Algo bello que quedó atrás
Sinopsis de la película
En los grupos de Good Grief se reúnen algunos niños para lidiar con la pérdida de familiares a través de juegos en diferentes habitaciones. Durante un año, el documental sigue a Kimmy, Nicky, Peter, Nora, Nolan y Mikayla y su inseparable compañera: la pena.
Detalles de la película
- Titulo Original: Beautiful Something Left Behind aka
- Año: 2020
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
Película
7
71 valoraciones en total
Aviso a curiosos: Este documental es bastante duro.
Dicho esto, se lo recomendaría a cualquiera, sea de lágrima fácil o no. De hecho, quizás todavía más al/ a la llorón/llorona de todo grupo, pues el metraje se siente como una especie de curación. Llegas al final con la sensación de haberte quitado un peso de encima. Y no por la parte personal, que seguramente también, sino por la empatía con todos los protagonistas de esta historia.
El documental nos muestra, en una hora y media, aproximadamente, la situación de varios niños y niñas reunidos en un grupo de terapia. Todos comparten el hecho (la muerte de un familiar), pero todos son diferentes. Y esa es la pizca especial que se le echa al tema.
A menudo se engloba a los/as niños/as en una especie de colectivo aparte. Como si no se parecieran en nada a nosotros/as o si fueran todos/as iguales. A veces incluso podemos llegar a hablar en su nombre.
No aquí. En este documental, Katrine Philp decide dar a todos los niños la libertad de ser, de sentir, y de mostrar hasta donde estén dispuestos ellos mismos.
Son sus preguntas inocentes y sus respuestas inconclusas y redundantes lo que hacen de esta historia especial. Y también lo es el trato del tiempo. Las fotos y las historias hablan del pasado, pero el documental se centra en el presente. Podemos verlos luchar y vivir después de algo que no se puede cambiar.
Y creo que los protagonistas pueden sentir cierta paz al final de la película porque no los han silenciado. Especial atención hay que ponerle al niño que dice que en casa le obligan a decir past away en lugar de died al hablar de su padre. Otro, sin embargo, necesita un tiempo de silencio, de duelo interno, otro necesita llorar, y otras prefieren afrontar lo ocurrido con una actitud más desenfadada y risueña. Esto llama la atención en el caso de dos de los protagonistas: dos hermanos, dos puntos de vista (o reacciones) completamente distintos.
Y todos los testimonios se sienten sinceros. Por venir de la mano de un grupo de niños y porque simplemente los observamos, casi como si de cine-ojo se tratara. No intervenimos, no recreamos, nos limitamos a mirar y a compartir su historia.
Y esa sencillez cinematográfica es, para mí, la mejor elección a la hora de enfrentarse a un tema tan delicado como este. Katrine acierta a la hora de presentarnos las historias, aunque algunas saben a poco, casi llegan a sentirse incompletas. Es lo que ocurre con temas como este: son historias que no terminan, aunque el tiempo cambie la percepción sobre ellos.
Si bien ocurre esto, la directora encuentra una resolución más que efectiva, que casi sirve como catarsis para todo el duelo que hay en el metraje. Como cuento para unos, como metáfora para otros, todas las historias pueden englobarse finalmente con una perspectiva sobre la muerte algo más alentadora y esa vuelta de tuerca tan bella al título de la película.
Something Beautiful Left Behind es un documental sincero, bello, y, sobre todo, emotivo.
Y ojo a los adultos a lo largo del film: la ya emotividad presente se refuerza todavía más con esas figuras que deben ser fuertes por los pequeños y que se ven acompañados por ellos, precisamente, en el mismo duelo y en la misma lucha: dejarlo ir.
*El gran problema
En, Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind) los niños se presentan de forma oficial hablando de la muerte de su ser querido y resulta ser, arrollador sentimentalmente. Es una muestra de madurez y sensatez abrumadora por parte de los más pequeños de la casa.
Los protagonistas de este documental son seis niños: Kimmy, Nicky, Peter, Nora, Nolan y Mikayla. Su punto en común, por desgracia, es la pérdida de un progenitor o familiar. Es en este grupo llamado Good Grief de Nueva Jersey que estos niños tienen que aprender a saber lo que es la muerte. Al estar en convivencia con otros niños que también han tenido pérdidas similares, esto se consigue con el tiempo de manera positiva dado que los seguiremos por el transcurso de un año.
Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind) es un verdadero desafío para los niños que tienen que afrontar y además aprender a saber lo que es este mundo sin todavía, en algunas ocasiones, dejar su inocencia y luminosidad que les caracteriza. Es un hecho importante y les va a marcar para el resto de su vida para bien o para mal y en cierta medida, los que quedan tienen de ayudarlos a sobrellevar sus miedos e inseguridades.
Katrine Philp nos explica: Creo que los niños de la película nos muestran lo que necesitamos saber sobre el dolor, Asimismo añade: Era importante para mí hacer esta película como un viaje al dolor de los niños. El dolor no es un proceso lineal. Es mucho más fragmentado. Y a veces estás feliz y todo está bien, y al siguiente momento estás triste. Así que también quería trabajar con la estructura de la película, e inspirarme en la voz de los niños.
*Confrontación
A lo largo de la cinta nos encontramos con diferentes situaciones de lo más estremecedoras y también tiernas cuando lloran, se enfadan o se avergüenzan por sentir miedo o culpa. Con los diferentes niños nos encontramos distintivas emociones a flor de piel dado que cada uno, aunque sean niños, expulsa su malestar por maneras y vías alternas.
En Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind), los diálogos son impactantes y verdaderamente maravillosos dado que nos muestran sus mas oscuros sentimientos de una manera increíblemente sabia y reflexiva. Ellos se sienten mal y eso les duele pero también saben el por qué. Expresar ese dolor mediante sus propias palabras no es nada fácil pero logran eficazmente decir lo que sienten, lo que quieren y lo que no y lo que les da miedo, seguridad o tristeza. ¡Muchos sentimientos que emergen a la vez!
Katrine Philp y su marido junto con sus dos hijos, director de fotografía del documental, se desplazaron para seguir el proceso terapéutico de estos seis niños. Philp explica: Algunas personas me han dicho que la película es como un viaje catártico. Sin duda, es purificador para los niños y sobre todo para los más mayores que puedan disfrutar de la cinta.
*Elementos narrativos
A nivel técnico, Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind), es correcta y en algunas ocasiones adquiere una belleza sin igual ya no tanto por la cámara y la iluminación, que también, sino por el propio significado de lo que supone para un niño afrontar este tipo de situaciones. En general el film se centra mucho más en el sufrimiento de los niños y la cámara se posiciona desde el ser un mero vigía que va viendo lo que ocurre sin apenas intervenir en el proceso de creación de las distintas secuencias que se van dando a lo largo del film.
El espacio en el que se desarrollan todos esos latentes sentimientos de los niños se usa con suma inteligencia y se opta por primeros planos y cámara en mano para sensibilizar aún mas si cabe este entristecedor tema. Con estos dos elementos visuales nos acercamos directamente a lo que ellos sienten y encontramos una profunda sensación de amargura y tristeza en sus rostros. Los elementos bien compuestos narrativamente nos hacen llegar hasta ese punto y sin duda Katrine Philp y su equipo lo logra con creces.
Las transiciones de un niño a otro sirven para mostrarnos otro punto de vista y ponernos en otra perspectiva desde la mirada del mismo para permitir realzar el mensaje y no caer en una repetición constante. Se alejan para volver en otro punto del documental y completar entonces ya su historia y resolución de un hecho terriblemente trágico.
*Atmósfera de melancolía
En cuanto a la narrativa en el ambiente sonoro, acertado sin duda, por la sencilla razón de no endulzar la problemática y no llegar a sensacionalismos de ningún tipo. Es un gran punto a favor que tiene este film. Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind) es un documental crudo, intenso y especialmente duro.
A la cinta no le hace falta poner decorativos para entender por lo que esos niños están pasando y por ello, tal y cómo se ve, se transmite. En consecuencia, esto hace que el tema del que se habla en la película de Katrine Philp sea tal y cómo es, sin ningún obstáculo ni artificio de por medio.
No obstante sí que hay piezas musicales muy suaves que sirven a modo de separador entre un tema y otro y que decoran la atmósfera con una profunda melancolía y pesar.
Conclusiones
Katrine Philp encuentra una historia muy dura llena de fe, misticismos, reflexiones, miedos e inseguridades sobre lo que es la vida, la muerte y el mundo que nos rodea. Por tanto, Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind) es un documental muy recomendable para los espectadores que quieran ver la dura confrontación de sentimientos que tienen los niños con respecto a estos temas tan cruciales de la vida.
Algo bello que quedó atrás (Beautiful Something Left Behind) por tanto es un documental que huye de las trampas audiovisuales para hacer sentir al espectador y potencia con virtud y dedicación, su más sincero mensaje lleno de esperanza y luminosidad.
Escrito por Cristian Urriaga