Blade Runner
Sinopsis de la película
Noviembre de 2019. A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron desterrados de la Tierra. Brigadas especiales de policía, los Blade Runners, tenían órdenes de matar a todos los que no hubieran acatado la condena. Pero a esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba retiro . Tras un grave incidente, el ex Blade Runner Rick Deckard es llamado de nuevo al servicio para encontrar y retirar a unos replicantes rebeldes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blade Runner
- Año: 1982
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
8.1
56 valoraciones en total
Había visto Blade Runner antes y solo recordaba una buena sensación. Fui a ver una reposición al cine, la primera versión de la peli que se estrenó (no la versión del director que creo que es mucho mejor). Y bien, como pasa muchas veces con las pelis clásicos , me decepcionó. Porqué realmente durante le peli no pasa casi nada, el argumento se reduce a una persecución de 4 replicantes, que más bien se resuelve rápido y sin problemas, y una historia más bien escueta de amor que parece no tener muchos motivos. Lenta (podría durar 20 minutos), y con una ambientación que tiene su gracia pero acusa el paso del tiempo. Creo que con el mundo que recrea se podría haber hecho una historia mucho más jugosa.
Sin embargo, al salir del cine la peli da mucho de si. No se explica porqué se persiguen a los replicantes, porqué siguen construyéndolos, porqué crean robots tan inteligentes y superiores si luego tienen que ser esclavos… de hecho, se explica tan poco que al salir del cine puedes construirte toda una historia a tu antojo. Además del debate de si Ford es o no replicante.
En resumen, da mucho que hablar, lo que en una peli ya es motivo para verla.
Blade Runner existe para demostrar a los intransigentes que la Ciencia Ficción no es un género menor. La belleza plástica de cada fotograma sin excepción se conjuga perfectamente con la sugerente música de Vangelis y con una historia que habla con palabras mayores: vida, amor y muerte, el núcleo de la existencia humana. Esta magistral película nos deja frases y escenas para la posteridad, como la de Tyrell y Roy, cual doctor Frankenstein y su monstruo, momento álgido entre el dios de la electromecánica y su perfecta creación, la del test Voight-Kampff a una Rachael interpretada deliciosamente por Sean Young y que es la parte más fiel a la novela original ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, ampliamente superada en la versión de celuloide, cada secuencia de la dulce y mortífera Pris –Daryl Hannah ha declarado que este director fue el que mejor partido supo sacarla–, o esa otra para recordar junto al plano ascendente del principio de una gran amistad en Casablanca como lo mejor del cine de todos los tiempos: He visto cosas que vosotros no creeríais…, comienza a decir Roy –un más que expresivo Rutger Hauer– a un perplejo Deckard, para culminar en un plano ralentizado de su rostro bajo la lluvia y el vuelo de la paloma hacia un cielo gris. Lástima que no pueda vivir, pero… ¿quién vive? sentenciará después el policía interpretado por Edward James Olmos a un Harrison Ford que da aquí con el mejor papel de toda su carrera cinematográfica. Y es esta última frase la que condensa toda la película al mismo tiempo que nos abofetea con un hecho irrefutable, triste pero hermoso, que es lo que da sentido a toda la existencia: la de esta portentosa obra de Ridley Scott que se mezcla entonces con la de nuestra propia vida. Una película de 1982 que a pesar de ello es ya un clásico entre los clásicos.
Cada época en la historia del cine tiene determinadas obras que marcan un antes y un después. En los 20 fue Metrópolis, en los 40 fue Ciudadano Kane, en los 70 El Padrino, y en los 80 Blade Runner. La cinta de Ridley Scott es una de esas películas donde uno comienza a hablar de ellas y no puede parar. Es quizás la gran película de ciencia ficción junto con Metrópolis y 2001, una de esas pocas cintas de sci-fi que unen de forma espectacular contenido y continente. La primera vez que la vi pensé que esta película era una chorrada como un camión. No la entendí. Pero, tras haberla visto dos veces más, y haberla dejado madurar, uno se da cuenta de que películas como esta existen muy pocas en esta vida. Uno no llega a entender que el director de Alien o de esta joya haya realizado algunas de las peores películas de los últimos años, y haya seguido una carrera tan llena de altibajos.
Un aspecto que llama la atención del espectador es el guión. Guarda similitudes con Sin Perdón, del propio Webb Peoples. El protagonista es un personaje tan antipático, tan oscuro, que el espectador no puede sentirse involucrado en su historia. Cuando vemos a Harrison Ford matar a alguien por la espalda despues de ser Han Solo o Indiana Jones, nos choca bastante, y más aún si sólo se ha visto el montaje del director, sin la dulcificadora voz en off. A ello se le unen unas clarísimas reminiscencias del cine negro, de Dashiell Hammet y Chandler, todo con el toque de ciencia ficción que aportan la era casi apocalíptica en que vive Deckard y el asunto de los replicantes. Estos son los verdaderos artífices de la grandeza de esta cinta. Aún siendo seres que no sabemos si son androides o de carne y hueso, son realmente los que tienen apego a la vida, algo que se transmite en toda la cinta, siendo ellos quienes realmente desean vivir a toda costa. Y para ello no dudan nisiquiera en exterminar a su propio dos, convirtiéndose ellos en sus propios dioses. El personaje de Nexus 6, a pesar de ser un personaje terrorífico, un asesino perfecto un ser casi ario, es quien le da a la cinta todo su lirismo, transmitiendo esas ganas de vivir por parte de quien no puede hacerlo.
Estéticamente, la cinta es un prodigio. Retratanto un mundo que presagió estéticamente a Matrix y demás cintas del mismo calado, Blade Runner sigue siendo hoy tan fascinante como en el primer momento, al adelantarse a la moda actual, y al retratar una sociedad masificada, a parte del icono que representa esa apología del neón, con la chica japonesa que anuncia Coca-Cola, y que no es otra cosa que Times Square. Todo ello envuelto en unas reminiscencias casi nazis, con la representación de Nexus 6 como el gimnasta ario perfecto de Hitler, las titánicas construcciones propias del Berlín nazi, y el control absoluto que ejercen los altos poderes sobre los ciudadanos, guardando similitudes con la obra de Orwell sobre el control absoluto.
Película atmosférica, a caballo entre la ciencia ficción y el cine negro. Fascinante.
1) Versión inicial vs. Directors cut
Ridley Scott propone tres cambios sustanciales:
– Suprime la voz en off explicativa, dejando que el espectador aporte sus neuronas y emociones. Algo que siempre se agradece.
– Inserta la secuencia onírica del unicornio. Un ensueño que nos mueve, junto a Deckard (Harrison Ford), a cuestionar la propia identidad del policía caza-androides.
– Elimina el tibio happy end impuesto por la productora.
2) Directors cut vs. The Final Cut
– Digitalización: detalles y matices (el fuego, los iris, los cristales…). La imagen gana en nitidez.
– La banda sonora, mezclada de nuevo, es espectacular.
– Se añade una escena (prescindible) de bailarinas orientalizadas.
Una puesta de largo para celebrar el 25º cumpleaños de Blade Runner.
3) Atmósfera
Vangelis, Hopper (Nighthawks). La tiniebla sonora y visual.
Un futuro envilecido.
Un mundo subterráneo y exterior, en el que el aire libre está viciado.
No se si es tan buena o no. A lo mejor no soy objetivo. Seguro. Pero hay películas, canciones, libros que te marcan por el momento en que los viviste, que cada vez que las recuerdas en realidad estas recordando algo de tu propia vida. Eso me pasa con Blade Runner.
Tenía 14 años. A esa edad el cine no me llamaba la atención especialmente. Y como casi toda la gente de mi edad me dedicaba a ver las mismas pelis comerciales sin sustancia.
Sábado por la noche. Como debía haber salido el día antes, hoy tocaba quedarse en casa. No tengo sueño. Tenemos una cinta VHS que habría que dejar de usar porque cada vez se ve peor, así que llevamos unos dias buscando en el Teleprograma una peli (de las 4 o 5 que echan cada semana en televisión) que parezca que vale la pena dejar grabada. A las 12 de la noche dan una de Ciencia-Ficción y el protagonista es el que hizo de Han Solo. Venga, tiene buena pinta. En vez de programar el video me quedo a verla y así le voy quitando los anuncios. Mañana me curro la pegatina y recorto la ficha de la peli y se la pego a la cinta (si al final me gusta). Aunque a esas horas y solo, como sea mala me quedaré dormido a la media hora…
Y ahí aparece Blade Runner, cuando todavía no era una peli de culto ni yo sabía lo que significaba eso (ni lo se ahora, se ve que no crezco). Y aparece ese Deckard, antihéroe que recibe hostias como un condenado. Y Rachel, descubriendo que su vida es mentira. Y los replicantes , esos malos-de-la-película que acaban dando lástima, con Rutger Hauer clavándote su última frase en el corazón. Y aparece Vangelis con una banda sonora impresionante, con ese Love Theme nocturno, triste y melancólico que no olvidaré nunca…
Y aparece esa ciudad de Los Angeles oscura, lluviosa y fría. Y los malos no son verdes, ni hay OVNIs, ni el protagonista es un Playboy del espacio. Estamos en nuestro mundo dentro de 30 o 40 años. Y me doy cuenta de que el futuro, el de verdad, el que viviré, aunque seguro que no será como el de la película, tampoco será como es ahora. Y de repente te sientes solo, pero muy solo. Y me doy cuenta por primera vez de que el cine provoca emociones de verdad. Y pienso que ojalá haya muchas películas así.