Ave del paraíso
Sinopsis de la película
El francés André Laurence acompaña a su compañero de la universidad, Tenga, de vuelta a la casa de éste en una isla de la Polinesia. Allí, Andre, asume la vida de los nativos y, después de superar muchas pruebas para vencer sus suspicacias, se casa con la hermana de su amigo, Kalua.Pero un volcán entra en erupción y el hombre santo de la isla, El Kahuna,decide que sólo un sacrificio puede aplacarle.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bird of Paradise
- Año: 1951
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
5.4
87 valoraciones en total
Andaba yo buscando una película de aventuras en technicolor y me encontré con este pseudo- documento etnográfico tipo National Geographic con Louis Jourdan poniendo cara de tonto toda la película, con un hechicero ridículo que en vez de cetro lleva un mocho, (aunque, paradójicamente, le toca a él la mirada inolvidable, una simple mirada a la chica, al final, donde demuestra que es un fanático y que el odio también se cuela en el paraíso), con un polinesio universitario cargante con tupé y tetas, patético Jeff Chandler, y con una Debra Paget que, definitivamente, es una de las cachondas más hirvientes que ha parido el Séptimo Arte. Cuando aparece embutida en esos trajes polinesios, (mejor dicho, hawaianos), y con ese technicolor primario dan ganas de…de… Su baile de acogida al pretendiente no es, ni de lejos, el que bailaba semidesnuda en La tumba india , de Fritz Lang, (aquello era insoportable, de verdad, qué sudores!), pero es de lo poco verdaderamente destacable de la película.
En fin, no falta nada, todo hilado con un ritmo plúmbeo impropio de ese artesano eficaz llamado Delmer Daves: ceremonias de apareamiento, usos sociales, bailes bien documentados con sus respectivos instrumentos también bien documentados, costumbres bárbaras, (me llamó especialmente la atención el paseíllo sobre las brasas, real, como demostró y explicó científicamente el profesor Henri Broch). Y, por supuesto, los increibles paisajes de Hawai, trasunto de los tahitianos pero que funcionan a la perfección. Precisamente, viendo esos paisajes uno puede tener la tentación de que allí quisiera retirarse. ¡Ay, ilusos! Mucho antes de que nos lo advirtieran el pesado de Paulo Coelho y el George Clooney de Los descendientes , ya nos lo advertían en esta película: el paraíso no existe,como mucho está en el interior de uno mismo. Quien lo hace es el único parecido a un actor que aparece en ella, el gran Everett Sloane, en un personaje absolutamente desaprovechado. Cuidado con las Utopías, nos viene a decir.
Por supuesto, en el epílogo final se cantará, pese a todo, la pureza del mundo salvaje, se disculpará su crueldad cambiando de parámetros culturales y se someterá al espectador a la belleza primigenia de los que no han sido aún sepultados en ciudades. Lo hacían también Kevin Costner en Bailando con lobos , John Boorman en La selva esmeralda y, de manera mucho más sutil y poética, Nicholas Ray en Los dientes del diablo , (seguramente lo hacían también muchos otros de los que no me acuerdo ahora mismo). Pero es que aquí, joder, el clima y el paisaje acompañan mucho más, (y ya no te digo con el photoshop de las agencias de viaje…)
¡A la mierda con los consejos! ¡Yo también quiero un Edén!. (Por eso Polinesia será, siempre, el paraíso más lejano de nosotros. Para que no sea fácil alcanzarlo).
Entretenido remake de la buena película del mismo título, que se realizó el gran King Vidor, allá en 1932.
En esta ocasión ha habido más medios y tiene colorido y más espectacularidad, pero quizás carece del frescor de aquella.
Con todo se disfruta porque es amena en todo momento, el ritmo es sostenido y siempre es muy grato ver en pantalla la belleza de Debra Paget y la profesionalidad de Louis Jourdan y, sobre todo Jeff Chandler, el gran Jack Elam sale muy poco al principio.
Bonita fotografía y buena banda sonora y un guión sólido para una de las primeras realizaciones del un poco más tarde excelente Delmer Daves, autor de estupendos westerns.
Deja un buen sabor de boca aunque no supera a la primera.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Pues aquí estamos con mi crítica número 1000, un número redondo para casi 8 años por aquí. En fin, vamos al turrón.
Estudiar a la especie humana debe ser algo muy complicado, por lo similares que somos en aspecto físico y lo distintos que somos en nuestras formas de vida. Ave del paraíso trata este tema en particular, las costumbres de una sociedad para un recién llegado a una tribu de la Polynesia.
Louis Jourdan, fallecido recientemente interpreta a Andre, millonario que hizo una gran amistad con un compañero de Universidad que venía de las islas, esta amistad lo lleva a probar una aventura y conocer no solo la zona, sino a las personas y sus costumbres. Unas serán muy fáciles de asimilar y otras no tanto. Mientras su amigo Jeff Chandler (Tenga) lo va introduciendo en su nueva vida. Para colmo aparece en escena su hermosa hermana en la figura de la guapísima Debra Paget, quien se enamora de Andre perdidamente. Pero para que la historia de amor funcione, ambos deberán seguir las pautas y rituales del pueblo.
Tendremos tiempo de ver en esta mini aventura en la isla, el poder del brujo, las ofrendas a los padres de la chica, el seguimiento de las normas más básicas, pruebas de aceptación de la pareja, el cortejo y el posterior matrimonio. Todo apunta a una vida maravillosa alejado del mundanal ruido de las grandes ciudades, siendo feliz al lado de su amada Kalua, pero los acontecimientos los conducirán hacia algo poco inesperado para ambos.
Gran film rodado íntegramente en Hawai, con una excelente fotografía y una magnífica ambientación, en gran parte debido a las interpretaciones de los lugares donde se rodó, otorgándole más verosimilitud a la historia que se cuenta. Muy recomendable.