Aftershock
Sinopsis de la película
Un joven apodado Gringo (Roth) está pasando unas vacaciones de lujo en Chile, pese a que no ha conseguido ligar con ninguna chica. Cuando él y sus amigos logren al fin que unas mozas los acompañen en el viaje, un terremoto convertirá las idílicas vacaciones en una auténtica pesadilla.
Detalles de la película
- Titulo Original: Aftershock
- Año: 2012
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
4.4
96 valoraciones en total
Sirve echar un vistazo a la carrera de Nicolás López para darse cuenta de que no es precisamente Orson Welles. Si el director ya tuvo un padrino cinematográfico en su debut cinematográfico ( Promedio Rojo con Santiago Segura) en esta ocasión regresa a la actualidad con Aftershock , su primera película de habla inglesa producida y protagonizada por Eli Roth, y con eso queda definido todo porque como ocurre con los X presenta (hemos sufrido los caprichos de Tarantino o Guillermo del Toro, entre muchos otros) en el fondo las propuestas parecen descartes de los propios productores que han tenido ganas de materializar en pantalla y han acabado siendo delegados a pseudo-directores con ganas de sentar cátedra o hacerse un nombre. En Aftershock la ambición no parece muy alta, pero sólo faltaría teniendo en cuenta como le ha salido la jugada con ese intento de componente social introducido de forma ramplona en cierto momento de la película, echando por tierra lo poco que se había procurado construir con anterioridad.
En Aftershock hay algo bueno, eso sí, y es la elección del casting principal. Los protagonistas, tres tíos y tres tías, son perfectamente diferenciables y se complementan bien, hay química -sobre todo entre ellos-, darían para una sitcom simpática de 5-6 episodios. Tenemos al turista americano dispuesto a probar los placeres sudamericanos (un simpático Eli Roth), al amigo gracioso que lo consigue todo trapicheando (impecable Nicolás Martínez) y al que se piensa más las cosas, así como a tres mujeres (todas ellas guapísimas, sobra decirlo, siendo especialmente deslumbrante Andrea Osvárt), como digo en otro género y formato funcionarían pese a no ser especialmente originales (el mejor es indudablemete Pollo , con parecido claramente buscado con el Zach Galifianakis de Resacón ) pero dentro de este contexto, no.
La primera parte, una especie de copia-cutre de Cloverfield basada en enlazar fiesta tras fiesta, sigue con un terremoto y la locura de la gente. Es entonces cuando se introduce el análisis social y todo se va incluso más a la mierda. En el tramo final hay varios giros que terminan de ahogar una propuesta que se puede ver, pero se debe olvidar. Una floja película de catástrofes que funciona más bien como metáfora de su propia existencia. Tiembla mucho y se resquebraja minuto a minuto.
Vamos a decirlo ya: Aftershock es mala pero entretiene que da gusto. Entra en ese grupo de películas tan chorras que hasta tienen su qué. Es cinéfila. Hace gracia. Tiene alguna escena de terror puro y duro bien conseguida. Y lo mejor de todo: no se toma en serio ni a las películas que utiliza de referencia ni a sí misma. Es más: se mofa de su propia sombra y se sitúa a propósito en lo inversemblante, surrealista, extreme y gore. Tiene descaro pero no engaña. Va pasada de vueltas desde el minuto uno, y lo demás es como una resaca o un exceso de psicotrópicos mezclados con sangre. Un engendro como Aftershock es un caramelo para el fan del género: no traiciona las bases del terror y del cine de catástrofes y al mismo tiempo rehuye de todo academicismo. ¿Qué tiene de malo ser cutre si el director y sus actores asumen desde el primer minuto que lo que están haciendo es un entretenimiento de palomitas? A juzgar por las imágenes de Aftershock la película se hizo entre amigos, y es esa intuición de buen rollo y locura desatada la que eleva el film a lugares donde títulos de mejor factura casi nunca llegan. Entre productos que se creen la más chula de la clase como Monstruoso y obras más pequeñas que van de cara como Aftershock… nos quedamos con la segunda opción. ¿Posible inconveniente? Verla en Sitges tiene todo el sentido del mundo, pero pedir una distribución convencional es casi un acto suicida. Hay que ser muy friki y tener una tarde muy tonta para encontrarle su punto, pero de disfrutarla garantiza un orgasmo constante de carcajadas, amputaciones y giros de trama tarados. Película de culto desde ya.
@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com
Me rechinaba ver a Eli Roth en lo que parecía al principio una película en plan Hostel. Es decir unos cuantos guiris hasta arriba de testosterona de fiesta por el extranjero hasta que de repente, cuanto menos te lo esperas porque te intentan engañar un par de veces en el fonicular, se desata la catástrofe con una crueldad extrema. Durante toda la introducción que te presentan a los personajes no me queda muy claro si intentan crear algún tipo de empatía, o antipatía, y lo digo porque luego se ceban con ellos como si les tuviesen manía. ¿El propósito es creer la carcajada cruel del espectador? Así no me van a impresionar. La película más o menos se sostiene hasta que de repente empiezan a ocurrir cosas demasiado absurdas. Sigo en spoiler.
Al mejor estilo de películas como Saw o Final Destination llega Aftershock a presentar una catástrofe de una manera extremadamente cruda y explicita. Posee un guión muy sencillo pero al cual se le saca provecho muy efectivamente y eso es bastante relevante desde mi punto de vista. El caos reinó en Valparaíso después del terremoto chileno y la narrativa de Nicolás López muestra el terror que vivieron los habitantes de la región y sus turistas. Solo un toque negativo perjudica al desenlace viéndose un remate en la trama que no concuerda con la línea de supervivencia que va llevando el guión y conlleva a una escena de acción nada coherente.
Aftershock nos aboca al negro abismo de la vileza humana más profunda. Es indudable la predisposición del ser humano para cometer todo tipo de atrocidades si la coyuntura del momento lo permite. En este caso, instantes después de un devastador terremoto y el lugar, la hermosa ciudad chilena de Valparaíso. El director y guionista Nicolás López que tuvo su debut con Promedio Rojo, ofrece una película pensada como un divertimento y como tal se ha de ver. El resultado, un producto repleto de acción trepidante y sin ningún tipo de límite para la barbarie. El metraje se divide en dos secciones claramente diferenciadas. La mitad inicial contiene una exhaustiva, y demasiado extensa, presentación de los personajes y de su disipado estilo de vida. Y el segundo segmento, cuando se desata el terremoto, es el momento donde el film comienza a ponerse serio.
Qué decir de Eli Roth que no sepamos ya. Sus legiones de seguidores se cuentan por miles y es que el hombre cuenta con un extenso catálogo de producciones, que dentro del género terrorífico, son ya obras de culto. La salvaje Cabin Fever o las dos primeras entregas de la saga Hostel, lo demuestran. El tipo sabe rodearse de los mejores y además tiene un talento natural para eso de hacer sufrir al prójimo. Aquí es productor, guionista y también interpreta a uno de los protagonistas, el llamado Gringo, sin destacar mucho, pero el papel tampoco necesita de regios alardes escénicos y puede decirse que cumple con su trabajo de forma correcta. Pero es Nicolás Martínez el que destaca por encima del resto. Al encarnar a Pollo se muestra natural, expresivo y divertidísimo. Aporta esa chispa tan necesaria que los demás carecen.
Un grupo de acomodados y jóvenes estadounidenses, viajan a Chile con la intención de disfrutar de unas vacaciones de juerga y desmadre. Las cosas no van como ellos pensaban, ya que ligar resulta ser una tarea harto difícil. Por fin conocen a tres turistas europeas y juntos van a la ciudad de Valparaíso, que según se dice están las mejores fiestas. Todo se complica cuando de repente y en plena fiesta, un terrible terremoto destruye la ciudad entera. Los jóvenes deberán utilizar todos los recursos disponibles, para sobrevivir en el nuevo entorno social que se ha instaurado.
Solvente cinta que sin destacar en ningún apartado, cumple con corrección todos los requisitos técnicos, argumentales e interpretativos. Muy recomendable para cualquier seguidor del género, por el alto grado de tensión emocional que viene implícito, en las múltiples escenas de sobrada crudeza visual.
http://www.terrorweekend.com/2012/10/aftershock-review.html