Amoríos
Sinopsis de la película
Viena 1906. La apasionada historia de amor entre un joven teniente (Alain Delon) y una cantante de ópera (Romy Schneider) correrá peligro cuando el muchacho sea acusado de perseguir a una mujer casada.
Detalles de la película
- Titulo Original: Christine
- Año: 1958
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6.4
90 valoraciones en total
Maravillosa interpretación de Romy Schneider y Alain Delon en un papel de enamorados con locura. Pero los problemas de la vida les invaden y poco a poco la película pasa de ser un cuento de hadas a una pesadilla.
Muy recomendable, es una especie de Romeo y Julieta en todos los sentidos, y además Romy canta dos canciones maravillosas.
El final es algo trágico pero hace que el film adquiera fuerza y que el espectador quede impresionado con el resultado. Es una de las películas que más me gustan de ellos. Un 8 y bien merecido.
Película colorista y dinámica que representa una estupenda ocasión para visitar ciertos sectores de la animada Viena al inicio del siglo XX.
Comienza como comedia frívola de corte romántico y entrañable que se parece mucho a un cuento de hadas porque A. Delon y R. Schneider se presentan con tintineo de cascabeles.
Cuando el argumento gira hacia hacia el drama, la intensidad cobra nuevo significado y su perfil se torna inclemente aunque sus hechuras cinematográficas mantienen un sobresaliente balance.
Deslumbra la frescura de los diálogos, su ambientación exquisita, el magnífico vestuario de época, la exitosa localización de exteriores y, en general, su eficacia narrativa.
Mención especial merece también el resto del reparto por su extraordinaria interpretación.
El director P. Gaspard-Huit lo hace todo con tanta sencillez que da la impresión de que su mano no se nota.
Ese es, precisamente, su mérito.
Desde la saga de Sissi, las primeras películas con Romy Schneider tienen una cualidad que las une: no son grandes películas (no pretenden serlo) pero tampoco son bodrios insoportables y todo gracias a un guiones muy bien armados, bastante pulidos, con situaciones de vodevil que se desarrollan sin baches hacia un final a veces previsible pero sin causar enojo.
Estos logros se mantienen en Christine, pero se le agrega una historia de amor trágica que remite un poco a los cuentos de Chejov pero sin tensar tanto las cuerdas como para que los personajes se mantengan dentro de los límites del decoro. Para compensar este control, Schneider (que brilla con luz propia) encuentra su pareja ideal en un sobrio Delon y es inevitable sentir empatía por ambos en una narración con un punto de vista casi imparcial que es parte de que la trama funcione.