Bienvenido a Farewell-Gutmann
Sinopsis de la película
Ruiz ha muerto. El departamento de Recursos Humanos de la empresa farmacéutica Farewell-Gutmann ha perdido a su abnegado director, pero Lázaro, Adela y Fernando no lo echarán en falta. Todavía caliente el cuerpo del difunto, sus sacrificados subordinados inician la carrera por la sucesión. La llegada de un excéntrico ejecutivo procedente de la central cambiará para siempre las relaciones entre ellos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bienvenido a Farewell-Gutmann
- Año: 2008
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
6
54 valoraciones en total
Un subgénero que hasta el momento aún no ha llegado a decepcionarme, y que conecta muy directamente con las inquietudes contemporáneas, es el de las películas que abordan el tema de las relaciones y la conflictividad laboral. En los últimos años hemos podido disfrutar de varios ejemplos que nos presentan el entorno del trabajo como un microcosmos muy particular y un caldo de cultivo excepcional donde observar ciertos límites éticos en las relaciones personales.
Películas brillantes como El Método, la mordaz El Jefe de Todo Esto, la inquietante Arcadia o, incluso, Casual Day (la más floja de todas éstas), exploran de manera muy interesante preocupaciones, situaciones y obsesiones muy identificativas del homo sapiens del siglo XXI, y, a la vez, suelen dejar al descubierto diversas posibilidades de análisis moral en actitudes totalmente reconocibles en variopintos individuos de nuestro entorno, para demostrar, así, cómo en muchos casos, pese a la teórica evolución de las especies, debido a un gran número de rasgos seguimos siendo una manada de monos.
En este caso en concreto, Bienvenido a Farewell-Gutmann sigue esta interesante línea de interpretación y crítica sociológica, cumpliendo una muy necesaria función de reflexión moral y de revisión de toda una serie de valores, que, vistos desde fuera siempre resultan más significativos e, incluso, dependiendo del receptor, efectivamente hirientes.
La película funciona a manera de ácida fábula con moraleja, con un guion y unos diálogos que no tienen desperdicio y un desarrollo in crescendo que, pese a un torpe arranque inicial, posteriormente acaba enganchando el interés del espectador. Aparte de este aspecto mejorable, quizás lo único achacable sea un cierto descuido formal, manifestado en un desaliño visual que nos hace añorar el impecable estilo de la descomunal Concursante, cuyo lenguaje cinematográfico sigue pareciéndome ideal para abordar con gancho asuntos de esta temática.
En definitiva, sin ninguna duda ésta es una de las poquísimas opciones inteligentes y estimulantes (también inadvertidas, por desgracia para quienes se la pierdan) entre el mar de bazofia al que las carteleras estivales nos suelen castigar ya por tradición.
Por otra parte el film confirma el muy buen momento creativo de la más reciente cinematografía española, cuya crisis es, fundamentalmente, de gestión y promoción.
Magníficamente cuidada, Bienvenido a Ferewell-Gutmann es un film que brilla, es especial, por su destreza narrativa.
En su nivel más superficial thriller construido a partir de la lucha de clases, más sutilmente una fascinante reflexión sobre la ambigüedad, el Juego (en su acepción casi metafísica) practicado por el extravagante ejecutivo sobre los tres aspirantes al puesto como una de las Bellas Artes, la equívoca frontera que divide Realidad y Apariencia. Espléndido diseño de producción en torno a un único espacio principal que parece constituir una cárcel para los acosados personajes, ritmo sin desmayo y soberbio tour de force .
Por otra parte, y a pesar de que las interpretaciones son extraordinarias, muy puntualmente los diálogos denotan una escasa fermentación, lo que se traduce en que no están perfectamente pulidos ni del todo integrados en la acción de los personajes, por lo que causan cierta sensación de asepticismo.
Por supuesto caben destacar las subtramas, bien planteadas, bien construidas, pero que tampoco quedan completamente empastadas en la trama central, a excepción de la del degradado Sr. Izquierdo con su excuñado, ya que las otras dos parecen detener ligeramente la fluidez levantada, principalmente la del epiléptico, genialmente interpretado por Sergio Caballero, estupendo protagonista de la anterior y primera del autor.
En definitiva, es innegable que el resultado final de esta humilde (por número de personajes, siete, y espacios) es sorprendente, así como su notable banda sonora.
Bienvenido a Farewell-Gutmann es una impecable segunda incursión de Xavi Puebla en la dirección de largometrajes. Una intachable obra que viene a demostrar lo que últimamente parece obvio: que la frescura y las ganas de los recién llegados al mundo del cine dan como fruto películas muy conseguidas.
Adolfo Fernández, Lluís Soler y Ana Fernández son tres directivos de una empresa que acaba de perder a su jefe. La carrera pues a la sucesión es inminente, y los primeros roces y envidias empiezan a surgir cuando de repente entra en escena un ejecutivo genialmente interpretado por Héctor Colomé. El actor construye un personaje con excéntricas y particulares maneras resultando en una de las mejores bazas con las que cuenta la película. Todos están estupendos (incluso los secundarios, todos con sus tramas totalmente desarrolladas y atadas), pero si hay que destacar a algunos, éste y Soler se llevan la palma.
Una película de actores, de personajes, en la que cada uno de ellos está perfectamente definido a partir de leves pinceladas a lo largo del metraje, y en el que cada uno de ellos cuenta también con una creíble evolución. Puebla crea todo un ejercicio de buen hacer, imprimiendo a la cinta un tono y un ritmo dignos de los más grandes, que a veces no son capaces de hacer esto. Los diálogos de la película son otro punto fuerte de la misma, ya que además de hacer avanzar la narración, nos sirven para descubrir las personalidades de los personajes, conocer sus inquietudes, sus ambiciones y sus miedos.
Sustentada en una doble trama de escalas y poder (los tres protagonistas son jueces de otros tres candidatos a la vez que ellos mismos son juzgados por Colomé), Bienvenido a Farewell-Gutmann es una historia que trata diversos temas, pero lo hace tan bien que en ningún momento parece que el director se centre demasiado en uno o meta con calzador otro: todo lo que ocurre se entrelaza con una precisión y una perfección endiabladas. Acoso laboral, infidelidades, traumas del pasado, secretos, ocultaciones y engaños pueblan (nunca mejor dicho) este segundo filme del director. Un director al que habrá que seguirle la pista muy de cerca, y esperemos que no se aparte de la senda que aquí ha comenzado.
Bienvenido al cine español.
Extraordinaria esta segunda película de Xavi Puebla. Cuidada hasta el extremo, con un guión perfectamente trenzado, que no deja un cabo por atar y que cierra un perfecto círculo narrativo, Bienvenido a Farewell-Gutman nos recuerda que es posible hacer cine clásico del bueno en la década del 2000.
Las interpretaciones son soberbias, tanto de los actores consagrados como las de los noveles (Marta Novotna està a la altura en medio de estos grandes actores, una gran dirección de actores la de Puebla). Pero si podemos llegar a destacar a algun actor entre esta casi perfección interpretativa coral es a Héctor Colomé, incommensurable en su papel de Luger. Sería difícil de entender que no se llevara el premio al mejor actor del Festival de Málaga.
Un regalo para los cinéfilos, un film nada comercial, arriesgado y visualmente muy bello, que no deja a nadie indiferente y que muestra el perfil oscuro que puede fomentar el mundo laboral en el que vivimos.
Esperemos verla pronto en las salas. Un regalo para todos los amantes del buen cine.
Una película rarita (sólo hay que ver su web) en la que destaca el ambiente mortecino que lo impregna todo: los personajes, las interpretaciones, las localizaciones, la iluminación…
Sólo hay 8 actores y parece que en vez de trabajar en una gran empresa (de la que no salen y en la que nunca se ve a ningún trabajador excepto a ellos) trabajan en un edificio vacío o una funeraria, lo que le da un cierto aire claustrofóbico, surrealista y onírico a la película.
La trama va avanzando poco a poco y cada vez que se resuelve un enigma surge otro.
Los actores en su conjunto están bastante bien pero la mención especial es para Lluis Soler y Héctor Colomé, INMENSOS.
Ana Fernández también está más que a la altura y además el look de ejecutiva le queda muy bien.