Angelo
Sinopsis de la película
La historia de Angelo, un africano nacido en el siglo XVIII y trasladado a Europa con 10 años. Convertido en sirviente en la corte de la nobleza ilustrada, sabe utilizar su otredad para llegar a ser un huésped apreciado y una atracción para los miembros de la alta sociedad. Cercano al emperador, decide casarse con Magdalena, una joven criada de la que se enamora. Al hacerlo, Angelo inevitablemente sufre el rechazo de la corte. En la cima de su prestigio, se dará cuenta de que su otredad nunca desaparecerá ni conocerá una vida normal, y será siempre un extraño. Basada en hechos reales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Angelo
- Año: 2018
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
4.4
22 valoraciones en total
Angelo, la película que presentó Markus Scheleinzer en la 66 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, parte de unos hechos reales acontecidos en el siglo XVIII. La película se desarrolla en tres actos y trata de acercarnos a la vida de Ángelo Soliman, desde que llega a Viena con diez años, hasta su muerte. Con un tono frío, seco, distante, con el que el espectador difícilmente conecta, asistimos a la vida de un ser que en ningún momento es dueño de sus actos y decisiones. No hay duda que los hechos mostrados son objeto de crítica y denuncia, no hay nada más terrible que convertir a un ser humano, en un objeto, desprendiéndolo de su dignidad como ser humano, desposeerlo del hecho que pueda libremente elegir, tomar decisiones, vivir.
Flaco favor el del director, que nuevamente convierte su historia en algo inerte, sin vida. La historia carece de calidez, de vida. Contemplamos su vida, desde la distancia, sin ser capaces de acercarnos a su tragedia, de conmovernos, de emocionarnos. Nos queda frialdad, lejanía, olvido. Lástima. Casi no hay huella.
A las 16:00, tras dos horas para disfrutar de un delicioso Bocata completo en la Bodega Donostiarra y de hacer un poco de cola, volvimos a la siempre agradecida para visionados Sala 1 del Kursaal para ver una de las películas más incómodas de la Sección Oficial: la austríaca Angelo, de un Markus Schleinzer cuya Ópera prima, Michael, compitió en la Sección Oficial de Cannes de 2011. En la Europa del Siglo XVIII, Angelo es un niño trasladado de su África natal a la nobleza austríaca. Pasa allí una vida de sirviente entre galones y alta alcurnia, llegando a ser muy apreciado debido a su cualidad de objeto de atracción que cargará durante toda una existencia de tocar la flauta, declamar poesía e incluso bailar vestido en vistosos ropajes. Sin embargo, incluso en sus últimos compases se verá acompañado del rechazo de la corte por su otredad, que le acerca a la condición de un animal. Filme cerebral, de concepto, una suerte de tesis fílmico. Un estudio sobre el racismo y la crueldad radical en su forma y dispositivo, la ejecución en imágenes de un estudio y unas reflexiona. Es una película de neta incomodidad, cine de mal cuerpo y maldad ética. Muy peculiar en su puesta en escena: pese a su correcta fotografía y hermosa recreación histórica, el filme está filmado en un opresivo 4/3, que por su elección de encuadres sitúa al espectador en una posición que le hace sentirse uno más de esa burguesía frívola que observa a Angelo ser un títere vistoso y ninguneado. Un filme que maltrata al espectador, cuestionando la moralidad de su papel. Una película que por sus características se recuerda, y destaca sobre cualquier otra, mostrando el enésimo riesgo de programación. Pero más allá de sus conceptos, el resultado es un filme inane, algo muerto, con poco sentido fuera de un festival y que tan sólo produce frialdad y desasosiego. Nunca empatizamos con los personajes, y el filme no da ni ritmo, ni virguerías de edición o fotografía a las que poder asirse (nos divertíamos sobremanera con las cartelas de transición entre partes, con números gigantes sostenidos sobre melodías de clave). Demasiado larga y claramente sucinta y arrítmica. Incomodar y revolver a cambio de nada.
La segunda película de Markus Schleinzer se basa en una historia real del siglo XVIII y pretende ser un alegato en contra del racismo europeo, el de entonces y el actual, que se queda en la superficie.
La historia se centra en Angelo, un hombre negro nacido en África y llevado a los 10 años a Europa, más concretamente a Viena, establecido desde entonces dentro de la corte de la nobleza en la que siempre sirvió más como curiosidad o atracción que como sirviente común.
Pero cuando, con el paso del tiempo, Angelo pretende liberarse y vivir una vida normal, en pareja y formar una familia, todo mundo le da la espalda haciéndole sentir su rechazo y desprecio al no servirles ya como la atracción que solía ser.
Dividida en 3 capítulos, cada una correspondiente a cada etapa en la vida de Angelo, su infancia, juventud y adultez, la película de Scheleinzer replica con detalle ese mundo al que el infante fue insertado de manera obligada a ser algo muy ajeno a su naturaleza.
El relato se desarrolla en un mundo opulento e ilustrado, y en la película se muestra de manera puntual, todo narrado con rigor y sobriedad dejando que fluya una atmósfera que se percibe distante y con mucha frialdad, lo que dificulta la plena identificación del espectador con lo que se narra.
La película se torna por momentos incómoda y fatigosa, si bien el discurso del realizador es contundente y actual, su visionado se vuelve una experiencia cansina y poco estimulante.
https://tantocine.com/angelo-de-markus-schleinzer/