Ana de las Tejas Verdes: la continuación (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Ana es ahora una joven de 18 años y continúa con su carácter imaginativo, testarudo, impulsivo y bondadoso. Es contratada como maestra en una escuela para señoritas y tendrá que enfrentarse a nuevos retos en su faceta de educadora. Por otra parte, su antiguo compañero de colegio y eterno enamorado Gilbert, ahora estudiante de medicina, sigue pendiente de la indomable e independiente Ana Shirley.
Detalles de la película
- Titulo Original: Anne of Green Gables: The Sequel
- Año: 1987
- Duración: 230
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Opinión de la crítica
Película
6.9
43 valoraciones en total
En su día la historia de este entrañable personaje fue emitido como una serie de capítulos y cautivó a muchos de nosotros. En esta continuación Anne ya más crecidita pero igual de testaruda y sentimental nos hace vibrar de emoción. Muy interesante.
Esta secuela de Ana de las Tejas Verdes resulta superior a su antecesora. Sí, sí, de acuerdo, la mítica es la primera, pero esta es mejor por la sencilla razón de que lo que nos cuentan es más interesante. Anne ha crecido, ya no es la niña repipi e insufrible de antes, y se ha convertido en una suerte de Jo March canadiense, con todo lo bueno que eso implica. La serie se beneficia de un comienzo simplemente extraordinario, una primera hora de absoluta perfección, con la trama del relato que escribe la protagonista y el gran juego que da. La narración es muy ágil, como también lo es en las escenas que detallan la relación entre Anne y Diana, de nuevo lo más interesante de la función, o la de la protagonista con Gilbert (atención a la grandísima escena en la caseta, bajo la lluvia, la despedida en el tren o por supuesto el final). Ayuda mucho, además, que Megan Follows, Jonathan Crombie y Schuyler Grant, al frente de un inmaculado reparto, den lo mejor de sí con interpretaciones muy sentidas y naturales. El nivel de producción sigue siendo excelente (atención al vestuario, soberbio) y resulta fácil identificarse con las entretenidas y emotivas vivencias de esta huérfana con alma de escritora, rebelde, independiente y muy franca en sus contestaciones (ver el excelente trabajo de Fellows en la escena en que Anne defiende a su vaca por el destrozo causado a unos repollos).
Sin embargo, el principal problema de la primera parte sigue estando presente, y es que la fidelidad a las novelas de Lucy Maud Montgomery obliga a alargar el metraje hasta límites insoportables. Esta continuación es a todas luces demasiado larga, y el ritmo se resiente en numerosas ocasiones. No todas las peripecias de Anne son igual de interesantes, y hay muchos episodios alargados en exceso.
Sin embargo, merece la pena dejarse envolver por la tierna amistad entre Anne y Diana, y en ese bello amor adolescente que la une a Gilbert. Es, simplemente, una notabilísima y muy bonita historia para emocionarse y entretenerse.
Aunque ya no nos encontramos con esa intrépida niña soñadora, Ana sigue teniendo un corazón de oro y la sensibilidad para llegar al corazón de las personas que le rodean, que están perdidas en una maraña de convencionalismos encadenantes que ella trata de desenredar.
La historia me sigue emocionando y por fin Ana le da algo de cancha a Gilbert.
Celebro que por fin FilmAffinity haya incluido en su base de datos las dos continuaciones de la maravillosa serie que me cautivó en mis años más tempranos. En aquella década de los ochenta, mi década dorada, muchas fueron las series que desfilaron por la pantalla de aquel viejo televisor de la época en la que aún no existían los mandos a distancia. Y Ana de las Tejas Verdes fue una de las que recuerdo con más cariño.
Creo rememorar que, cuando yo tuve la suerte de visionar la serie por primera vez, ya habían unido la parte en la que Anne llegaba a Avonlea y se convertía en una parte indispensable de aquel encantador paraje, y esta segunda parte.
A las imágenes que conservo de entonces queda asociada esa pelirroja inteligente, divertida, instruida y recalcitrante, que se convertía en una imperiosa joven que difícilmente podía enmascarar bajo la pátina de los buenos modales un carácter tan fogoso como su cabello.
Tras terminar sus estudios en la escuela de Avonlea con las más elevadas calificaciones, rivalizando con su admirador Gilbert, Anne decide echar a volar y la contratan en una escuela para muchachas de la buena sociedad de Avonlea. Pronto descubrirá la complejidad, las dificultades y las compensaciones espirituales y emocionales de la profesión de maestra, implicándose voluntariosamente en la marcha del centro escolar, buscando formas de superar los obstáculos y entrando en contacto con el mundo acomodado pero a menudo también difícil y áspero de sus alumnas.
Comprometida y valiente, Anne intentará convertirse en esa maestra y mentora con la que muchos soñaríamos.
Y, temerosa de perder su libertad, continúa esquivando el manifiesto amor de Gilbert Blythe, estudiante de medicina, que sólo tiene ojos para ella.
De nuevo el universo poético y entrañable de Anne Shirley viene con fuerza, arrollando con su ternura y su pasión por la vida.
Hermosa recreación de la obra de L.M. Montgomery y de su personaje Anne of Green Gables, que le dio fama mundial. Aquí se nos presenta la continuación de la historia de la joven Ana, que se abre paso en el Canadá de principios del siglo XX, donde las mujeres comenzaban a cursar estudios superiores, trabajando como maestra y sufriendo las decepciones que todas hemos sufrido en nuestro trabajo. Sin embargo, ella es animosa y trabajadora, cree en lo que hace, y sus esfuerzos se verán coronados por el éxito. Todo ello narrado en el ambiente pastoril e idílico de la primera entrega y con nuevos personajes. En resumen, una delicia para los amantes de este tipo de historias. Les encantará.