Alta tensión
Sinopsis de la película
Hank y Johnny trabajan como técnicos de una compañía de electricidad. Una noche, se encuentran en una reunión a la atractiva Fay, y la tensión aumenta porque ambos se disputan el favor de la chica.
Detalles de la película
- Titulo Original: Manpower
- Año: 1941
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
6.9
28 valoraciones en total
Esta historia ya la había vivido E. G. Robinson, con H. Hawk en 1932, solo que entonces interpretaba a un marinero manco y ahora aparece como un electricista cojo, bajo la dirección de Walsh, que por cierto era tuerto, a partir de esta semblanza, de las versiones sobre este dramón ya se ha perdido la cuenta, pero de entre ellas lo destacable de Alta tensión es el pulso narrador de Walsh para contar un relato que, de antemano, no contaba con todas las bazas favorables. Para empezar, y aunque solo sea por una vez, Robinson y Dietrich no son, ni abusando de la imaginación, la pareja adecuada pues el determinismo físico, fisonómico y dramático de ambos no conviene en unos personajes que son volubles y vulnerables, y ante los que George Raft saca partido por mérito propio y por contraste con la inadecuación de sus rivales ¡Ni la Marlen fregará nunca platos ni Robinson se sube a un poster como King Kong al Empire! Por otra parte, la trama enlaza dos planteamientos inmiscibles, que además no acaban de justificarse, por un lado, el de un triángulo que se presume fatal, inscrito por otro lado, en una exaltación de tintes casi caprianos acerca de la vida y casi fordianos acerca de la camaradería masculina –bastante misógina, por cierto- que en algún momento se aproxima al gag laurenhardyano, sin venir a cuento., por último, la narración, potente, y que marca un ritmo in crescendo esperanzándonos en un final a tono, se despacha con un desenlace semidulce que no encaja salvo que nos conformemos rizando el tópico. Entonces, dónde están las virtudes de Alta tensión, a mi entender en la capacidad de Walsh para rodar y montar la historia, con todas estas rémoras, y contar una película que narrativamente es impecable desde un comienzo donde el planteamiento queda esbozado en una economía de tiempo e imágenes (en el cine actual esto empieza a ser preocupante) que luego se resuelve recurriendo al montaje mudo y vertiginoso -Walsh fue pupilo de Griffith- cuando interesa contarnos trasfondos de la vida temeraria de los protagonistas para después refrenarse en los momentos de intensidad dramática, donde la pareja Raft-Dietrich sí funciona, por cierto la bofetada que Raft le da a Marlen es de antología de cine negro. No obstante, este dominio artístico-técnico ya lo había demostrado Walsh en sus dos filmes anteriores y, a mi entender, superiores La pasión ciega(1940) y El último refugio (enero de 1941) y que alcanzaría el clímax en el tramo final de Al rojo vivo.
Historia dramática -con su vertiente romántica incorporada- que se suaviza con puntos de distensión en los que se añaden pinceladas de un humor ácido que también corroe.
El trío de artistas que encabezan el elenco -E.G. Robinson, G. Raft y M. Dietrich- justifica por sí mismo la conveniencia de ocupar un asiento en el patio de butacas pero es el estilo dinámico de R. Walsh, en su labor de dirección, lo que más atrae desde el comienzo de la película.
Combina las tramas con acierto e imprime mayor intensidad cuando más conviene a la historia, realza los momentos críticos del argumento con una fotografía sobria aunque espectacular, cambia los registros con gran naturalidad y, en general, su narrativa resulta elocuente, precisa y eficaz.
Ya no existen narradores como este director de cine, para mi el tercer miembro de los Beatles de Hollywood tras Ford y Hawks. No es normal lo suyo, como de un guión así pueden aparecer tantos vaibenes, giros, comedia, drama, belleza, acción, fotografia, fisicidad en numerosas secuencias… De verdad, es increíble lo de las películas de este señor.
Lo que era el Hollywood de antes. Una auténtica factoria de ficción. Directores de cine que firmaban Picassos como el panadero que cada madrugada saca 500 barras de pan. Incréible. Recordemos que cuando Walsh realiza esta joya viene de hacer dos años antes Los violentos años 20 , y tan sólo un año antes Pasión ciega (de las que en Manpower recupera de ambas el drama del triangulo amoroso), y que en el mismo año de hacer esta maravilla va y hace High Sierra (que también toca el tema del triángulo amoroso que aparece aquí, una constante del cine de Wlash de estos primeros años). Recordemos que para muchos High Sierra es una cota del Cine Negro y ese mismo año de 1941 va y hace Murieron con las botas puestas , uno de los Westerns más importantes de la Historia del Cine fuera del orbe Ford-Hawks… Pero es que ahí no queda la cosa: un año después de estas dos joyas va y realiza Gentelman Jim . Dan ganas de dejar de escribir porque los hechos son aplastantes: estamos ante un gran genio. Alguién que aún no ha sido puesto en su sitio de la Historia del Cine donde le corresponde en realidad.
¿En qué escuela estudió Raoul Walsh Realización Cinematográfica? ¿Dirección de actores? ¿Cómo rodar escenas de acción? Y lo más importante: ¿cómo narrar una historia? ¿Cómo narrar la vida misma? Pues en ninguna. Como William Wyler al que un buen día fue a pedir fuego a una cabina de montaje y el que estaba allí le dijo, quédate un poco, chaval . Tócate las narices!
Alta tensión es un prodigio de ejercicio narrativo. ¿Qué tenian estas películas de Walsh que te sientas y a los 5 minutos estás ya intrigado en ver lo que pasa? Y no pasa nada… vamos, pasa la vida misma. Pero te la ves hasta el final. Como un buen libro que leídas tan sólo 3 de sus páginas ya intuyes si lo vas a acabar con ganas o estás por el contrario ante un truño del que decidir si dejarlo o no. Como con el cine que se hace ahora, salgo contadísimas excepciones: a los 5 minutos ya has salido corriendo apartando la vista de lo que sea que te están poniendo delante (vamos, una película llena de efectos y una fotografía alucinante pero con una soporifiera narración).
Por último decir que le perdono que en esta película no aparezca mi idolatrada dama del Cine Negro Ida Lupino (que aparecera otra vez en una película de Walsh en Alta sierra ) pues aquí ha sido sustituida por la Dietrich. Y madre mia! Ver a la diosa del Angel Azul haciendo bollitos, la Femme fatale domesticada , por no decir cómo está en las escenas finales, empapada de agua y con la boina sombrero. Madre del amor hermoso!
Capítulo a parte merece Edward G. Robinson. Al igual que la Dietrich, nuestro pequeño César ha sido domesticado, hecho vulnerable. Me apostaría la mano izquierda (y la derecha también) a que Fritz Lang cuando realizó dos de sus joyas como son La mujer del cuadro y Perversidad vio una y otra vez esta película a modo de precedente. Y es impresionante este personaje de Edward G. Robinson en esta película. Es simplemente impresionante, por porner un ejemplo, un detalle de 3 segundos, cuando se coloca una corbata sobre el cristal del taxi que lo acaba de llevar a las puertas de la casa de su amada. El taxi arranca y se va, y el personaje de Edward G. Robinson se queda mirando al horizonte, como si no se hubiera enterado que el taxi no está, y por lo tanto tampoco el cristal de la ventanilla donde se estaba reflejando. Un detalle de cine mudo, donde aprendió Walsh el oficio. Un detalle que vale toda una película, una descripción excepcional de un personaje y de un sentimiento de amor en ese momento de estar alelado como pocas otras veces he visto yo definida en otra película.
Un ejercicio de narración, y de saber incluir todos los géneros en uno que es el género de la vida. Preciosa, inimitable.
Es para mi una debilidad de película que permanecerá en mi estánteria, junto a Vértigo, La doble vida de Verónica, No Amarás, El seductor y algunas otras (pocas) más.
Walsh es sinónimo de energía, de vigor, de tensión y de maestría.
Esta película es un poco insólita en su filmografía ya que no puede adscribirse del todo a ninguno de esos géneros en los que fue incontestable maestro. No es cine negro aunque tiene un triángulo de amor fatal. No es un western aunque tiene escenas de luchas y camaraderías masculinas. No es cine de aventuras aunque tiene escenas de acción y riesgo con sus pinceladas de humor.
En realidad estamos ante un drama aunque la mano de Walsh inevitablemente introduzca todos los elementos de aquellos géneros. No tengo ni idea del presupuesto de que gozaría este film pero se nota que es muy ajustado. Casi toda la película transcurre en escenas de interior y, quizá, esa sea la explicación de esta mezcolanza de géneros que, por otra parte, se le saca un excelente partido.
Nos cuentan la historia de un grupo de operarios de las lineas de alta tensión. A la manera de Sólo los ángeles tienen alas de Hawks ( que nos contaban la arriesgada profesión de los pilotos de avionetas ), nos relatan la complicada vida de estos trabajadores que se juegan la vida, un día sí y otro también, en la reparación de las lineas de alto voltaje que las tormentas o la nieve y demás desastres naturales, inutilizaban.
Aquí es donde Walsh nos ofrece su estilo aventurero. Magníficas escenas llenas de brío y tensión ( rodadas con muy pocos medios) en las torretas. Estupendas escenas de camaradería y humor entre los compañeros. No faltan las peleas y rivalidades ni tampoco su punto de drama.
Pero luego tenemos una segunda historia centrada en los tres protagonistas principales, cuyos rostros, ya nos dejan entrever el cariz negro que va a tomar el film. Edward G. Robinson, George Raft y Marlene Dietrich van a conformar un triángulo, cuya historia, ya hemos visto en otros films y será el desencadenante de la tragedia.
Dos camaradas y la femme fatal ??? nos va a proveer de la, para mí, parte más interesante de la historia por algo que comentaré en el spoiler y también de algunas de las mejores escenas de la película.
Un film, de los considerados menores que, sin embargo, considero altamente recomendable. Vayan a por él.
Bueno, quizás, no sea tanto cine negro, pero tanto Edward como George beben mucho del cine negro.
Cuenta con Marlene, que le da el toque encantador, pero creo que ni los 3 juntos llegan a subir la película a una gran película.
La historia interesante, pero Marlene, es demasiado dama o mucho femme fatale, para este personaje. A los 15 minutos ya sabía como iba a acabar, estaba un poco cantado, y acerté. Interesante de ver, hay un poco acción y no aburre, así que, aprobada.
Como curiosidad, Edward y George, tuvieron una pelea muy fuerte, físicamente, que hizo saltar a la prensa, quizás eso le fue bien como publicidad, ya que fue un éxito en taquilla.