Al sur de la frontera
Sinopsis de la película
Biografía de Hugo Chávez, Presidente de Venezuela. Incluye, además, entrevistas con otros presidentes hispanoamericanos: Evo Morales, de Bolivia, Cristina y Nestor Kirchner, de Argentina, Rafael Correa, de Ecuador, Raúl Castro, de Cuba, Fernando Lugo, de Paraguay, y Lula da Silva, de Brasil.
Se analiza también la política de libre mercado propiciada por los Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional en los últimos años, y cómo ésta ha originado graves desigualdades económicas en los países de Iberoamérica. Sugiere asimismo que el colapso del peso argentino en 2001, los oscuros planes de erradicación de narcóticos y el resentimiento nacido de la venta de los recursos naturales a las multinacionales, han contribuido también al ascenso de líderes socialistas y socialdemócratas. (Fuente: Wikipedia)
Detalles de la película
- Titulo Original: South of the Border
- Año: 2009
- Duración: 78
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Opinión de la crítica
7.1
43 valoraciones en total
Oliver Stone viaja a Venezuela, Bolivia, Argentina, Brasil, Paraguay, Ecuador y Cuba reuniéndose con sus líderes y los presenta así al mundo porque se da cuenta que en su país y debido a la mala imagen que la Administración Bush vende de estos países, sus líderes (sobre todo Hugo Chávez) son representados como personas peligrosas, golpistas y dictadores. Los medios americanos suelen criticar enérgicamente a estos nuevos líderes latinoamericanos que han roto con el pasado en el que muchos líderes de Sudamérica sólo eran marionetas al servicio de Estados Unidos.
En un documental no tan profundo, rápido y desde el punto de vista cinematográfico muy correcto logras descubrir a estos líderes, para un norteamericano esta película será muy interesante porque seguro que ellos tienen unas ideas muy preconcebidas de estos países, una persona española, por ejemplo, no queda tan sorprendida.
Tampoco Oliver Stone pasa tanto rato con estos líderes, ni los pone en dificultades ni hay ninguna anécdota muy especial, al personaje que más tiempo le dedica es a Hugo Chávez, y si no conocías sus orígenes (yo no conocía toda su trayectoria) quedarás muy extrañado al ver como era antes de llegar al poder.
Ahora que se acercan las elecciones americanas y Obama puede volver a ganar y el partido Republicano ya no es tan poderoso como antes y que la figura de Hugo Chávez está ya asentada (incluso se ha descubierto que el líder venezolano es un Don Juan y un conquistador nato) al igual que la de los demás líderes que aparecen, es muy interesante ver como no hace tantos años la política del continente americano funcionaba. Ahora todo se ha asentado y el documental recoge el momento de ebullición, parecía que para bien o para mal éstos nuevos líderes iban a cambiar la realidad de Latinoamérica. Ha pasado el tiempo y uno puede hacer su valoración.
Oliver Stone se va de viaje, realiza el documental que le apetecía y todos los líderes latinoamericanos le reciben con los brazos abiertos.
Muy interesante.
Con un marcado eje central (la revolución bolivariana de Hugo Chávez en Venezuela), Oliver Stone recorre los distintos procesos de gobiernos populares en Latinoamérica.
Una vez evidenciados los fracasos de las políticas neoliberales de los 90´ en toda la región, algunos países de América Latina se dieron lugar a un cambio que, de una vez por todas, no sería en favor de los históricamente beneficiados grupos económicos.
Si bien cada uno con sus particularidades y sus dificultades, los gobiernos de Hugo Chávez (Venezuela), Lula (Brasil), los Kirchner (Argentina), Lugo (Paraguay), Evo Morales (Bolivia), los castro (Cuba) y Correa (Ecuador), dejaron de lado las viejas recetas impulsadas por el FMI para dirigir los esfuerzos de sus gestiones hacia las necesidades del pueblo relegado.
El próximo paso que pareciera estar en marcha es una fuerte y pujante unificación regional.
Stone describe todo este proceso con un admirable poder de síntesis, demuestra grandes capacidades para entretener y mantener la atención, y deja ver una clara simpatía personal por los procesos revolucionarios y progresistas.
Hugo Chávez es actualmente el personaje más controvertido de la esfera política. Y motivos no le faltan: probablemente sea la cabeza visible de otra forma de ver el mundo desde la izquierda y el socialismo. A pesar del reto que puede suponer esto, la película filmada por Oliver Stone es la de un clásico documental: ameno, directo, sencillo, breve e impersonal. La primera duda que nos asalta al finalizar su visionado es ¿ que ha aportado, o que le diferencia de otros documentales que abordan la misma temática?
La respuesta es nada. Las pretensiones del director deben de ser bajas (o quizá la desgana de quien está más metido en política que en cine) ya que todo lo que aparece en pantalla no es más que un collage de imágenes aparecidas anteriormente en otros documentales, con la novedad de entrevistas recientes (dirigidas por el) a los líderes de izquierdas latinoamericanos.
El documental, si no se ha visto o tratado el tema con anterioridad puede ser una perfecta introducción para ver las transformaciones que se están llevando a cabo en aquellos países.
El principal problema no es tanto el uso de unas imágenes de archivo manidas,sino la posición vegetal que adopta ante la revolución en su visión y diálogo con la historia. Y este diálogo es nulo: se comporta como el clásico profesor octogenario de Historia que sopla para quitar el polvo del libro y luego se pone a leer ensimismado el texto sin aportar absolutamente nada a lo ya escrito. En las antípodas encontramos una de las piezas documentales más vivas y con más nervio sobre la revolución venezonala. La revolución no será televisada, donde el director prefiere dejar los libros de historia a un lado (cosa que no sería ningún problema siempre y cuando no sea una mera relectura de estos), y sacan las cámaras a la calle. En este movimiento captan las tensiones y chispas el ambiente, el sentimiento general y documentan aquellos días con unas imágenes necesariamente poco pulidas, pero vibrantes como el espacio y el tiempo en el que graban.
Ante esta posición de conservadurismo del señor Stone desde su labor de director, a pesar de su aporte en cantidad al tema de la revolución bolivariana (que nunca serán suficientes y más en estos tiempos), la mediocre calidad del producto deja huérfana de más documentales de calidad como el citado La revolución no será televisada de esta misma temática. Este si necesario e imprescindible.
Lo mejor: el tema a tratar. Y la escena que señalo en spoilers.
Lo peor: el tratamiento mediocre y equivocado del director que no aporta nada nuevo. Y un tufillo de protagonismo a lo Michael Moore.
Si bien esta claro lo que pretende, bajo ningún punto de vista oculta la realidad. Es un documental, es mas que obvio que un documental no puede pretender ser objetivo, en algunos casos es quizá un poco forzado el mensaje pero en definitiva no es un documental hecho para personas fuera de USA. Es tan forzado como cualquier documental de Michael Moore, al publico yanki le gusta que le den todo masticado 100 veces, listo para tragar, y Stone aplica eso a su película.
La utilidad de este documental es informar sobre lo que los medios masivos no muestran y, para mi, lo consigue.
Recuerdo que poco antes de abandonar mi tierra, para marcharme como tantos pobres españoles, para buscarme la vida, conocí a un chico en Cádiz con el que discutí acerca de la situación de la revolución bolivariana en América. Su defensa de Fidel y de Chávez me dejó desconcertado. Hablamos de la Teología de la Liberación, de políticas sociales, del FMI. Aún recuerdo lo que me dijo: no creas a los medios, lee y después opina.
Y leí y me di cuenta de que a pesar de esa imagen de payaso mediático existía una realidad: la realidad de que para poder dejar de ser esclavo del norte había que plantarle cara a los Estados Unidos. De eso habla el documental. De decirle a EEUU monta y pedalea .
Hoy vivo en los Estados Unidos, veo el documental de Oliver Stone, junto a mi mujer, estadounidense, y aplaudo los cojones del director.
Y no me importa que pronuncie chavés toda la película, o que filme un documental con episodios tan grotescos como el del presidente venezolano montando en bicicleta. Le perdono el desmaño y la apología un tanto simplista, porque, después de tanta repugnante ideología venida desde los US, desde imbéciles como Bush y subsiguientes vasallos, la contrapropaganda de Stone tiene algo de utópico y liberador.
Viajar por América, como hiciera el Che en la recordada cinta Diarios en motocicleta permite tener un contacto con la pobreza, con seres humanos tan apaleados que parecen como mansos animales llevados al matadero.
Hoy recuerdo los rostros que conocí en un viaje que hice al Perú (un Perú adonde tarda en llegar el sueño de una emancipación verdadera). Recuerdo al chico que me dijo lee y piensa. Y aunque me repugne el dichoso tufo de incienso que arroja Stone, creo que documentales como éste pueden ayudar a mirar por unos ojos distintos a los de Estados Unidos, unos ojos distintos a los del colonialismo.
Que Chávez sea un egomaníaco, no nos da licencia a Europa o EEUU a poner un presidente-marioneta. Ya se hizo mucho daño en el cono sur con la Operación Cóndor, ya se ha machado suficiente a los países que han suministrado al norte. Dejemos a Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, Ecuador decidir democráticamente su destino.
Esa es una causa éticamente necesaria.