Al rojo vivo
Sinopsis de la película
Después de asaltar un tren que transportaba 300.000 dólares y asesinar a los maquinistas, Cody Jarret y su banda huyen con el dinero, pero son perseguidos por agentes federales que sospechan que Cody es el autor del robo. Una vez preparada una coartada perfecta, Cody se entrega a la policía y es condenado sólo a dos años de prisión, sin embargo, los agentes del Tesoro, convencidos de que fue el cerebro del asalto, le tienden una trampa.
Detalles de la película
- Titulo Original: White Heat
- Año: 1949
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
Película
8.1
57 valoraciones en total
Jugadores en la mesa:
El Jefe. La mitad es para él. Sobresaliente.
La familia es importante. Sobresaliente.
Rubia peligrosa. Amante del poder y de rivalidades irreconciliables. Notable bajo.
La rivalidad busca tumbar al jefe… como siempre. Pasable
A los enemigos, cuando más cerca, mejor. Notable alto.
Vestimenta: sombrero de fieltro negro, traje de tres botones estilo yo te mato, pistola a juego con el color de los ojos, Cadillac (el Sedan de 355-C V-8 es mi preferido). El de ellos también.
Juego: ganar mucha pasta
Premio: una temporada a la sombra. Si no te compensa, al menos habrás disfrutado con trejemanejes, balas a doquier, escrúpulos ¿dónde?, y la sabia dirección de Raoul Walsh. Ya lo dije, de rojo nada, negro tizón. Como mandan los cánones… y los Cadillac Sedan.
Titulé mi crítica a El enemigo público con un sencillo Cagney eres Dios , y me remito a aquella crítica para decir lo que pienso de James Cagney como intérprete.
Cagney vuelve a hacer lo que mejor se le da, interpretar a malhechores. En Al rojo vivo da vida a Cody Jarrett, el jefe de una banda de mafiosos que da un golpe que le reporta muchos beneficios. Cagney es capturado pero por otro crimen, en una hábil estrategia para tener una coartada y ser condenado a sólo dos años de prisión. La policía se infiltra en la cárcel para investigarlo, ya que saben que Cody es el autor de los crímenes por los que no se le han podido acusar.
El film es de lo más disfrutable del género. A Cody le persigue la policía, tiene un infiltrado en su banda, y otro planea junto a su mujer acabar con su vida. El guión es buenísimo, está lleno de grandes detalles y la historia es muy completa. Auténtico cine negro con tres grandes personajes, Cody, su mujer y el agente infiltrado. El final, caliente, muy caliente.
James Cagney vuelve al cine negro y a las películas de gángsters, tras siete años de ausencia para evitar su identificación como actor con este tipo de personajes.
Narra la historia de Arthur Cody Jarret, un criminal psicópata, que padece una enfermiza fijación por su madre, Ma Jarret (Margaret Wycherly), que le colma de halagos, le anima en los momentos de abatimiento y le domina tiranicamente. El protagonista padece, además, ataques de epilepsia y vive obsesionado por la posibilidad de acabar loco como su padre y su hermano. El médico de la prisión le diagnostica locura con tendencias criminales y asesinas, por lo que recomienda su internamiento en un manicomio. Bajo la tutela de la madre, dirige una banda de facinerosos que obtienen dinero en atracos a mano armada con múltiples asesinatos. La película alcanza unos niveles elevados de violencia: ésta se ve y, sobre todo, se palpa en el clima que envuelve las escenas más duras.
La magnífica interpretación de James Cagney, posiblemente la mejor de su carrera, le valió una acogida apoteósica, no igualada posteriormente. El conjunto de secundarios, incluída Verna (Virginia Mayo), dan a Cagney la réplica adecuada. La fotografía luce un magnífico juego de luces y sombras, blancos y negros intensos, todos los grises, transparencias y brillos (los pendientes, las pulseras, el vestido satinado de Verna, etc.). En una secuencia memorable un foco ilumina intensamente la escena hasta llenar de luz la pantalla. Presta atención a detalles significativos: las ruedas del tren en marcha, la cinta que identifica el coche de la madre, etc. Incluye algunos travellings sorprendentes, como los realizados a gran velocidad en movimientos de giro similares a los de unos coches que huyen. La música de Max Steiner, solemne y wagneriana, incluye contrabajos, instrumentos de cuerda y trompetas agudas. Se dapta milimetricamente a la acción y se combina en ocasiones con el sonido de las sirenas o el rugir del viento. Sugiere sentimientos de angustia y subraya el clima de violencia. El guión, nominado al Oscar, se inspira en un relato basado en hechos reales, tomados de la vida de Arthur Doc y su madre Ma Barker. La dirección de Walsh imprime a la acción un ritmo intenso y sostenido, que no decae ni un instante. El movimientos de los personajes es magistral, sobre todo en la escena en la que los presos entran ordenadamente en el comedor desde tres accesos diferentes.
Las escenas más destacables son la que recoge el ataque de histeria de Cody en el comedor, la huída de la banda en coche bajo una fuerte tormenta y la secuencia final. El título original responde al hecho que Zuckie sufre un accidente que obliga a bendarle toda la cara. El título en español corresponde a lo que Cody dice a Verna cuando conoce que la policía ha identificado a Zuckie.
Es una de las mejores películas clásicas del cine negro de la Postguerra.
Raoul Walsh lleva a la gran pantalla esta historia de la autora norteamericana, Virginia Kellogg, dos veces nominada como guionista, una en 1949 por esta obra, y al año siguiente por la película Sin remisión de John Cromwell…Sólo que los encargados reales de adaptar la obra de Kellogg a la gran pantalla serían Ivan Goff y Ben Roberts…
Con la colaboración de Sid Hickox en las lides fotográficas y la del reputado Max Steiner en la ambientación sonora, Walsh se encargará él solito de construir una influyente obra catalogada y considerada por la crítica especializada como una de las obras sobre gangsters y de cine azabache más influyentes en la historia del cine…
La figura del psicópata gangster, encarnada por James Cagney (diez años después de haber protagonizado su última película de gangsters también con Raoul Walsh en Los violentos años 20 ) en el personaje de Arthur Cody Jarrett estuvo inspirada por el joven asesino de 19 años de la ciudad de NY, Francis Crowley, quien tuvo una sonada refriega con la policía durante la primavera de 1931 y que fuera ejecutado un año después al grito de : …enviad mi amor a mi madre …
Antes que la Jungla del asfalto de Huston, o Atraco perfecto de Kubrick, Al rojo vivo sentó las bases de una de las modalidades del cine azabache más famosas, como eran las heist films ó películas sobre robos, con elementos pioneros tales como la mujer fatal, el sombrío blanco y negro utilizado, o la tortuosa psicología del gangster de turno…
Cody, cuyo padre y hermano habían muerto recluídos en un manicomio, adolece también de los mismos síntomas que como sierra eléctrica dentro de su cabeza, parecieran torturarle durante sus esporádicos accesos de locura-jaqueca…
Una figura maternal demasiado influyente y protectora que insuflara en su hijo las ganas de colocarle en la cima del mundo …
Expresión ésta que adquiriría con el paso del tiempo resonado eco en los sucesivos guiños cinéfilos que posteriormente han devenido en la historia del séptimo arte…
La maestría narrativa, unida a la solvencia interpretativa de un elenco actoral bastante aceptable hacen de esta cinta una de las más prestigiosas muestras del cine de los 40 y 50…Toda una joya que con el paso del tiempo gana enteros a marchas forzadas…
B R U T A L.
Poco quedará por decir, que no se haya dicho ya, sobre Al rojo vivo. Pero más allá de las extraordinarias dotes narrativas de Walsh, de la portentosa y carismática interpretación de Cagney, de los generosos atributos de Virginia Mayo y de esas ostias como panes que tan ilustrativamente nos describe mi amigo Blooms, descuella en esta peli -sobre todo- una profunda y conmovedora muestra de amor maternofilial. Un fortísimo vínculo afectivo que contribuye a aportar algo de luz al psicopático carácter de Cody Jarrett y que, de paso, homenajea explícitamente a todas esas sufridas -y no tan sufridas- madres de célebres delincuentes que nunca antes habían cobrado tanto protagonismo en una película como en esta ocasión.
Quizás fruto de esa recíproca devoción maternofilial y quizás también por la cantidad de veces que Cody Jarrett hace mención de su madre con el cariñoso diminutivo Ma a lo largo de la peli, acudió a mi mente con repentina insistencia una canción de los Boney M que -a mediados de los 70- sonaba por doquier. Su nombre era Ma Baker y decía así:
Ma Ma Ma Ma, Ma Baker she taugh her four sons
Ma Ma Ma Ma, Ma Baker to handle their guns
Ma Ma Ma Ma, Ma Baker she never could cry
Ma Ma Ma Ma, Ma Baker but she know how to die
Los de mi quinta la recordarán, seguro.
Pues bien, resulta que la canción de los Boney M hace referencia a Kate Ma Barker, la epónima delincuente que, en la década de los 30, llegó al status de Enemigo público número 1. Como Al Capone o John Dillinger. Y da la casualidad que el guión de Al rojo vivo está inspirado en la vida de Arthur Doc Barker, uno de los hijos de Ma Barker.
Lo que son las cosas ¿no?
Próxima entrega, Los inútiles , de Federico Fellini.