Algo celosa
Sinopsis de la película
Casi de un día para otro Nathalie Pêcheux, una mujer divorciada profesora de francés, pasa por un proceso de transformación de madre adorable a persona celosa, al comenzar a sentir celos de su hija Mathilde, una guapa bailarina de ballet clásico de 18 años. Su problema aumenta cuando también comienza a tener celos de sus amigos, de sus compañeros de trabajo y hasta de sus vecinos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Jalouse
- Año: 2017
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.5
57 valoraciones en total
Los hermanos Foenkinos, guionistas y escritores, nos presentan su segundo largometraje, 6 años después de su notable ópera prima La delicadeza ( 2011 ) , protagonizada por Audrey Tautou, en una comedia romántica protagonizada por Karin Viard, que logró su undécima nominación a los premios César en categorías interpretativos por su papel de Nathalie, una mujer con un carácter difícil y algo celosa como indica el título de la película. La intérprete francesa perdió el premio que se llevó Jeanne Balibar, la protagonista de Barbara ( 2017 ) de Mathieu Amalric, y tiene en su palmarés dos César, uno como actriz principal y otro en como intérprete femenina de reparto. Nos encontramos ante una de las mejores actrices europeas, que lleva demostrando su talento en más de 20 años de carrera, y que lo hace bien en diferentes géneros, aunque su registro interpretativo se adapta más a papeles cómicos.
Los directores son los responsables del guión, que presenta a muchos personajes, y que tiene como eje central a esta mujer, y el resto son secundarios, en algunos casos de lujo que se mueven alrededor de la posesiva Nathalie.
Esperaba muy poco de la película, teniendo en cuenta la calidad de las propuestas francesas que nos llegan a los cines españoles en los últimos años, aunque ya he abordado el tema varias veces, y reconozco que, salvo alguna excepción de películas dirigidas a los amantes del cine de autor, el cine francés actual es sencillo, con historias convencionales, con la que disfruta el público medio y que las distribuidoras se pelean por tenerlas en su catálogo. Pero en general no me parecen buenas películas reconociendo sus virtudes, sobre todo la capacidad interpretativa de los actores y actrices franceses.
En esta ocasión he salido más contento de lo habitual, sobre todo porque funciona bastante bien como comedia e historia romántica, y no tanto en los momentos más dramáticos, en parte gracias al texto de los hermanos Foenkinos y a la solvencia interpretativa de la protagonista.
La película es Karin Viard, pero hay otra interpretación destacada, la de Dara Tombroff, una joven actriz que debuta en el mundo del séptimo arte, y cuyo personaje de Mathilde, la hija de Nathalie nos regala las mejores escenas en sus apariciones junto a la protagonista, y ese asunto de la conflictiva relación madre-hija es lo que está mejor tratada en esta película, ya que otros temas como los relativos a la vida laboral de esa mujer tan inestable no me interesa tanto, y creo que no está bien tratado.
Tampoco está bien introducido el personaje de Sophie, interpretada por una desaprovechada Anne Dorval, la excelente intérprete canadiense habitual en las películas de su compatriota Xavier Dolan. El otro rostro conocido es el de Anaïs Demoustier, que es Mélanie, la nueva maestra que aparece en el instituto en donde trabaja Nathalie, y que termina chocando con ella por considerarla una competidora por ser El Centro de atención de ese lugar de trabajo. Las envidias y los celos de la protagonista provocarán unas reacciones que, estando en algunos casos mal si no analizamos desde el punto de vista de la ética o moral, harán reír a los espectadores.
Una película bastante convencional, pero que no aburre y logra su objetivo de mantener el interés durante sus casi dos horas de metraje. Recomendable al público medio y a los aficionados al género.
LO MEJOR: La actuación de Karin Viard. Las escenas con las conversaciones de la madre e hija.
LO PEOR: Los personajes secundarios están desaprovechados, exceptuando el de Mathilde.
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A Karin Viard, estupenda actriz especializada en robar escenas partiendo de personajes secundarios, le ha llegado la hora de lucirse en un gran papel protagonista que le han regalado los hermanos Foenkinos. Y, como un delantero al que le dejan el balón botando en el área, no ha desaprovechado la ocasión para marcar un golazo por toda la escuadra. Suya es la película, sobre ella gira la historia y el resto de personajes, y a fe que Viard se apodera del suyo desde la primera escena para sumergirnos en un relato sobre la envidia y los celos que parece banal pero que bajo su ligera superficie esconde un subtexto que provoca pavor y reflexión a partes iguales.
Los Foenkinos, siguiendo la exquisita tradición del cine francés para este tipo de comedias (no falta la escena en la librería o la reivindicación del vinilo), nos sirven un catálogo de situaciones viciadas por los malsanos celos que devoran la mente de su protagonista. De la mala leche que gasta nacerán las vivencias más cómicas e hilarantes, aunque irremediablemente acabarán afectando todos los órdenes de su vida. Ahora bien, es justo reconocer que el personaje de Nathalie nunca nos acaba de parecer odioso, ya sea porque en él nos vemos aunque sea levemente reflejados, ya sea porque está dibujado con pinceladas de cariño, lo cierto es que los sentimientos que (mal) guían su vida, aunque llevados al límite no dejamos de verlos, al fin y al cabo, como naturales. De la combinación de jocosidad con momentos de crueldad emocional (terribles en la relación madre/hija) extraeremos lo mejor de una película que busca la complicidad con nuestro lado más oscuro.
Lo mejor: la tronchante comicidad del asunto del viaje cancelado.
Lo peor: que la mayoría de subtramas tengan un desenlace tan previsible.
No sabemos claramente si es una comedia o un drama, los hermanos David Foenkinos y Stéphane Foenkinos que en 2011 me sorprendieron gratamente con una película titulada La Delicadeza con Audrey Tatou, se inclinan esta vez en un personaje que está pasando un mal momento psicológico y lo paga con las personas que le rodean incluida su hija que se es bailarina.
El papel lo interpreta magníficamente Karin Viard en quien los directores pensaron al escribir el guión y que tenían cierto miedo de que lo rechazara por ser un personaje tan antipático y desagradable. Para encontrar a la actriz que iba a interpretar a Mathilde, la hija de Karin Viard necesitaban una bailarina clásica y se presentaron al casting más de 300 chicas, al final fue elegida Dara Tombroff que actuaba en la Ópera de Burdeos. En un papel pequeño encontramos a Anais Demoustier (Una nueva amiga).
Una profesora con una perversidad tóxica muy inquietante que consigue que al espectador le cause un gran rechazo, pero eso es el fin de la película por lo que consiguen los directores un film interesante e inteligente. Estreno en España en Junio, esta semana se proyecta en el BNC film Festival.
Destino Arrakis.com
Jalouse está dirigida por los hermanos David y Stéphane Founkinos, y comienza con la profesora Nathalie Pêcheaux (Karin Viard) en un estado diferente al que acostumbraba. Siente que la juventud se le escapa de las manos, que su ex ha rehecho su vida, que todo a su alrededor es felicidad y que su hija de 18 años, bailarina de ballet, es bellísima (Dara Tombroff). Los celos y la crisis de la etapa madura de su vida le llevarán a una vorágine de actuaciones que harán que su vida se tambalee.
Karin Viard protagoniza y se echa a la espalda esta comedia con tintes de drama que hará reír al espectador, pero que también lleva alguna lección de vida y que, sin duda, más de uno se sentirá identificado con su actitud. Quizás en ocasiones se estira demasiado la cuerda, se abren demasiados frentes y se soluciona de una manera algo precipitada en los últimos minutos de metraje. Pero ALGO CELOSA tiene cierto encanto que logrará convencer al espectador. Algo tienen las películas francesas que siempre logran conseguir su propósito.
En definitiva, ALGO CELOSA se convierte en una comedia interesante, una comedia que se envenena y da lugar a un drama que, sin embargo, no deja de ser divertido. La revisión a una época que tarde o temprano llega y a la que debemos prepararnos mentalmente. Quizás se pasa de drama, aunque logra siempre sacar una sonrisa y lo endereza. Karin Viard en los momentos más serios es cuando mejor está. La mayoría de comedias francesas suelen cumplir las expectativas de los espectadores, y esta también. Echadle un vistazo.
Esta es una comedia típicamente francesa. Está muy bien construida, es entretenida y está muy bien actuada en su rol protagónico por una actriz estupenda (Karin Viard). Pero, además, lo que la hace verdaderamente interesante a este film es la fortaleza de un guión muy prolijamente redactado y pleno de conocimiento sobre las diferentes tipologías de la celosía, obra de los hermanos David y Stéphane Foenkinos, que también son directores del film.
Redactado con indudables conocimientos de psicología, indaga en las diversas fobias de una mujer que acaba de divorciarse para realizar una pintura precisa y a la vez graciosa. Los celos podrían ser definidos como la aparición de sentimientos de inseguridad y angustia a raíz de la presencia de un tercero extraño en medio de una relación entre dos, rompiendo la privacidad y la intimidad de la pareja. En el fondo de la celosía aparece también un grave problema de autoestima que se trata de descargar en un tercero.
Si bien lo primeros síntomas que presenta el personaje de Nathalie están vinculados con su reciente divorcio, el destinatario de la ira contenida es el mundo que la rodea: su hija en primer lugar, pero lejos de detenerse allí, continua hacia el resto de su mundo exterior: sus alumnos, sus compañeros de trabajo, el director del liceo donde da clase, sus nuevos vecinos, sus amigos de toda la vida, y obviamente, su ex marido y su nueva pareja.
Lo interesante del caso es que esta especie de fobia adquiere diferentes formas según sea la situación planteada. Todas sus reacciones son, obviamente, negativas y de rechazo hacia cada una de sus relaciones. Su agresividad es total, carece completamente de cualquier temor: sea hacer el ridículo, provocar la ira de sus semejantes, hacer imposible la convivencia con su hija, arruinarle las vacaciones a su ex marido, maltratar a sus vecinos. Toda maldad es posible en forma inconsciente en el camino que transita el celoso, en este caso Nathalie. Y cada una de esas reacciones está relacionada con su problema. Claramente, los celos descontrolados son una enfermedad.
El film está lejos de ser un compendio de psicología, pero se arma honestamente con estos conceptos desarrollando un personaje notable al que Karin Viard lo dota de alma. El resto del elenco no solo acompaña sino que consolida con sus actuaciones una puesta en escena que entretiene y atrapa por la diversidad de situaciones que plantea manteniendo siempre el interés del espectador.
Hacia el final, aparecen nuevos síntomas en el paciente. Hay signos de menopausia en el personaje principal que atenúan su agresividad, dejando entrever que la cuasi psicópata que pinta al principio no es más que la intranquilidad de una mujer que ha entrado en el otoño de su vida. Una vuelta de tuerca tranquilizadora para terminar un relato cuya protagonista principal estaba más cerca de la Carrie de Sissy Spacek que de la Holly Golightly de Audrey Hepburn en Muñequita de Lujo. Este final tranquilizador y complaciente es tal vez el único punto flojo de esta buena comedia francesa estrenada esta semana.