Atrapado por su pasado
Sinopsis de la película
Carlitos Brigante, un antiguo traficante de heroína de origen portorriqueño, sale de la cárcel después de cinco años de reclusión, dispuesto a dejar el tráfico de drogas. Con la ayuda de un abogado cocainómano consigue hacerse socio de un club nocturno e intenta reanudar la relación con su exnovia, pero no es fácil seguir el buen camino dentro del mundo del crimen.
Detalles de la película
- Titulo Original: Carlitos Way
- Año: 1993
- Duración: 139
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
7.9
95 valoraciones en total
Cuando veo films como este, lo único que me viene a la cabeza es que ojalá a De Palma le cayesen más trabajos así entre manos, pues parece ser que en el terreno del cine de mafias se maneja como nadie.
Y así lo demuestra cada vez que rueda un film de estas características, pues aunque quizá no consiga superar en puesta en escena a maestros como Scorsese o Coppola (aunque tenga poco o nada que envidiarles), en todos los demás aspectos se muestra más eficiente y hábil, ya sea por la agilidad que puede llegar a dar a los entramados que desarrolla, por la intensidad narrativa que adquieren, en ocasiones, sus películas o por saber desarrollar sus proyectos sin llegar a dejar lagunas de por medio, por extensos que puedan llegar a ser.
A ello, solo hay que añadir una historia muy interesante, que mejora con el paso de los minutos y está relatada con pulso de maestro, una soberbia interpretación del eficiente Al Pacino (que, en sus colaboraciones con de Palma suele rendir a un gran nivel), que ofrece uno de sus mejores registros al lado de uno de sus mayores valuartes y el acompañamiento de un Sean Penn suficientemente efectivo y convincente, que otorga gran juego al relato en sí, y aporta grandes instantes.
Así, el señor de Palma vuelve a tirar de personajes emblemáticos, historias con mucha garra y situaciones ideadas con genialidad para el disfrute del espectador más acérrimo al género.
Todo bien acompañado y servido por el magnífico cineasta, hacen del global uno de los trabajos más logrados de tan enriquecedor tándem.
Y, quizá, si no fuera por los gratos recuerdos de infancia que conservo sobre Los intocables, consideraría Atrapado por su pasado su mejor film sin paliativos de ninguna clase.
No tiene desperdicio.
Traducida aquí como Atrapado por su pasado, este título resumiría muy bien el contenido de esta tragedia escrita con pulso firme por Brian de Palma. Como en todas las grandes tragedias, la parca de Carlito está trazada desde un primer momento y nada podrá hacer para enderezar esos renglones torcidos en los que está escrita. Pese a esto, o quizá por esto, la película está atravesada por una melancolía que te acompaña durante toda la visión.
Atrapado por su pasado nos devuelve al mejor Brian. La película tiene una fuerza visual muy audaz (la secuencia final, memorable), con un ritmo preciso que nos va envolviendo en esa tragedia hasta sentirla en carne propia.
Este empaque visual se completa con unas actuaciones soberbias. Por un lado, Al Pacino, encarnando de un modo insuperable a Carlito hasta expresar en un solo gesto la derrota por ese destino que es inamovible, pero al lado de esta actuación magistral está otro de los grandes: Sean Penn. Con una caracterización que lo hace casi irreconocible y dando el do de pecho a un abogado aún más corrupto que los propios a los mafiosos a los que defiende, tan decadente y violento como el mundillo en el que se mueve, para el que va sobrado de malicia, pero falto de la astucia necesaria que garantice su supervivencia. Junto a este dueto, una hermosísima Penélope Ann Miller como la sufrida novia de Carlito y el motor que impulsará a éste a salir de un círculo que por momentos se cierra más.
En reumen: una película virtuosa e incomparable, de las que quedan grabadas en la retina.
Excelente película a cargo de Brian de Palma que ya había trabajado con Pacino en Scarface y que demuestra que se entiende a la perfección con el gran actor dejándonos una obra maestra en toda regla.
Un gran reparto con nombres sobresalientes en el mercado internacional hoy día como Sean Penn, Viggo Mortenesn, John Leguizamo o Penelope Ann Miller, avalan lo acertado del casting.
El guión es ante todo, espectacular, con una historia realmente buena, perfectamente contada y que a nadie dejará indiferente.
Destacar la música, el montaje, la fotografía y la impecable dirección del cineasta de Los intocables de Eliot Ness .
En suma, nos encontramos ante una perfecta película, que debería de entrar y muy rápido en las listas de por lo menos, las cien mejores películas de la historia.
Realmente insuperable.
Por lo general solemos ser bastante condescendientes con las películas de gangsters o de mafiosos. Supongo que la especie humana se siente ancestralmente atraída por el magnetismo fatídico de esas historias que nos cuentan las aventuras y desventuras de seres desarraigados que viven al otro lado. Al margen de la ley.
Tal vez por esta sencilla razón muchos de nosotros mostramos especial predilección por películas como El Padrino, Uno de los nuestros o Reservoir dogs. Atrapado por su pasado no tiene el caché de esas otras, pero puede codearse con cualquiera de ellas. Palabra.
Carlito’s way no trata de descubrir ni de ahondar en los entresijos del hampa puertorriqueña. Melancólico e intimista, De Palma construye un inmenso thriller con inequívoco aire clásico desde los cimientos de un hombre que desea escapar de la calle que le ha visto crecer. A toda costa. Carlito Brigante es ahora un cerebral y curtido extraficante que desea huir de ella. Hacia su paraíso particular. Con Gail, claro. Es consciente que la fortuna le ofrece una segunda oportunidad y no debe desperdiciarla. Pero, coño, una nueva vida con un buen puñado de dólares ofrece mayores alicientes.
Un último trabajito. Uno más y lo dejo.
Me quito el sombrero porque el denostado De Palma siempre me asombra, porque el ¿monocromático? Pacino demuestra porque es uno de los cinco mejores actores vivos y porque aún me emocionan las buenas historias con un triste final.
Sobre aspectos puramente técnicos no me apetece demasiado pisotear lo que otros ya habrán subrayado previamente. Tan sólo os puedo asegurar que todo lo que hayais leído sobre el guión, la puesta en escena, la fotografía y la famosa secuencia final de la estación es rigurosamente cierto. Ah, un pequeño detalle, sobretodo para los que ya tenemos una cierta edad. La música disco setentera que suena como fondo en todas las escenas que acontecen en el local de Carlito es brutal. Simple y llanamente brutal.
Tal vez De Palma no sea un genio, pero algo debió aprender del viejo Hitch.
Lo primero que uno se imagina cuando ve aparecer a Pacino es sin duda: Ahí está Tony. Y ciertamente, Carlitos way no es más que la segunda oportunidad de Tony, se le da la oportunidad de corregir errores e iniciar una vida honrada. Pero lo que comienza bien, va torciéndose, y demuestra que el personaje calcado que pretende evitar su pasado, no tiene más remedio que volver a él. Como todas las películas de gángsters, una vez que inicias esta vida, es imposible huir de ella. Como Michael Corleone, como Tony Montana, como Cody Jarret.
Pero esta segunda película va más allá. Al presentarnos a un mafioso más maduro, consciente de los errores pasados, la cinta es mucho más oscura que su predecesora, mucho más madura, y así es también la puesta en escena de De Palma. Al no contar con un guión repleto de idas de olla de Oliver Stone se puede centrar más en la caída a los infiernos de su mundo, en esa imposibilidad de abandonar un mundo en el que siempre ha vivido, y que es lo único que conoce. A ello contribuye el grandísimo guión del mediocre David Koepp, que si una cosa buena tiene como escritor es que siempre sabe cómo llevar la película al punto que le interesa al público, y aquí conduce la cinta hasta un final apoteósico que permite a De Palma mostrar todo su repertorio hitchcockiano con una muestra de manejo el suspense total. Otra de las ventajas de esta cinta es que el guión más serio limita el barroquismo de De Palma, aunque siempre tiene la oportunidad de dejar su sello con sus ángulos imposibles y sus constantes movimientos de cámara, siguiendo la acción en todo momento. De Palma sabe recrear también de manera perfecta una época donde la cocaína y la música estaban a la orden del día, y con la labor del director nos hace sentir realmente que volvemos durante dos horas a los 70, y consigue hacernos partícipes de la historia en todas sus vertientes.
Uno de los grandes puntos fuertes de la película es la relación que se traza en los personajes. El personaje del abogado interpretado por Sean Penn fue el que le dió la oportunidad de meterse en el club de los grandes, un personaje totalmente desquiciado por el poder y la droga, el representa esa especie de Tony Montana del subconsciente de Carlito, la parte impulsiva que, aparentemente, dejó atrás, y que vuelve para mostrarle sus viejos fantasmas. Y un personaje tan pequeño como fundamental en la trama, Benny. Al verse mezclado con él, Carlito comienza a caer de nuevo en los mismos males del pasado, hasta que se da cuenta de que ya no es nadie y que un niñato que mueve 2 papelinas ya se cree un dios con capacidad para quitarle el trono. Pero el gran acierto de la cinta es mostrar el lado sensible de Carlito. Su relación con Gail es sencillamente maravillosa, con un lirismo que pocas veces saca a relucir De Palma en su obra, pero que aquí llega a emocionar por la belleza de las imágenes que proporciona el director.