nuevas víctimas. Una guerra silenciosa entre vampiros y humanos ha estallado. Una organización secreta ha sido designada para limpiar el mundo de esta amenaza. Entre sus mejores agentes se encuentra una misteriosa muchacha llamada Saya, cuyo carácter frío y calculador la convierten en la mejor cazadora de vampiros. Por todo ello ha sido escogida para llevar a cabo una peligrosa misión: infiltrarse en una base militar estadounidense situada en Japón e investigar si la serie de misteriosas muertes ocurridas recientemente tienen relación con los vampiros. Remake con actores de la película anime del mismo nombre dirigida por Hiroyuki Kitakubo en el año 2000.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blood: The Last Vampire
- Año: 2009
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
4.5
20 valoraciones en total
No conozco el anime que adapta el film de Chris Nahon pero según los aficionados al manga parece ser que es una adaptación poco fiel según he leído. Yo me lo creo y analizaré el film como si fuese una película independiente.
Se trata de un film de acción sobre una cazavampiros que es también vampira y trabaja para el gobierno eliminando chupopteros. Lo bueno del film es la manera en que Saya, la protagonista, aniquila a los vampiros. Y sobretodo la cantidad. Hay una escena sobre la media hora de película en que se cepilla hasta a el apuntador y de todas las formas posibles, decapitaciones, desmembramientos y demás lindeces. Veremos mucha sangre, lo malo es que en la mayoría de casos, digital, restando impacto a alguna secuencia.
Lo peor del film sin duda las actuaciones, no se podía coger un reparto peor solo salvando y además con aprobado justito a la prota Gianna Jun y su cara de si me toca los ovarios te destrozo. Mejor no mencionemos demasiado a Alison Miller en un papel que no tiene ninguna razón de ser en este film.
En resumen una película llena de acción con mucha sangre y gore que pasa volando su hora y media. Recomendada para fans de la acción con espadas y desmembramientos. Otro tipo de público mejor abstenerse.
Con esa afirmación, la del titulo, lo digo todo, y es que antes de ponerme a verla no esperaba una obra de arte, ni grandes actuaciones y menos un guión complejo y desarrollado, solo esperaba ver una película sencillita, cargada de acción, llena de efectos especiales, escenas de lucha a espada y sobre todo, sangre, sangre y más sangre.
Lo dicho anteriormente es sobre la película en sí, otra cosa es su valoración como remake, fracaso rotundo, pero es lo normal, rara vez existen remakes de películas o series de animación que estén a la altura de sus predecesoras, y en esta película diría que la causa principal es el entorno oscuro, tenebroso y sombrío que rodea a Saya, personaje central de la película, algo difícil de conseguir en películas normales, con directores de tercera fila.
Pero puestos a criticar el pasado, se podría decir, que con respecto a sus origen, hay que añadir, que Blood, es originario de un manga de Benkyo Tamaoki, donde aparte de una trama magnifica, escenas de acción, y mucha sangre, existe un elemento que no se nos muestra ninguna de ambas películas y es el erotismo de Saya, y es que aparte de sus poses sensuales aparece desnuda y de forma provocativa (esto se lo tendrían que replantear los productores, si en futuro quieren volver a hacer otro remake, seguro que atraería a jóvenes y adultos con las hormonas alteradas y seguro que seria mejor valorada).
Si eres fan, te la recomiendo, en cambio sino lo eres, solo lee mi primer párrafo y si te agrada lo que has leído, pues a verla, sino mejor que no, seguro que tendrás cosas mejores que ver.
No puedo decir que Blood: El Último Vampiro no me haya dado lo que me esperaba de ella, pues buscaba una cinta de acción con muchas peleas, katanas, efectos especiales y muertes a tutiplén. De acuerdo esto es así, y dado que es una producción hecha en Hong Kong y con un presupuesto muy modesto pues tampoco se puede esperar una joya, pero hombre, por favor, que esto es una película del 2009… es que hay efectos de pirotecnia que son lamentablemente malos y hacen que la valoración general del producto baje algunos puntos. Es una lástima porque a poco que hubiesen invertido en el aspecto técnico, el apartado visual le habría dado un empaque mucho más atractivo a la película.
El guión no es ninguna maravilla, gira en torno a una chica llamada Saya (Gianna Jun), que al ser mitad humana, mitad vampira, este mestizaje la convierte en una excelente cazadora de vampiros. Saya se dedica en cuerpo y alma a acabar con todos los vampiros que se cruzan en su camino, con la ayuda de una sociedad secreta de humanos, y busca matar a Onigen, la más poderosa, antigua y despiadada de todos los vampiros. Como dije anteriormente, la historia no es que sea precisamente admirable, tampoco las interpretaciones son buenas, de hecho, es un filme sencillamente destinado a la acción y a los combates con katanas. Madre de dios, aquí no se libra ni el Tato, a lo largo del metraje hay verdaderas escabechinas con muertes/asesinatos de todo tipo. Cabezas volando de un tajo, extremidades cercenadas con precisión quirúrgica, sangre por un tubo, más sangre y mucha más sangre… vamos, que ya te haces una idea de qué va el filme, ¿no?
Sobre las actuaciones: Gianna Jun está bien en su papel. Hay que joderse con la chinita, es una auténtica máquina de matar (ríanse ustedes de Blade, a su lado es un puto monaguillo) y, además, me ha encantado el papel de tipa dura cuando lanza esas miraditas diciéndote mentalmente: como me vaciles te meto una ostia que te arranco la cabeza. Alison Miller (la coprotagonista podríamos decir) no pinta nada en esta historia. No es que la hayan metido con calzador, es que la han metido a martillazos. El resto de secundarios ni fu ni fa, están ahí para aparecer sus minutillos y para palmarla.
En el aspecto técnico quiero destacar que tiene una buena fotografía (como suele ser por regla general en las cintas asiáticas). Pero sus efectos especiales, a pesar de que tiene algunos que están bien (como las escenas de lucha en las que los vampiros vuelan, van bajo tierra, o se camuflan en remolinos de viento y hojas secas), la mayoría son muy patateros. Y es una pena porque las coreografías en las peleas de katanas no están mal, pero la sangre está hecha por ordenador y destroza todas las secuencias de acción. Repito, fatal los efectos digitales de la sangre, de verdad. Son unas gotas que salen de manera totalmente irreal, muy mal. Es que para eso prefiero antes el ketchup que se utilizaba en las películas de serie B de los 70.
No comienza mal, pero va a menos y acaba haciéndose larga (y en una película que dura 85 minutos es mucho decir). Las peleas a katana son todas iguales, aburren, y parece que necesita que cada una sea más espectacular que la anterior, y acaban convertidas en un esperpento. Además la sangre digital le resta muchísima fuerza a las escenas de acción. Y el diseño de los chirópteros cuando se transforman es penoso, parecen gárgolas de la serie de dibujos animados.
Hace ya tiempo que vi el anime, y lo recuerdo como una pequeña joya, sólo 45 minutos sin apenas presentacíón de personajes ni desenlace, sólo nudo, tensión, acción de la buena y un diseño artístico realmente logrado. En mi opinión, esta película sólo merece la pena para quien necesite o quiera profundizar más en el personaje de Saya o en la historia en general. Aunque para eso también está la serie de animación (mucho mejor, qué duda cabe), pero claro, son 50 capítulos.
Le doy un 3, porque mientras no comienza a descontrolarse es bastante soportable y aporta algunas explicaciones correctas.
Voy a admitir que El beso del dragón me parece una más que correcta película de acción, con un Jet Li bastante bien controlado en una historia rancia, sí, pero entretenida. Era una cinta sin mucho sentido, que únicamente buscaba hacer pasar un buen rato al espectador dispuesto a ello. En mi caso, lo consiguió. El problema con Blood: The Last Vampire, es que nos encontramos ante una obra que no sólo intenta tener cierta importancia, sino que además se encarga de adaptar una película anime que apenas superaba los 50 minutos, y convertirla en un largometraje de 90 minutos.
Nahon debió dejarse montones de escenas en la sala de montaje, porque la película de hecho no tiene ni puto sentido. No sólo ha filmado una cinta que alarga de forma artificial una trama que no se sostiene, además intenta darle profundidad a la protagonista, Saya (una poco inspirada Gianna Jun, bella actriz coreana que estuvo genial en My Sassy Girl) añadiendo flashbacks guarros sobre su entrenamiento y el cómo llegó a ejercer como cazadora. Junto a ella, una tía americana que se une a la causa por razones aún más patéticas. Para colofón, unos villanos tan temibles como un programa de Los Lunnis y unos efectos especiales que dan vergüenza ajena.
Hong Kong, Argentina, Francia y Japón se encargan de coproducir esta bazofia, ni más ni menos. Una carroña protagonizada, además, por una actriz coreana y otra americana, para mayor cóctel racial. Y al final no queda nada, sólo la sensación del tiempo perdido y una cosa clara: si el anime no era nada del otro mundo, durando la mitad (por que no había más que contar, simplemente), esta película es directamente el equivalente a entrar al abismo y arder hasta el fin de los tiempos. Al menos es terriblemente cómica, eso sí, cuando intenta volverse trascendental. Menos es nada…