África paradis

2 comentarios en «África paradis»

1. Y si, mañana, la situación política cambiara: Europa entra en una grave crisis política y económica y África se transforma en un continente próspero y seguro, al punto que se convierte en el lugar ideal para refugiarse… ¿Cómo quisiéramos que nos recibieran? ¿Cómo esperaríamos que nos trataran? ¿Qué recordarán, los nativos, del trato que nosotros les dimos cuando fueron ellos los que buscaron asilo?
   
   La vida es implacable y cuando menos se espera da giros que nunca imaginamos… y los que hoy viven a plenitud, indiferentes con los que ahora sufren y nada tienen, mañana podrían ser los que carezcan de todo y, es bien seguro, que recibirán de aquello que a otros dieron. ¡Cómo pues reprocharle a Dios, o a la vida, que nos vaya mal, si nosotros mismos labramos nuestro destino!
   
   Nacido en Benín (en el oeste africano y colonia francesa hasta 1960), pero residente en Francia, hace ya tres décadas, Sylvestre Amoussou, comenzó aquí su carrera como actor de teatro, cine y televisión… pero, sintiendo que los roles que se les asignan a los actores africanos son excesivamente limitados, decidió lanzarse como actor y director de sus propios filmes y tras despertarse, un día del año 2001, con la curiosa idea de ¿qué pasaría si los roles históricos se invirtieran?, primero hizo un cortometraje al que tituló Africa – Paradis y la acogida que tuvo lo animó, seis años después, a convertirlo en un largometraje.
   
   Con su sencillez, austeridad y su, en apariencia, simpleza argumental, Amoussou logra, con su opera prima, una indispensable película que, al ponernos en los zapatos del otro, nos obliga a reflexionar en cosas que ahora lucen como una utopía… pero, si alguien ya lo pensó, es porque podría llegar a ocurrir. Por ahí dicen, con mucha razón, que la acción sigue al pensamiento.
   
   Amoussou, ubicó su historia en el año 2033, y él mismo asume el rol del benevolente diputado y presidente del Partido Liberal Africano, quien está haciendo campaña para que los inmigrantes ilegales, provenientes de Europa, sean integrados, nacionalizados y se les brinden responsabilidades sociales y políticas. Pero, como suele ocurrir, hay quienes recuerdan con severidad el pasado y quienes hacen pregón de un falso nacionalismo y de los hostiles racismo, egoísmo y atraso humanitario (¿han oído de esto?), y van a hacer cuanto puedan para impedir la integración… ¿Quién crees tú que ganará?
   
   Hay cositas que huelen a deja vu, como la escena en la que el ruido de un avión impide oír lo que alguien dice o la actitud soberbia de la ‘patrona’ (Minata), ante la empleada blanca (Pauline) quien, poco a poco, la transforma con sus acciones… pero, en general, se respira un aire limpio, y sin duda, el filme resulta bastante constructivo.
   
   ¡Bienvenida toda idea que abogue por la integración, por el respeto humano sin distingo alguno y que permita dar un paso más hacia la gran meta de la Unicidad, que, por alguna triste razón, se viene quedando bastante rezagada! Porque sólo cuando la vida de cada ser humano nos importe tanto como la nuestra, será cuando estemos camino hacia la paz.
   
   Y, por Dios, ¡no permitamos que más pazguatos se sienten en los solios presidenciales! Observen un álbum con sus fotos y comprenderán que ya tenemos bastantes en el mundo.
   
   ÁFRICA – PARAÍSO, es una película altamente recomendable.

2. Más allá de los escasos medios de producción con los que contó África paradis , lo interesante es constatar que ha habido alguien capaz de pensar en un futuro en el que se da la vuelta a la tortilla para que ciertamente todo siga igual. Lo único que cambian son los agentes, pero el capitalismo sigue siendo el mismo, unos arriba y otros abajo, una élite dominadora y un tercer mundo pisoteado por el sistema. Es una lástima que esas carencias evidentes en el presupuesto no hagan a esta película mucho mejor de lo que es contando sólo sus ideas, porque va más allá de una mera curiosidad.
   
   Son muchas las preguntas que nos podemos hacer libremente, todas interesantes: ¿cómo nos podemos sentir formando parte del primer mundo, ajenos a la pobreza, a los desórdenes sociales, a las hambrunas y las guerras?, ¿es hora de dejar de sentirnos cómplices de las injusticias y desequilibrios y luchar por un mundo mejor?: ¿no es África paradis un admirable ejemplo de valentía simplemente por proponer un mundo al revés? Las cosas se plantean sin necesidad de dar explicaciones, porque tampoco nos hacen falta, sencillamente se asume que en un futuro próximo la calidad de vida y la estabilidad económica se encuentra en los Estados Unidos de África. La población autóctona de Europa (se da por hecho que el resto de primer mundo también) intenta por todos los medios encontrar refugio y un futuro mejor convirtiéndose en inmigrantes. Tal cual al revés del presente que nos toca vivir.
   
   La reflexión es de lo más interesante, se trata de un ejercicio de inventiva brillante que podría caer en lo cómico pero que en contraste sale adelante por una cuestión triste: la realidad es la misma hoy, pero al revés. Quienes luchan por la integración encuentran la clásica oposición de los conservadores, esos fachas de los que siempre estaremos rodeados… ya sabemos cómo funciona todo en nuestro mundo, eso de mirar para otro lado cuando tienes delante los graves problemas de buena parte de la población es muy habitual. Creo que África paradis es valiente y acertada.