Adiós, Sabata
Sinopsis de la película
México, 1867. Durante la revolución de Benito Juárez contra las tropas de Maximiliano de Austria, uno de los líderes del pueblo planea robar un ingente cargamento de oro en poder del despiadado coronel Skimmel que servirá para financiar la revuelta. Para ello deciden contratar al hombre más adecuado para la empresa, un mercenario conocido por su puntería que responde al nombre de Sabata.
Detalles de la película
- Titulo Original: Indio Black, sai che ti dico: Sei un gran figlio di...
- Año: 1971
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
4.7
37 valoraciones en total
Ayer vi Adiós, Sabata (1971) de Gianfranco Parolini, un spaghetti del montón, lentorro, bastante arrítmico y que se salva porque las escenas de acción y tiros están moderadamente bien. Ayuda la ambientación en la Revolución Mexicana y la simpatía que suscitan los protagonistas, a la búsqueda de un oro que sirva para financiar su lucha contra la ocupación austriaca.
La decepción ha sido un poco mayor de la esperada, porque me había gustado mucho el primer Sabata, el de Lee Van Cleef, del mismo director. Y no es que Yul Brynner esté mal: tiene un look fardón, que parece recién llegado de Almas de metal, todo de negro, con pantalones acampanados y un sombrero molón (si vas un poco colocado hasta podrías confundirle con Bunbury rapado como un skinhead). Pero la cosa no acaba de arrancar. Discretilla, pese al oficio de un director curtido en el peplum y el eurowestern, principalmente. Ah, que se me olvidaba, como bailarina del saloon sale la guapísima Nieves Navarro AKA Susan Scott, para darle, junto con el desierto almeriense, marchamo español a la coproducción.
Parece mentira que los tres años justos que Maximiliano de Austria estuvo en México como emperador, desde junio de 1864 al mismo mes de 1867 en que fue ejecutado, hayan dado tanto de sí cinematográficamente. Es cierto que se trata de una etapa donde los vecinos del norte ya le habían echado el ojo a las tierras que lindaban por debajo, y andaban preparando el terreno para su anexión sin contemplaciones.
Tal vez por eso cargan tanto las tintas con la violencia gratuita de los oficiales europeos destacados en México, olvidando que allí marchó Maximiliano a petición de amplios sectores mexicanos y, cierto también, por los intereses franceses en el territorio. Como olvidan asimismo el talante abierto y liberal de Maximiliano y de Carlota.
En fin, estamos ante una cinta ambientada precisamente en los últimos momentos del II imperio mexicano, 1867, donde un corrupto y sanguinario coronel Skimmel (Herter) se quiere hacer con un cargamento de oro que también pretenden una mezcla de bandidos, patriotas y pistoleros con Sabata (Brynner) a la cabeza. Unos para quedárselo y otros para comprar armas para la revolución . Vaya usted a saber.
A ratos tiene el aire de Los siete magníficos , a ratos aburre soberanamente. Obra menor con mucha acción, tiros, ametralladoras, cañones, dinamita, nitroglicerina, cuchillos, canicas mortales, todo en medio de los paisajes almerienses. Interpretaciones corrientes, Brynner incluido. Música que quiere recordar la del gran Ennio, con El flamenco de la muerte , un zapateado que se marca de vez en cuando uno de los bribones.
Desagrada una vez más la tontuna de los soldaditos de plomo de Maximiliano, pero es que aunque somos italianos el modelo es Hollywood. No estaría mal una película que nos mostrase una imagen un poco más objetiva de la etapa imperial.
Por lo visto la película cierra el ciclo del héroe Sabata. Tranquilos, solo faltan 12 años para que nazca otro, Emiliano Zapata. Paciencia y barajar.
Película para pasar el rato. Nada más.
Digamos que tener a Yul Brynner en cualquier producción es una garantía, o por lo menos lo parece.
Esta película es una producción barata, un western o ,Spaguetti Western , (tan famosos en la época.
A Yul Brynner el far-west se le da bien, en los Siete Magnìficos(1960) llena la pantalla de magnetismo, aunque bien es cierto que los secundarios Charles Bronson y Steve McQueen le comían el terreno.
Esta película tiene aluminosis, mal sonido, doblaje nefasto y pésimo, fotografía peor, y ni si quiera este director italiano se acerca al padre de todo esto, que es Sergio Leone.
De todas formas es curioso ver a Yul Brynner en una película así, donde sus dotes interpretativas son mermadas.
Para mi este actor es un mito, pero es una pena verlo en esta mierda de pelìcula
Spaguetty western del desconocido Gianfranco Parolini, protagonizado por un inexpresivo Yul Brynner (que parece llegado diréctamente de la película Almas de Metal ) encarnando a un pistolero a sueldo que echa una mano a un pintoresco grupo de revolucionarios mexicanos en su búsqueda de un cargamento de oro en poder de los austríacos.
Entre el nutrido grupo de aventureros destaca tambien un Dean Reed, cuyo rostro recuerda curiosamente al del protagonista de los comics del Teniente Blueberry de Giraud. Menudo tupé.
El resto de personajes poco tiene que aportar: el gordo jefe de los mexicanos, que sobreactua de lo lindo, el mudo que lanza bolas de metal con el pie con una destreza maradoniana, el gitano que baila el flamenco de la muerte (!!!) y pega saltos de ninja…
Resumiendo: peliculilla para pasar el rato, sin grandes pretensiones.