American Mary
Sinopsis de la película
Mary Mason (Katharine Isabelle) es una joven y atractiva estudiante de medicina que, atraída por el dinero, se va introduciendo cada vez más en el oscuro mundo de la modificación del cuerpo y las cirugías ilegales, donde los obsesionados artistas pagan cualquier cosa y sufrirán cualquier dolor para conseguir sus inusuales procedimientos. Pero Mary no tardará en darse cuenta que su nueva profesión deja más marcas en su propia psique que en su anormal clientela.
Detalles de la película
- Titulo Original: American Mary
- Año: 2012
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.5
65 valoraciones en total
Las películas de terror adolescente se rigen por patrones muy definidos. Tal vez por eso American Mary resulta novedosa en su arranque. No hay rastro de la joven pava perseguida por una amenaza exterior. Tampoco es por completo el relato de una mala con la que empatizamos al estilo Dexter. La Mary del título, al principio torpe y desgarbada, se introduce sin quererlo en un mundo donde puede rentabilizar sus conocimientos de medicina. La primera hora de la película es un festín para los amantes de la serie B: tiene un toque malsano y surrealista que atrapa sin apenas artefactos. El problema viene en el segundo tramo cuando las directoras se sacan de la manga una violación, una venganza, un romance y, por consiguiente, un reciclaje de los tópicos típicos. Una lástima porque la película prometía ser una exploración marciana del mundo de la cirugía extrema, del cuero y de la noche más perturbada en la que no costaría imaginar a Lisbeth Salander merodeando entre tarados. La crítica a una sociedad que rinde un excesivo culto a la imagen es mínima. Un error de cálculo que da pena, porque a American Mary le faltó muy poco para convertirse en un título de referencia para los fans del género: quedan, eso sí, las buenas intenciones y cierta atmósfera. No le sobran extravagancias pero sí alguna vuelta de tuerca de más: el film pedía a gritos más descripción que acción, más humor que sangre. Apta solamente para masoquistas benévolos y para fans de Katharine Isabelle, la Mary del título famosa por su participación en la saga Ginger Snaps. Lástima que American Mary, por un error en el corte o por una mala supuración (en términos no médicos: por un problema de guion), no haya dado otra colección de películas de nivel.
@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com
Inquietante y perturbador, este film nos introduce en el mundo de la cirugía estética llevada a un nivel extremo en el afán de algunas personas por ser diferentes, hasta el punto de que algunas ni siquiera parecen humanas.
Pero además toca el tema de la violencia, la venganza y el castigo. Es una película sexy, llena de tensión, sin tramos aburridos y sin caer en el gore exagerado -o quizás sí-. Es sutil, pero no lo suficiente como para dejarnos indiferentes.
Escrita y dirigida por las hermanas Soska, consideradas polémicas por el uso de escenas violentas y explícitas, además de mucha casquería. La historia está escrita específicamente para que la protagonizase una de las nuevas «reinas del grito», la increíble Katharine Isabelle, a la que podemos ver en Gingers Snaps. La cinta no tiene efectos digitales, todo son personas reales relacionadas con la comunidad de Modificación Corporal o se utiliza el maquillaje y los efectos de antaño (lo que se agradece), es decir, todo es muy artesanal.
Isabelle está soberbia en el papel de Mary. La historia engancha desde el primer fotograma. La música mezcla lo clásico con el rock y el heavy y funciona a la perfección.
Las gemelas aparecen en la película como las gemelas Badass y Tristan Risk es nuestra Betty Boop (imitando incluso su voz, ver en versión original).
El arte es una palabra de amplio aspecto, hay muchísimos tipos de arte, y algo muy importante, lo que para ti puede ser arte para otro puede ser una simple basura. Mary es una artista, una gran artista del bisturí. Y eso queda totalmente reflejado a la perfección en el film. Porque después de todo las historias o los hechos no son lo que importa, lo que realmente importa es la persona, la creadora, que con sus delicadas manos nos regala una forma de arte un tanto especial.
Mary Mason es una excelente estudiante y una prometedora futura cirujana, pero en su vida personal no todo es tan perfecto, puesto que está en banca rota. Buscando desesperadamente un trabajo, se acabara topando con algunas ofertas poco convencionales. Acompaña a la preciosa y misteriosa Mary.
Es el segundo largo en la dirección de las gemelas mas terroríficas en el mundo del cine, Jen Soska y Sylvia Soska nos deleitan con una película de terror en estado puro. Todas unas femme fatales, las cuales no solo dirigen, sino que también firman su guión y nos deleitan con un cameo digno de mención especial. Todo un prodigio el de estas gemelas. Preparados para disfrutar con American Mary.
Mención especial al apartado fotográfico, el trabajo del veterano Brian Pearson es impecable y muestra con acierto clínico el mundo de los bajos fondos donde la protagonista del film ejerce su profesión. No podemos olvidarnos de la verdadera alma del film y no es otra que la mujer que da el nombre al mismo, Katharine Isabelle, la cual realiza una interpretación sublime y podrás disfrutar de una evolución de su personaje increíble.
Como contrapartida a todo esto hay que reconocer que el guión no acabo por convencer, ya sea por los numerosos saltos temporales o algunas incongruencias que nos encontramos a lo largo de la cinta, incluso un poco ese final precipitado que hace un poco desmerecedor a un conjunto muy logrado. Y por último volver a mencionar el cameo de las directoras, estas chicas llegaran alto. Hay que atar en cerca a estos diamantes en bruto.
¿Vale la pena ver American Mary? Sin duda un rotundo SÍ. Pese a sus fallos de guión, el film que nos ocupa es una obra muy rompedora y rodada de forma que nos sumerge de lleno en ese mundo de tinieblas y personas de dudosa recomendable compañía. Muy entretenida de principio a fin y con unos personajes realmente profundos y bien trabajados.
http://www.terrorweekend.com/2012/10/american-mary-review.html
Se reconoce toda la buena intención, y se valora el esfuerzo, tiene buenas ideas, y algunos detalles que hay que destacar en cuanto a las imágenes y ambientación.
Lamentablemente algo falta para brincar del regular a buena, y es que es de terror, pero le falta el terror, es de gore, pero le falta gore y en esos aspectos creo que se quedo tibia.
Otro aspecto a mencionar es que siento que falto introducirnos mas al mundo de la modificación corporal, que nos mostraran algo que le diera un poco mas de realismo a la historia o identidad a la película, y creo que ahí como que se quedo en la superficie.
Seguro que la diferencia entre mi voto y la de otras personas que le han dado un voto de mayor valor radica en que yo esperaba mas y ellos esperaban menos, y es valido.
Inesperadísima sorpresa, una de las películas más demenciales de todo Sitges 2012 en el buen sentido de la palabra, la hermana fea de Excision pero indudablemente más salvaje y memorable. Las gemelas Jen y Sylvia cuentan la historia de una aspirante a cirujana que se ve obligada a realizar una operación en un club nocturno para poder pagar unos temas atrasados y que pronto se ve inmersa en un mundo criminal que no sospechaba, sobre todo tras una segunda operación de estética a una mujer que desea erosionar sus órganos sexuales para convertirse -literalmente- en una muñeca.
American Mary representa así un ejemplo de cine de terror más pausado y psicológico que gráfico, aunque de esto también haya, consiguiendo que cada utensilio cree una sensación de mal rollo y e inquietud. La protagonista, una bellísima Katharine Isabelle, da fisicidad a una historia de venganza que va mucho más allá de lo convencional en un trabajo realizado de forma independiente y que encuentra precisamente en ésto toda su fuerza, pues sería completamente imposible que esto saliera de un gran estudio o incluso uno pequeño con cierta ambición comercial. Habrá que seguir con el ojo encima de estas realizadoras, pues prometen darnos muchas alegrías en el futuro.