Anne at 13,000 Ft.
Sinopsis de la película
Anne está a punto de cumplir los 30 años y trabaja en una guardería en el centro de Toronto. Los niños la adoran, tiene su propio apartamento y se siente libre realizando paracaidismo. La cámara nunca se aleja demasiado de ella, sigue todos sus movimientos, ya sean enfáticos, nerviosos o apáticos, registrando sus cambios de humor mientras cambia de una circunstancia a otra. También captura algunas señales alarmantes que tal vez se nos podrían escapar a primera vista, como su entusiasmo infantil, su excesivo gusto por el vino o las trastadas que suele realizar en los momentos más inapropiados. La gente que la rodea se da cuenta, pero nadie se atreve a diagnosticar cuál es su problema. La tensión aumenta a medida que su comportamiento se torna más errático. Son los nervios que produce una mujer bajo la influencia de algo. Pero, ¿de qué exactamente? La sensación es desagradable a la vez que extrañamente vivificante, algo similar al vacío que se forma en nuestro estómago cuando un avión se eleva y sabes que vas a tener que saltar por él desde las alturas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Anne at 13,000 Ft.
- Año: 2019
- Duración: 75
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Opinión de la crítica
6.2
97 valoraciones en total
El máximo valor de esta película canadiense -presente en la sección Esbilla del Festival de cine de Gijón de este aciago año, cuya edición se celebra forzosamente online- es el retrato de la desequilibrada personalidad de su protagonista. Un personaje certeramente escrito, de esos que ponen en jaque a las personas que lo rodean, así como al espectador.
Interpretado estupendamente por la actriz que lo encarna (de extraordinario parecido con Tilda Swinton), la cámara sigue de cerca y casi constantemente a este peculiar y emocionalmente inestable personaje, consiguiendo así reflejar una mayor incomodidad, la que siente ella y la que transmite a sus interlocutores (familiares, compañeras en la guardería donde trabaja , su reciente pareja…) y al espectador, incidiendo en su frágil cordura y un intuido tormento interior cuyas causas no se explicitan, ni falta que hace.
Una de las propuestas más interesantes que he visto hasta el momento en el FICX de este año.
La película canadiense Anne at 13.000 ft. (2019), Anne a 13 mil pies de altura, abrió el Festifreak, Festival Internacional de Cine Independiente de La Plata, que se extiende hasta el 31 de octubre. Se trata de un drama indie que retrata a una joven mujer que atraviesa una crisis personal.
Por Nicolás Bianchi
El Festival Internacional de Cine Independiente de La Plata comenzó hoy viernes 9 de octubre con el streaming online de Anne at 13.000 ft., disponible hasta el domingo a la noche en la web http://www.festifreak.com. El acceso a la película, y a las demás que se exhibirán, es bajo la modalidad de pago voluntario y solo requiere de la creación de un usuario.
El film, dirigido por Kazik Radwanski, presenta, en sus 75 minutos de duración, al personaje de Anne, enérgicamente interpretado por Deragh Campbell. La acción comienza en una despedida de soltera poco tradicional, en la que la novia y sus amigas se arrojan en paracaídas, una experiencia que parece tener un fuerte impacto en la protagonista de la película.
Anne es una joven veinteañera que comienza a vivir de forma independiente. Se muda a un departamento cuyas paredes necesitan, por lo menos, una mano de pintura, trabaja en una guardería estatal cuidando chicos y busca pareja de forma un tanto azarosa, primero por aplicaciones y luego en la boda de su amiga. Anne no está bajo un control férreo de ninguna de las circunstancias de su vida.
La relación con su madre es conflictiva, en el trabajo tiene raptos de comportamiento inmaduro que la llevan a enfrentarse con compañeras más experimentadas y en su vida social oscila entre citas extrañas, con hombres bastante mayores que ella, y consumos desenfrenados de alcohol. Anne no presenta un comportamiento adictivo en particular sino que vive constantemente al límite del desastre personal.
Solo en dos momentos logra alcanzar cierto estado de serenidad. Cuando está en el aire, ya que después del festejo comienza a tomar clases de paracaidismo, y cuando juega con los niños, no como una maestra o supervisora sino como uno más de ellos, lo que también va a generarle algún inconveniente con padres y colegas. Radwanski brinda un reflejo de un momento, del presente de un personaje, sin explicar cuál es el trasfondo o el pasado, aunque haya algunas pistas.
Como herramienta narrativa y estética el director opta por una cámara en mano que sigue a Anne de una forma sumamente realista. El primer plano, que es prácticamente una constante en la película, busca que el espectador observe la combustión interna que atraviesa la personalidad de la protagonista, para lo que la energía de la actuación de Campbell es fundamental.
Sin pretensión de juzgamientos ni de grandes mensajes, el film refleja que tener los pies sobre la tierra, por lo menos para Anne, es mucho más difícil que volar y caer sin más control ni reaseguro que la correa que hará que el paracaídas se despliegue.
Anne at 13,000 Ft. ofició como película de apertura del @festifreakfilmfest , que dicho sea de paso, continúa realizándose de forma abierta y digital hasta el 31 de octubre.
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De origen canadiense y con cierto reconocimiento en festivales, el film nos traslada a la vida de Anne, una joven que mientras va camino a los 30, atraviesa una gran inestabilidad en todos los ámbitos de su vida. Interpretada eficazmente por Deragh Campbell, la actriz lleva a cabo la ardua tarea de protagonizar casi el 100% de las escenas de la película, con las dificultades que eso demanda. El director, Kazik Radwanski, elige un estilo de filmación bastante arriesgado, compuesto principalmente por primeros planos que nunca dejan de retratar las facciones y reacciones de los personajes.
Aunque original e inmersivo, este enfoque puede tornarse excesivo en algunos pasajes, echándose en falta mayor panorama en las escenas trascendentes. Sucumbir ante la volatilidad de la propia Anne genera la sensación de que la verdadera dirección de la película está a cargo de ella.
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Inconstante e incompleto, el personaje de Anne no es precisamente alguien fácil de digerir para el espectador, lo que en cierto punto parece ser uno de los objetivos del film. Su falta de adaptabilidad a los cánones sociales y su inmadurez para resolver situaciones dentro de la norma (con conductas lindantes a lo esquizoide), generan un efecto de incomodidad que nos acompaña en la gran mayoría del metraje.
Hay tan solo un momento en donde se produce un fenómeno liberador que vincula tanto a la protagonista como a los espectadores. Ese momento es el que se da en el cielo, cuando Anne se sube al avión y se deja llevar por los aires mientras abre su paracaídas de forma plena y sanadora.
Un instante de respiro y de libertad que funciona como la contracara de casi toda la trama. Esa válvula de escape necesaria, para la joven Anne, tan libre en el aire como encerrada en la tierra.