Aquellos días de juventud
Sinopsis de la película
Ah-Ching y sus amigos viven en un pequeño pueblo de pescadores sin grandes expectativas vitales. Acaban de terminar la escuela y pasan la mayor parte del tiempo bebiendo y metiéndose en peleas hasta que tres de ellos deciden labrarse un futuro en la ciudad portuaria de Kaohsiung.
Detalles de la película
- Titulo Original: Fengkuei lai-te Jen (Feng gui lai de ren) (The Boys from Fengkuei) aka
- Año: 1983
- Duración: 98
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes conseguir una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te detallamos un listado de opciones de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
6.9
45 valoraciones en total
Estos últimos días ando inmerso en dos actividades culturales paralelas: la lectura de una selección de textos de Azorín, en el libro titulado Libros, buquinistas y bibliotecas, a cargo de Francisco Fuster, y un ciclo de seis filmes del taiwanés Hou Hsiao-Hsien, en el Círculo de Bellas Artes.
No imagino dos actividades culturales más diversas y, sin embargo, observo que ambas se entreveran en mis días de cinéfilo y lector. Me explico. Leo en Azorín:
¿Cómo podemos graduar, apreciar, definir, la impresión que nos produce una lectura? Se tiene generalmente en cuenta el libro, no se tiene en cuenta, las más de las veces, la receptividad cerebral, es decir, un mundo de circunstancias sutiles, indefinibles, relativas a nuestro estado orgánico –psicológico, patológico– y al momento de la lectura, y que son precisamente los que hacen que amemos un libro o que lo detestemos.
Luego concluye:
Cuando de tantas etéreas, sutiles contingencias depende la impresión que produce la lectura, ¿cómo echaremos sobre un libro una sentencia definitiva, inapelable, después de una primera lectura?
Añado yo que, al menos, la lectura de un libro sí puede detenerse, dejarse, retomarse. Uno puede adaptar el ritmo de lectura a sus biorritmos cerebrales, corporales, de sueño, lucidez o de cansancio. Podemos volver más adelante a un pasaje oscuro o intuido entre las brumas de la somnolencia. Somos dueños del freno y la velocidad.
En cine –en cine, no en el proyector de casa, ni en la tele o el ordenador– el ritmo nos viene impuesto desde fuera. No podemos adaptar el visionado a las sutiles contingencias personales a que alude Azorín en los fragmentos que acabo de citar. Por tanto, ¿cómo echaremos sobre una película una sentencia definitiva, inapelable, después de un solo visionado?
Hou Hsiao-Hsien y Azorín comparten la afición por divagar. El uno por medio de la imagen, el otro de palabra. La acción no es el fuerte de ninguno de ellos: huyen de las grandes peripecias y tienden a fijarse en lo concreto. Hasta ahí sus puntos en común.
Aquellos días de juventud se me hizo larga. Hay en ella propósito de estética, una curiosa mezcla de Ozu, low-cost chino y nouvelle vague. La veneración del taiwanés por Ozu –en voluntad de estilo, posición de cámara y encuadres– resulta transparente. Pero la pausa de Ozu es un milagro inigualable. Hou Hsiao-Hsien, a buen seguro, sabe lo quiere. Aunque lo que consigue no me agrada.
Aquí las bofetadas (con sabor a parodia) se reparten por doquier. Los dramas –diminutos– se observan con distanciamiento no brechtiano. Los personajes se van… y no se mueven. En fin, la cinta es aburrida. Pensar en ella es más ameno que mirarla.
===
Ya estoy a la mitad del ciclo y Hou Hsiao-Hsien aún no me ha enganchado. Pese a su voluntad de pausa-Ozu y un cierto gusto por lo mínimo. Pese a su manera de observar a través del paso de los trenes. Pese a su forma de narrar, elíptica e ilógica . Pese a su paradójica sordina enfatizada.
Perseveraré, como buen cinéfilo-Masoch. Y, ¿quién sabe?, tal vez consiga acompasar mis ritmos circadianos al vaivén de este tranvía, estético y estático.
===
Cuando concluye una película de Ozu, tenemos la impresión de que TODO ha sucedido. El punto de llegada podría ser el mismo que el punto de partida, y sin embargo, entre ambos puntos, se haya un infinito.
Al concluir Aquellos días de juventud (como en Millennium Mambo y, en menor medida, en Un verano en casa del abuelo) tenemos la impresión de que lo sucedido ha sido NADA.
===
El padre, con el rostro literalmente abollado por un golpe, es poco más que un vegetal sentado en una silla. Tras su muerte, el hijo lo recuerda –en el porche, junto a la misma silla– en plenitud de facultades. El flashback, blanquísimo, nos pone un nudo en la garganta. Poco después, el recurso se repite. Y el encanto queda roto.
[Texto publicado en cinemaadhoc.info]
Película centrada en un grupo de amigos con poca o ninguna aspiración para sobresalir, atrapados en una vida confortable y hedonista en una zona rural de Taiwán, desempleados y sin mayores estudios ni interés por la familia, divagan como vagabundos haciendo fechorías, tonteando y metiéndose en peleas.
En algún momento optan por trasladarse a la ciudad portuaria de Kaohsiung, lugar con mayores oportunidades para desarrollarse, buscando tal vez dejar de lado su improductividad. En la ciudad se ven consumidos por el contexto, la comodidad de su hogar y sus calles han quedado de lado frente a un nuevo mundo.
Uno de los primeros largometrajes del realizador Hou Hsiao-Hsien, con el que comenzaba a forjar su identidad e intereses como cineasta. Explorando a sus personajes con relativa sencillez, posicionando la cámara -por lo general- estática, mientras estos realizan su performance a su alrededor, como un testigo de las acciones.
Filma de forma austera y con pulso calmo, sus protagonistas están en un contexto histórico donde el país estaba en una renovación política, de hecho, años atrás en Kaohsiung se dieron una serie de manifestaciones en favor de la democracia, contra el gobierno y la Ley Marcial que estaba desde 1949.
Una por otra, mientras Taiwán se posicionaba económicamente a la cabeza de Asia (junto con Japón, Corea del Sur y Singapur), sus ciudadanos vivían con ciertas restricciones. Hsiao-Hsien toma este contexto para mostrar a una juventud sin mayores anhelos y obligada a realizar el servicio militar.
Pero al final esto se convierte en tiempo perdido, el precio a pagar para estos jóvenes, chocar con la realidad de la que no pueden escapar, visualizar un pasado aún más sencillo, los flashbacks acompañan dicha disparidad, entre el presente y el pasado, más un futuro que no se vislumbra muy esperanzador.