Amador
Sinopsis de la película
Marcela, una joven con apuros económicos, durante el verano cuida de Amador, un anciano postrado en cama, en ausencia de su familia. Los dos no tardarán en confiarse sus respectivos secretos. Un suceso inesperado deja a la chica enfrentada a un difícil dilema moral. Pero Amador y Marcela han alcanzado ya, sin saberlo, un acuerdo. Al cumplirlo, van a demostrar que la muerte no siempre es capaz de detener a la vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: Amador
- Año: 2010
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
Película
5.8
51 valoraciones en total
… ídea repetida varias veces durante la película y que define perfectamente su problema. Realmente León de Aranoa maneja con soltura y elegancia el lenguaje cinematográfico, y visualmente no se puede reprochar nada a Amador, pero respecto al guión he de decir (con dolor) que es de lo peor que he visto en muchos años. Para empezar, el tono produce una total desorientación en el espectador, pues arranca como cine social, continúa vacilante como película de sentimientos y se despeña en la comedia negra peor resuelta de los últimos tiempos, al final uno no sabe decir qué género ha visto, pues fracasa en todos. Además, los diálogos son auténticamente chanantes de puro malos, los pretendidos alivios cómicos son escasamente reídos pues no se sabe si es una gracieta o parte del drama y el reparto no resulta creible en ningún momento salvo la hija de Amador, que en mi opinión está muy natural. En resumen, naufragio tedioso en el que la inmigración es un elemento metido con calzador, Bugallo hace una aparición muy discreta y Magaly Solier está de Goya (si lo que quería transmitir es bloqueo mental) o de patíbulo (si es que no sabe actuar de otra manera).
PD: por lo que he leido en el resto de las críticas hay mucha gente que asocia las bajas notas a sujetos reaccionarios que castigan el izquierdismo o el compromiso social del autor, pero en mi opinión se trata de disfrazar de ideología el asunto de fondo: cinematográficamente hablando es una película muy floja. Los lunes al sol sí que es cine social bien construido.
Mantenerse en cada película con un buen nivel en un país en donde miles de críticos de verbo fácil están esperando a que les decepciones y hagas lo que hagas te machacaran, acusándote de reiterativo (¿Que director no lo es? y ¿Que hay de malo en ello?) y previsible (Algunas críticas si que son previsibles) es una labor muy digna. Parece que te dejen hacer como mucho dos films buenos y luego toca ir de erudito decepcionado. Eso si, Woody Allen y Ken Loach (Admirables) pueden hacer la misma película una y otra vez que nadie dice nada.
A mí si me pareció otra vez brillante la última aventura de Fernando León, quizás no tanto como sus anteriores, pero mantiene ese habilidad en el guión, esa poesía urbana y esa ternura por cada una de sus criaturas. Esta vez se lo pone más difícil al espectador ya que cambia el tono y sin duda una pareja de peruanos y un abuelo tienes menos ritmo que tres chavales de barrio, un grupo de parados en un bar o una peluquería llena de putas… pero el ritmo no lo es todo si la historia te atrapa. Los personajes son más incomodos de lo habitual, sin embargo es capaz de sacarles un brillo de esperanza, un ligero giro a sus habituales perdedores sin rehabilitación.
Magaly habla con la mirada, la mirada de los que viven en una derrota permanente, en donde la ética social cada vez ocupa menos espacio y lo prohibido hace acto de presencia. Y no, no es algo gratuito ni un discurso populista… hay un planteamiento valiente y complejo de sacar a debate. Es un tipo que habla de cosas, de las que algunos prefieren tachar de tópico para no tocarlas y quedar como neutrales.
Una nevera, un caramelo de menta, la pieza de un puzzle, Saber y Ganar… un buen director, que es mejor guionista, guionista de detalles, que encandila a aquellos que apreciamos eso de decir tanto con tan poco.
ibg
Amador es la peor película de Aranoa, pero mejor que muchas de las que están ahora mismo en cartelera. Vaya esta entrada en descargo de un tipo que me ha hecho pasar gandes ratos en el cine. Estoy de acuerdo con casi todo lo chungo que he leído, escuchado y conversado acerca de la peli. Le falta pellizco, hondura poética y le sobra condescendencia con los personajes y un ensimismamiento que la hace pelín indigesta.
Y … vale, de acuerdo, la puta graciosa es sainetera a más no poder, busca, y encuentra, risas sin lata de telecomedia medianera. Pero, al menos, Aranoa dirige el foco donde debe, con diligencia y ganas de protesta. Amador no conmueve, ni deja poso, sólo algunas frases con chicha y un acento casi olvidado, el de humanistas con panfleto en peligro de extinción.
Posiblemente, si no se la midiera con el resto de la filmografía de Aranoa, la crítica sería más benigna. Aunque bien pensado, sin ese tarjeta de visita Roures se habría guardado sus euros para futuras guerras catódico-futboleras y Marcela ni tan siquiera habría salido de Perú.
Un anciano consejero postrado en un cama debatiéndose entre la vida y la muerte, una sexagenaria prostituta relatando sus vivencias al más puro estilo El Club de la comedia, los intentos por ocultar un cadáver. ¿Verdad que ya lo hemos visto en nuestro cine patrio en alguna ocasión? Pues bien, Aranoa ha decidido echar mano de su vena recopilatoria para ofrecernos en su último trabajo un compendio de grandes obras del cine español.
El artífice del cine social español nos acerca una historia carne de cualquier programa sensacionalista. Con tópicos a más no poder, Amador llega a nuestras pantallas con ánimo de concienciar al público de lo difícil que resulta para el inmigrante hacerse un hueco en nuestra sociedad.
El objetivo del cine social es constituir una crítica sin embargo el director de Los lunes al sol cumple la premisa muy por encima. Cuando el guión alcanza momentos excelentes, vease las sublimes conversaciones entre los personajes de Magaly Solier y Celso Bugallo, al cineasta se le antoja no llegar al debate e introducir elementos cómicos para sobrevivir al sopor que suponen los primeros planos de la actriz. Y es precisamente aquí donde la cinta se pierde en si misma. Aunque esté catalogada de drama, los momentos desternillantes se comen las lágrimas de Solier. La cinta se recordara por la fantástica Fanny de Castro cuyas escenas inundan la sala de carcajadas.
Con un ritmo exasperadamente lento, Amador resulta una experiencia difícil de digerir y no precisamente por su temática sino por su lenguaje cinematográfico. Los mencionados primeros planos no ayudan a una narración narcótica ni tampoco la interpretación de sus protagonistas. La actriz peruana no contribuye a que el viaje sea más llevadero. En ningún momento su caída de ojos consigue emocionar, algo que se presume como necesario en una cinta que alardea de sufrimiento.
Además nos hayamos ante un guión plagado de frases de anuncio que resultan antinaturales y discursos lapidarios que no dejan en el espectador el efecto deseado.
Aranoa es la Coixet del extrarradio. Pedante por momentos pero de una manera más tosca, el director ahora decide que las putas no son princesas sino sirenas y yo le pregunto ¿por qué?
Fernando León es uno de los directores que mejor cine nos ha dado en los ultimos timpos. Desde su original y prometedor debut con Familia , convenció al público con Barrio y a la crítica con Los Lunes al sol , convirtiendose en el abanderado del cine social en nuestro país.
Demostró ser un buen contador de historias, con diálogos cercanos al espectador y personajes con los que era facil empatizar.
Amador comienza con ese aroma Aranoa que nos da la impresión haber saboreado ya y que tanto nos gusta. Es decir, con una relación atípica que establecen por obligación laboral una joven latinoamericana y un anciano a punto de morir. Sin embargo, de repente Fernando decide abandonar el estilo y el género en el que tan bien se defiende, y comienza a mezclar géneros como el que se prepara un cocktail. 1/4 de vaso de comedia negra (sin sal) + 1/4 de realismo mágico (sin azucar) + 1/2 vaso de drama. Dos cucharadas de pausa en los planos, con el fin de alargarlos cada vez más. Y una pizca de silencio para darle un sabor tedioso. Removemos bien y… que sea lo que Dios quiera. Es en este momento en el que la protagonísta se paraliza ante una situación que debe solucionar sin saber cómo, paralizando así la película y por tanto al espectador. Dejandonos con un sabor agridulce, pues te pasas gran parte de la película esperando a un Fernando que no llega. Si al cocktail al menos le hubiera añadido alcohol…
¿En qué momento del camino perdíste el contacto con el público Fernando? Y lo más importante: ¿Tienes intención de recuperarlo?