Asier ETA biok (Asier y yo)
Sinopsis de la película
Asier y el actor y director Aitor Merino crecieron juntos en Pamplona. Fueron juntos a la ikastola y se hicieron grandes amigos. Años después, Aitor se trasladó a vivir a Madrid en su deseo de ser actor. Cuando, en 2002, Asier ingresó en la banda terrorista ETA, Aitor se preguntaba cómo podría hacer entender a sus amigos de Madrid lo que ni él mismo lograba comprender. En cuanto Asier salió de prisión, se propuso hacer una película en la que su amigo pudiera explicar el porqué de su decisión.
Detalles de la película
- Titulo Original: Asier ETA biok (Asier y yo)
- Año: 2013
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
6.8
34 valoraciones en total
Acabo de ver el documental y me ha encantado. Desde mi punto de vista Asier eta biok no es tan solo un documental, es algo muy necesario, es una oportunidad y es un homenaje.
Desde el punto de vista estrictamente político, para alguien que como yo, tal vez por vivir en Euskal herria hemos vivido mas de cerca el conflicto, el documental puede que no rasque todo lo que esperaba, pero rasca, y es lo importante. El tema es de una complejidad suprema, y no creo que la intención de Aitor fuese ahondar exclusivamente en el conflicto político cuando ideó este documental.
Este documental es ante todo, un homenaje a la amistad de verdad, una amistad que esta por encima de cualquier cosa. Nos dice a gritos que todas las personas que convivimos en este estado tenemos la oportunidad, si hay voluntad, de convivir en absoluta armonía, independientemente de las ideas que compartamos o no. Deja la mano tendida para que todas aquellas personas que quieran cogerla, lo hagan sin miedo y sin prejuicios. Lamentablemente, el ínfimo porcentaje de personas que tienen el poder real de solucionar este tipo de conflictos, esas pocas personas que tienen la llave, son personas vacías.
Yo amo a las personas con contenido, independientemente de sus ideas, raza o cultura, siempre he creido que, en el fondo, esta en nosotros mismos el poder darnos la mano, mirarnos a los ojos, hablarnos, escucharnos, y asi aprender juntos. Esta, en mi opinion, es la gran revolución necesaria.
Mi mano siempre estará tendida…..
Mila esker Aitor eta Amaia, muchas gracias.
Documental rodado por el actor y director Aitor Merino y producido desde ecuador por su hermana Amaia. Aitor, nacido en Donosti en 1972, tuvo su oportunidad en el cine en un papel secundario aunque bastante clave en la película de Montxo Armendáriz Historias del Kronen (1994) y desde entonces ha mantenido una apretada agenda que le ha impedido salir de Madrid donde reside desde hace largos años y que ha consolidado su círculo amistoso.
Pero ni mucho menos ha echado en falta a su querida Euskal Herria ni a sus orígenes (habla con un perfecto vasco de envidia) e incluso su lazo fuerte y amistoso con su amigo Asier Aranguren con aspiraciones distintas a Aitor e implicado más en la lucha política como ciudadano vasco que reivindica sus derechos.
Ya es de prever que loa espina clavada a lo largo del documental se va sucediendo cuando un día Asier es detenido e implicado presuntamente en su colaboración con banda armada y acusado de diversos delitos por lo que es encarcelado durante ocho años en Francia y a su regreso convertido en un héroe.
Aitor merino sin embargo no escarba en la controversia que puede ocasionar una historia de amistad y regreso con una fuerte implicación o complicidad de su amigo con ETA. Con un sentido del humor intachable, el actor y director solapa aún sus lazos amistosos con su Asier sin caer en dramatismos, ofreciendo, más que un retrato humano, un punto de vista de amigo a terceros. Es decir a su entorno de Madrid y, en un marco más amplio, al público.
La película fue presentada en los Cines Girona el sábado 22 de Febrero en el marco de la IX Zinemaldia, Festival de Cinema Basc de Barcelona organizado por Euskal Etxea y con presentación y coloquio del director.
Lo Mejor: su provechosa lectura de no ofrecer un panorama tan ennegrecido como algunos, medios de comunicación mesetarios quisieran.
Lo Peor: su escasa e ignorada repercusión.
Desde el punto de vista técnico resulta, digamos, un poco singular. Hay veces que Aitor habla en plan narrador…otras en las que habla directamente a la cámara, con reflexiones, y otras en las que realiza preguntas a otros. La voz de narrador a mí personalmente me resulta un poco artificial.
Además de estar a ratos en euskera y a ratos en castellano, hay varias tomas que se pueden hacer un poco chocantes: Aitor moviéndose con la cámara enfocando al suelo, Aitor en su habitación frente al ordenador y con cascos, los cuales se quita y mira de frente a la cámara, Aitor recreando de una forma peculiar situaciones que le sucedieron o que le intrigan, Amigos actores de Aitor sacados en diferentes planos bastante rocambolescos, Aitor moviendo la cámara para buscar lo que quiere enfocar…etc.
No es el 1º director que se enfoca a sí mismo ni que habla ante la cámara en su película, pero tampoco es lo habitual. Hay ocasiones en las que puede resultar un poco pesado, que se podrían haber ahorrado, aunque también es cierto que le dan un aire intimista y particular al asunto.
Ya entrando en materia, Aitor nos presenta como conoció a Asier, cómo se fue a Madrid, cómo retomaron el contacto, cómo se enteró cuando metieron a Asier en prisión, y los contactos que tuvieron cuando salió.
Interesante saber cómo se conocieron y qué relación tenían antes de que le metieran a prisión. Le lleva como media película, pero es necesario porque sino no se entendería bien la otra mitad, que es cuando hablan ya directamente de por qué Asier se metió a ETA y por qué defiende lo que defiende.
Cada uno tendrá su opinión sobre el tema. Esta película simplemente aporta algunas más (la de Asier, la de Aitor, la de la madre de Asier…).
Me parecen curativos los puntos de vista diferentes sobre la problemática del independentismo vasco, ETA y todas las connotaciones y discusiones: sociales, políticas, deportivas, artísticas, económicas, educativas, etc.., que el conflicto de identidades con el nacionalismo español han provocado.Y lo digo desde el punto de vista de un ciudadano del mundo internacionalista. El respeto comienza por escuchar, dialogar y posicionarse pacíficamente. Oír a las víctimas (de una y otra parte), a los que, aún estando convencidos, están equivocados, a los que son minoría y están en medio de las dos corrientes, a los que comparten solo la paz, y siendo contrarios, no quieren volver a oír hablar de las armas, oír a quienes perdonan y a quienes quieren ser perdonados…..Pero me temo que esto, como casi todo, lo tendremos que acabar arreglando los de la calle, porque los políticos, al uso, están más para romper que para soldar, y siempre será más efectivo un apretón de manos entre el padre de un etarra y el de un guardia civil, que siete comidas de trabajo entre comisiones encargadas de la reconciliación.
Asier y yo, está más en la linea de los abrazos que de las reuniones de trabajo y traslada no solo buenas intenciones, también fórmulas caseras para aplicar bálsamo sobre las quemaduras que algunos bomberos , por temas de aprovechamiento político fundamentalmente, han causado.
Como espectador y como alguien que ha vivido muy dignamente en euskadi, sin sentirme discriminado, agradezco a Aitor Merino el esfuerzo por desentrañar una realidad en la que los afectos pueden más que las consignas, y las personas están por encima de los legisladores profesionales.
Compartir en una fiesta intelectual tomando algo mis amigos de Madrid, Asier y yo. Este es el objetivo que Aitor Merino se propone al rodar la película: Contar a sus amigos de Madrid su amistad con un militante de la banda armada ETA.
Asier ETA biok (Asier y yo en Euskara), comienza como una fábula en los bosques del norte de España entre neblina, canciones y picando piedra, porque es un documental que quiere narrar la complejidad del conflicto vasco a modo de cuento. Aitor es como el ingenioso juglar, narrador de una historia trepidante a través de un ritmo visual casi hiperactivo, conseguido por el cuasiperfecto montaje de su hermana Amaia. No es el mejor documental que se ha hecho sobre el conflicto vasco, pero casi. El narrador interpreta escenas pasadas, habla en primera persona mirando directamente a cámara –casera, ante la falta de medios lo mejor es la imaginación-, deja que las acciones sucedan cuando va a buscar a su amigo Asier salir de la cárcel, y se da el lujo de salir y entrar de las escenas convirtiéndose así en un hiperdocumental donde todas las narraciones, voces y dimensiones son posibles.
Se trata de una película íntima y honesta que muestra las eternas contradicciones del ser, bajo el debate de la razón y el afecto en la herida aún abierta que es la independencia de Euskal Herria vs. el reino español. Aitor quiere salvar a Asier, dentro de su visión romántica e ideal de su amigo, quitarle la máscara de la estigmatización creada por los medios durante décadas, mostrarle como persona amada por sus familiares y coherente con sus ideas, pero cae preso de preguntas, dudas e hipótesis. ¿Las acciones definen a las personas? ¿Es posible desde la comodidad del sofá cambiar el mundo sin arrebatar nada o alguien a cambio?