Amanecer rojo
Sinopsis de la película
La ciudad de Spokane despierta una mañana siendo testigo de una inesperada invasión de tropas de Corea del Norte. Jed Eckert (Chris Hemsworth), un marine veterano y su hermano Matt (Josh Peck), con un grupo de amigos, consiguen escapar a una aislada cabaña en el bosque. Tras ser testigos de las atrocidades cometidas por el enemigo y el asesinato de su padre, deciden crear un grupo de resistencia para combatir al invasor… Remake de la película homónima dirigida en 1984 por John Milius.
Detalles de la película
- Titulo Original: Red Dawn aka
- Año: 2012
- Duración: 93
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargarte una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te mostramos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
3.7
40 valoraciones en total
No sé por qué la película se molesta en plantear un escenario de invasión durante los títulos de crédito si todo es tan inverosímil desde las primeras secuencias. Me explico, se hacen llamar Los Wolverines como el equipo de fútbol americano local… WTF!? Mejor lo expongo con un ejemplo: ¿¡en Madrid nos invaden los norcoreanos, nos vamos a la sierra y nos hacemos llamar Real Madrid y nuestro líder, que resulta que es colchonero (o del Rayo Vallecano), va y nos entrega al enemigo a la mañana siguiente como venganza!? WTF!? Está claro que el deporte disminuye el raciocinio pero también une a las masas…Con discursos del tipo y prototipo la batalla de nuestro cerebro para mantener neuronas está asegurada: «No podemos ir a casa. No podemos seguir huyendo. (¿Qué vamos a hacer?) Yo voy a pelear. Voy a pelear. Es más fácil para mí porque estoy acostumbrado. Pero para ustedes, la decisión es más difícil. No voy a mentirles, la situación es terrible. Es terrible y complicada. Pero cuando peleas en tu hogar, peleas por tu familia, es menos difícil y tiene más sentido. Para ellos, este es un lugar más. Pero para nosotros, es nuestro hogar». Este discurso lo suelta Chris Hemsworth ¿para ver si ganaba un Oscar?, que interpreta a un tiparraco-macho-alfa que no para de empujar a todo el mundo durante todo el metraje. ¡Con ese cuerpo, brazos y tamaño yo también podría, ABUSÓN! Luego los gañanes hacen el entrenamiento para ser rebeldes con causa en una secuencia de montaje en plan El equipo A y completamente de coña. Pero para matarnos sueltan LA FRASE en una secuencia tróspida: «¡Sandwichero, llena esta mierda con pan!». Sí, sé que es latino y esas cosas… pero el momento es sangrante de cojons. En realidad, Red Dawn (Amanecer rojo) funcionaría a la perfección como segunda parte de Tropic Thunder, ¡una guerra muy perra!, por ejemplo, y es que la película de Dan Bradley es toda una señora comedia involuntaria y una de las mejores del 2012 en dicho género.
Para empezar, en el mundo de las redes sociales y la información… este tipo de argumentos, bastante criticados ya en exitosas (e intocables) películas como El caballero oscuro: La leyenda renace, suelen hacer agua por los cuatro costados… salvo que las dirija Christopher Nolan, claro. De hecho, Red Dawn (Amanecer rojo) es perfecta para trollear a nolanistas y utilizar la obra que adoran como un perfecto FAIL: mira, Thor qué apañado, qué listo y qué héroe de verdad… Si Chris Hemsworth fuera gothamita hubiera recuperado la ciudad con 5 niñatos antes de que Bruce Wayne diera el 2º salto. ¡BIBA Red Dawn! ¡BIBA! Aquí se establece un debate entre la revolución del pueblo frente al poder establecido. Una revolución que Nolan silenciaba con la autoridad del miedo ante la explosión de una bomba nuclear, pero que en esta cinta da lo mismo que tengan de rehenes a familia y amigos porque están por encima y son más chulos (y mejores) con frases con olor a aceite de fritanga barato del tipo «Es un buen día para morir, caballeros».
Claramente en esta película se ven reflejadas dos tendencias esquemáticas del pensamiento estadounidense:
1) No les gusta pensar y resolver todo por músculos, virilidad y hombría.
2) A los yanquis les encantan las películas de la resistencia (europea) durante la Segunda Guerra Mundial. Se masturban compulsivamente mientras ven Esta tierra es mía de Jean Renoir, por ejemplo.
La gracia (o desgracia) de Amanecer rojo (1984), calificada ya en su momento como «delirio paranoico y heroico» y «panfleto profascista», es que aterrizaba durante la Guerra Fría y en tiempos ochenteros. Ahora, esta Red Dawn del 2012 puede ser entendida únicamente como una parodia, realmente no hay qué pensar ni por asomo durante sus exaltados entramados e inyectarse esteroides directamente en el cerebro para no revolverse por los suelos en continuados ataques de risa. Lamentablemente la película trata de proponer cierto tono épico entre tintes dramáticos con los conflictos familiares de los hermanos Eckert desparramándose cantidad. En realidad desparrama (neuronas) en todo momento… explosionando el drama y salpicando metralla de comedia involuntaria, creando unos fuegos artificiales de entretenimiento diarréico. Que nadie se detenga a fijarse si Josh Peck y Chris Hemsworth pueden ser hermanos porque tenemos al hijo adoptivo de Tom Cruise… A Connor Cruise, DJ de profesión natural, le ha colocado un padre biológico del color de su piel pero con poderío… que es el alcalde la ciudad. Sencillamente, nada importa: todo acaba a lo 300 en versión The canís meets Falling Skies entre gritos llenos de bilis y exaltación patriótica de «Wolverines! Wolverines! Wolverines! Wolverines! Wolverines! Wolverines! Wolverines!» y un final como 28 semanas después, pero esta vez los zombis llevan la bandera de los EEUU a cuestas. Nada nuevo, en el mundo de los lavados de cerebros… aunque si quiere trollear a nolanistas ésta es su película.
Remake de una de las peores películas de ese gran director que es John Millius (escrita por él mismo). Si el original Amanecer Rojo provocaba cierto rechazo por su planteamiento (la invasión de los Estados Unidos por parte de Rusia) al menos era simpática y llevadera, Millius utilizaba la invasión como excusa para mostrarnos a unos adolescentes jugando a ser adultos (o el paso de la adolescencia a la madurez). Pero este remake (donde Rusia ha sido sustituida por Corea del Norte) basa su escaso encanto en un despliegue de acción por momentos bastante conseguida (sobre todo en su tramo final) y poco mas, el resto es un sinsentido (el ultimo plano hace llorar de lo ridículo que está encajado en el conjunto), mal dirigida y peor interpretada con aromas de mezcla de Los juegos del hambre con el juego Call of Duty (buscando desesperadamente al público adolescente) haciéndonos creer que estamos ante una gran película cuando en realidad se trata de una serie B inflada con buenos actores y demasiados fuegos artificiales. Lo más curioso de la puesta al día de Amanecer rojo es el cambio en el enemigo (los rusos ya no son los malos) y sobre todo ese comienzo donde culpan de la invasión a la flaqueza de Europa (en especial España, Grecia y Portugal) para, a continuación, presentarnos a todos los personajes en un partido de fútbol americano rodeados de banderas y símbolos. De traca, vamos. Una correcta película de acción, una pésima película en el resto de los sentidos. Tan mala que incluso echamos de menos la dirección del peor John Millius. Comprobado: lo que funcionaba en los ochenta se desmonta en el siglo XXI si se pretende tomar por el mismo camino. Que mala es la nostalgia cuando está mal digerida.
Del film de Milius, ya era difícil hacer un remake de algo que no era brillante en su origen tanto en idea como en concepción, pero que con el tiempo ha cogido ese aire ochentero que para los nostálgicos le confiere un pase… ligero eso sí.
A los conocedores de la ideología de John Milius no les sorprendió en su momento el film de 1984, seguramente el peor de su breve carrera como director. Cuesta creer que es el mismo director de la genial Dillinger (1973) o la afamada Conan, el bárbaro, (1981).
En aquella los atacantes eran rusos y cubanos muy en boga por entonces en plena guerra fría. En la actual son norcoreanos (como no!), y rusos de nuevo por aquello de no perder las viejas costumbres a pesar de lo distinto del escenario político actual.
El resultado peor, bastante peor y mira que era difícil, ya que a aquella le sostiene el pulso de Milius sea una buena idea o no, (totalmente increíble e infundada, eso sí) y en esta su director no atina, y nos recrea con una ensalada de tiros, con mensaje patriótico realmente patético, y que hace que lo poco creíble de la historia sea tomado a risa, ya que el grupo protagonista de actores con Chris (Thor, 2011) Hemsworth a la cabeza son una especie de maniquíes inexpresivos a los que no se les tienes empatía en ningún momento de la cinta.
El director en realidad es un especialista con más de un centenar de películas a sus espaldas que aquí se pone en su primer trabajo detrás de las cámaras con los resultados ya comentados. Al amigo Chris, le acompañan Josh Hutcherson, (Los juegos del hambre, 2012), Adrienne Palicki, (Legión, 2010), y Josh Peck (Ice Age 4, (voz), 2012), entre otros. Recordar que John Milius creador original de la historia, aunque parece que aquí no participa, es el ideario del famoso videojuego Homefront (Kaos Studios, 2011), con invasión norcoreana también y de temática sospechosamente similar a este film.
De verdad absolutamente prescindible, no rescato nada, de la primera por lo menos me quedo con la buena banda sonora del maestro Poledouris, el nutrido reparto de futuras jóvenes promesas o el fantástico cartel de promoción que origino impacto en su momento. Aquí ni eso. Porque ya veremos si se estrena en España en salas… o va al videoclub online directamente.
Todas las críticas son negativas, pero les dan un 2 , un 3, un 4. Señores, los americanos directamente nos mean en la cara con este engendro imperialista. La nación que más países ha invadido en los últimos 150 años, se sacan de la manga… una invasión norcoreana!!!!!! Al margen de ellos las escenas de acción son cutres, los efectos digitales de serie de TV B y las actuaciones ridículas.
No he podido evitar echarle un ojo a este remake de lo que ya fue en su tiempo un auténtico delirio paranoide. En 1984, John Milius (el de Conan, el bárbaro ) dirigía Amanecer Rojo , película que plasma la hipotética invasión de un pequeño pueblo estadounidense por parte de tropas soviéticas y cubanas. Hace unos meses se estrenaba este patriótico pastiche con las mismas bases, sólo que esta vez los invasores son norcoreanos. Una mañana, sin motivo aparente (como sin motivo aparente se rodó este innecesario remake) , Corea del Norte despliega sobre un pueblucho yankie una contundente unidad de paracaidistas que nada más aterrizar se dedican a matar a todo el que se ponga por delante, ejecutar a padres delante de sus hijos y un montón de cosas de malos, porque los norcoreanos son malos y eso lo sabe todo el mundo. En un día se han dedicado a plagar las calles de checkpoints, de banderas de Corea, de propaganda comunista, de mítines, ¡Y HASTA DE SUS CARACTERÍSTICOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN! Hasta uno de los personajes lo dice bien claro en la película: demonios, ¡esto no tiene ningún sentido!
Por su parte, un grupo de alumnos del instituto local, liderados por el capitán del equipo de rugby (que ya tiene experiencia, pues estuvo en Irak imponiendo el orden ), se dedican a poner en jaque al ejército invasor, después de haber pasado una tarde haciendo prácticas de tiro en el bosque ya están más que preparados para lo que les venga encima. Así son los americanos, están hechos de otra pasta. Ah, y también tienen que rescatar, de paso, a la capitana del equipo de animadoras, que ha sido secuestrada por los villanos de ojos rasgados. Total, una jodida ensalada de tiros, explosiones, emotividad a la americana y patriotismo rancio en una película que recupera con nostalgia el heroísmo bélico del cine de los 80, cuando el malo era el vietcong o hablaba con acento ruso, cuando el pánico rojo funcionaba a la perfección, pues todavía no había caído el Telón de Acero.
Después de más de una década sirviéndose de los árabes para crear malos de película tras el 11-S, el peligro comunista quizá se vuelva a poner de moda en Hollywood ahora que una pequeña península del Asia Oriental le está plantando cara al imperialismo. Y es que Estados Unidos siempre ha precisado de propaganda barata para justificar sus atrocidades.