Black Butler (Serie de TV)

4 comentarios en «Black Butler (Serie de TV)»

1. Me veía venir la pifia, mala señal el que no haya chicas en la portada, a pesar de que si algo tiene Black Butler es salirse de la rutina de la animación más o menos moderna. Así que de la mano de un niño y su fiel sirviente nos vamos a la Inglaterra victoriana, hacia 1887-1889, para una obra de fantasía oscura, con algo de terror, acción y también comedia. Aparecen demonios, shinigamis, ángeles, terroristas del IRA, hombres lobos gigantes, extrañas sectas, asesinatos rituales, la mafia china y la italiana, marionetas animadas, Jack el Destripador y algunas cosas más, en sólo 24 capítulos. Hay además una continuación en una segunda temporada, un OVA y hasta alguna película, una al menos con actores de carne y hueso. Es decir, que tiene buenos ingredientes, incluso de vez en cuando aparece alguna imagen poderosa, pero todo al conjuntarse se vuelve una tontería inconsistente.
   
   Para empezar, la pareja protagonista chirría demasiado. Ciel es un muchacho de doce años que se comporta en todo momento como un sabio y glacial anciano que está a vuelta a todo. Nunca reconoces en él a un niño. Por su parte, el criado es una especie de Deus ex machina, tan inteligente, perfecto y ducho en el combate que hace que todo se vuelve aburrido y previsible. Repito que el bueno nunca puede ser más fuerte que los malos y esto es lo que pasa aquí. Se podría solucionar si Ciel y Sebastian fueran realmente los villanos de la función pero la trama se complica para que no lo sean. Eso sí, no tiene ningún sentido, el plan de los malos no existe y por eso actúan estúpidamente, y la supuesta venganza, la idea central del anime, es sustituida por unas aventuras chorras, humor escaso y a destiempo, rollo transgénero, mucha amoralidad y secundarios con los que se le va la olla.

2. Bueno, no sé si un siete de nota media para «Black Butler» es demasiado, pero lo cierto es que es una historia que a mí por lo menos me ha dejado con ganas de más.
   
   «Kuroshitsuji» es un anime que aunque la protagonice un niño y tenga un tono superficial no es en absoluto para niños, al contrario. Gótica, macabra, violenta y hasta con contenido sexual, la historia nos cuenta las aventuras del conde Ciel Phantomhive con su mayordomo demoníaco Sebastian, unidos por un pacto que a uno le proporcionará la venganza y al otro un alma condenada. Todo el anime tiene grandes aciertos pero también, y por desgracia, varios errores. El más grave sin duda es la incoherencia en la trama, o mala traducción o adaptación, realmente no lo sé, pero el caso es que si la analizas te das cuenta de que el plan del villano no se entiende, y de lo que se entiende no se sostiene.
   
   De nuevo el moé y el fanservice, que incluye todo lo que esté destinado a despertar pasión en el espectador, marcan la obra. En este anime hecho por una mujer, posiblemente para un público femenino más que masculino, nos encontramos con un elemento yaoi muy fuerte, aunque poco descarado. La masculinización afeminada del propio Sebastian, con las uñas pintadas de negro, amo y siervo de un niño de doce años con un parche en el ojo y aspecto de niña, es un esquema que salta a la vista que tiene unas intenciones claras. Es verdad que luego la relación es bastante aséptica, pero eso no quita que ya el punto de partida esté condicionado. En mi opinión un protagonista adulto, sin tanto fetichismo, hubiera quedado mejor. Luego hay otros guiños como los hombres travestidos o la ambigüedad sexual típica que, bueno, como humor puede ser pasable, pero es que no sé si pega mucho teniendo en cuenta la oscuridad de la historia.
   
   Otro punto que no me gusta nada, y es aún peor, es la inmoralidad de la trama. Algunos personajes directamente psicópatas se toman como elementos cómicos cuyos crímenes se olvidan o no importan. Pues yo sí me acuerdo del Vizconde degenerado máximo que secuestra niñas para rituales nunca esclarecidos o del Shinigami sádico. Es que, de verdad, cada vez que aparecen como si nada me entran sarpullidos.
   
   Con todo, «Black Butler» es un anime interesante que cuenta con una premisa del pacto demoníaco muy potente. El demonio Sebastian, con un punto cómico pese a su perfección, consigue transmitir una sensación de poder absoluto que a algunos les molestará pero que creo que queda bien en esta historia sobrenatural que parece ir derecha al infierno. Los habitantes de la mansión Phantomhive son atractivos en un sentido amplio (el cocinero Brad para mí es el más guapo, de hecho) y querrías que intervinieran más. La ambientación va totalmente en consonancia con el trasfondo misterioso y sabe cómo manejar el concepto de terror a través de tramas que son muy buenas: el primer capítulos con el juego de mesa y las alucinaciones, la aldea de los perros o el fabricante de muñecas son algunas ideas de mucho jugo y contenido.
   
   Leo que las secuelas están aún mejor y completan esta primera temporada, pero yo voy a ir a por el manga, donde creo que explicarán mejor las cosas.

3. Esta serie es una de mis favoritas, comienza con una historia de misterio algo simple, Ciel Phantomhive un niño rico de 12 años debe encontrar a los responsables de la muerte de sus Padres, pero esto desemboca muchos mas misterios y descubrimientos de lo que se imaginaban.
   
   Los personajes son mas que carismáticos y desarrollados, tienen un porque y todo se cuenta de manera correcta, ante todo el arco de Book of Circus es el que mas me gusto y el mas sentimental a mi parecer, la primera temporada es genial también con esa esencia de la serie, el humor me ha parecido muy bien. Uno de sus mas grandes factores es lo bien ambientado que esta acorde a la época en la que se basa, se nota que se investigaron rasgos culturales y sociales de ese tiempo, ademas de los escenarios, situaciones y acontecimientos, no cabe duda que se investigo enserio.
   
   Lo mas importante de Black Butler es la relación entre los dos protagonistas y lo que sienten, se ve una relación muy brusca pero son muy fieles entre si, y a veces una química de padre e hijo. La personalidad de Ciel es muy fría y deductiva o eso aparenta pues el esconde mas sentimientos de aprecio y a veces fragilidad sentimental, lo que mas le afecta es su pasado pero no deja que le afecte por mucho tiempo, es maduro pero caprichoso y poco dependiente de si mismo, pero llega el punto donde da lo posible por sobrevivir solo. Sebastian es un demonio invocado por Ciel en un momento de desesperación y luego se le da la orden de acompañar a Ciel hasta descubrir el asesino de sus padres, el es muy tranquilo y decidido, observador y muestra elegancia pura al hacer cualquier actividad que sea a la perfección, pero esto no se debe a ser un demonio y al instante ser perfecto solo porque lo decide, sino que tuvo que aprender por si mismo para que no descubrieran que no es un simple mayordomo y esto le llevo a soportar al malcriado de Ciel claro todo esto antes de ser el dúo que ahora conocemos, este es el momento en el que se lleva una relación que poco a poco se torna a una muy invencible a todo tipo de situaciones. Aun no me queda claro si Sebastian aprecia sentimentalmente a Ciel o solo porque va a ser el alma mas exquisita que va a comer hasta ahora y por eso se deja tratar como el quiere .
   
   Pero, algunos conceptos como los shinigami son buenos pero es ya algo visto, los momentos de estos se manejan bien y tienen sentido.El final de la temporada 2 no me gusto nada, me sentí muy inconforme y lo sentí sencillo, sus contra partes en esta temporada fue un concepto también repetido y no me gusto del todo, aun así no dejo de ser entretenido.Parece que cuando se basan en el manga es mucho mejor la serie, la temporada 1 es muy buena, el ova es entretenidisimo y bien armado, y Book Of Circus me pareció un logro tremenda mente considerable.
   
   Por ahora lo ultimo que salio es una película del arco Book of Atlantic que tambien la veo como un excelente acierto, y espero que no se detengan allí.

4. Pues tengo que reconocer que he disfrutado esta serie como una niña pequeña.
   
   Bueno, no se la pondría a mis hijxs (ni a lxs vuestrxs), pero la verdad es que sí se la recomiendo a cualquier friki del anime con conocimiento de causa.
   
   Es curioso que sea precisamente la primera temporada, la serie original en su esencia, la que menos me ha fascinado así de primeras.
   
   Está bien, obviamente, si no no me habría enganchado, y es imprescindible, pero es increíble como la segunda temporada (Kuroshitsuji II), el Book of Circus (historia paralela) y el Book of Murder (Ova) la engordan y enriquecen a la perfección.
   
   Los dibujos son geniales, las historias y tramas realmente ingeniosas y los personajes, que además son un montón, son todos adorables (u odiosos, pero molan). Desde los Shinigamis (dioses de la muerte) con sus peculiares guadañas personalizadas, unos ángeles bastante perversos, otros demonios que, sin embargo, no lo son tanto, creo, los miembros del circo de la historia paralela, que son entrañables (a pesar de los pesares), y los sirvientes, criadas y mayordomos, la alegría de la huerta.
   
   Además, muchos de los ellxs juegan con todo tipo de ambigüedades que les aportan cierto toque extra de misterio y curiosidad.
   
   La relación entre los dos protagonistas principales también es especialmente misteriosa y ambigua, pues a cada momento te puede evocar sentimientos muy dispares, desde la típica y oscura dependencia de una relación BDSM, (donde nunca queda muy claro quién domina a quién), hasta cierto vínculo paterno-filial, o incluso romántico.
   
   Eso sí, siempre desde la más respetuosa sutileza y elegancia. Al fin y al cabo, uno de los protagonistas es un chico de 13 años…
   
   Y es que los niños y niñas en esta historia cobran buena relevancia, aunque a veces resulte más que cruel.
   
   Todo ello ambientado impecablemente en la Inglaterra victoriana y sacando jugo a personajes y acontecimientos relevantes del momento. Con ese exceso tan característico del romanticismo y el gótico en infinidad de ámbitos y pasajes, y representados en múltiples detalles a lo largo de los capítulos y la historia.
   
   Y, como no, cuando en una atmósfera tan oscura y solemne, de pronto te salen con coñas imposibles, pues la verdad es que se potencia el humor, por lo que también me he echado mis buenas carcajadas. Así que, en general, un coctel más que apetecible.