7 días en La Habana
Sinopsis de la película
Película dividida en siete cortos. El objetivo de los directores es captar la energía y vitalidad que hace de La Habana una ciudad única. Cada capítulo muestra la vida cotidiana de distintos personajes durante un día. Alejada de los tópicos turísticos, pretende reflejar el alma de esta ciudad a través de sus barrios, ambientes, generaciones y culturas. Lugares representativos de La Habana, como el Hotel Nacional, el Malecón, etc. son el escenario común de algunos episodios.
Detalles de la película
- Titulo Original: 7 días en La Habana
- Año: 2012
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
5.6
51 valoraciones en total
La película está planteada en 7 cortos dirigidos por 7 directores muy diferentes entre sí y además de distintos países (Cuba, Puerto Rico, España, Francia…). Sorprende el debut de Benicio Del Toro como director, aunque la historia en sí es poco interesante pero bien rodada. Cada corto representa un día de la semana, y como el título de mi crítica indica hay días buenos, días malos y días regulares.
Sin duda, la película resulta entretenida por reflejar distintas visiones de Cuba. El problema es que algunas historias pese a su corta duración resultan insulsas o desde luego no han conseguido captar mi atención, especialmente hago referencia al corto del ritual de limpieza que se hizo excesivamente largo ya que realmente no contaba, ni aportaba, nada.
Aparecen algunos actores muy interesantes para mí como Daniel Brühl, Jorge Perugorría o Mirta Ibarra. Algunos cortos son dramas, otros son comedia, y otros directamente esperpentos (especialmente el de la Virgen). En cualquier caso, en general se pasa un rato agradable y van compensando unos cortos con otros.
Película ni buena ni mala que hace pasar un rato, a veces agradable, desde 7 desiguales miradas de La Habana de otros tantos directores.
El puertorriqueño nacionalizado español Benicio del Toro acierta en su corto, imágenes sugerentes y buen ritmo de su mini historia.
El corto del argentino Pablo Trapero no desmerece del anterior, a destacar la soberbia interpretación del tema musical en la jam session con trompeta, bellas fotografías como la del serbio y el chofer caminando por el agua.
La mirada palestina del film, de la mano de Elia Suleiman, es eso, una mirada sin más palabras que las del comandante Castro dando un discurso que se ve en la TV de una de las habitaciones del Hotel Nacional de Cuba, por cierto, es la única y lejana mención política directa en toda la película, muy bellas imágenes llenas de metáforas visuales.
El vasco Julio Medem narra la historia de un productor musical que quiere promocionar a una cantante de las muchísimas que hay en los locales de La Habana y que son verdaderas artistas de su genero, obviamente se enamora y a uno le queda el regusto del deja-vu, especialmente cuando la muchacha cubana tiene que elegir entre el español y su negrito pelotero (así llaman allá a los que juegan Baseball).
Hasta ese momento los episodios giraban en torno a extranjeros en La Habana, un americano, un bosnio, un palestino y un español, sin embargo el franco argentino Noé nos introduce en el rito de los santeros, es una visión borrosa, entrecortada y muy sui generis de eso que llaman despojarse y lo hace de una manera lenta, reiterativa, incluso diría que cansina.
Esperaba más del tridente Tabío / Perogurría / Ybarra, cierto es que unos minutos no dan tiempo para lucirse, al fin y al cabo tendría que haber sido la mejor mirada ya que se trata de la mirada interna que tanto el director como los dos actores conocen palmo a palmo como así han demostrado en su magnífica carrera cinematográfica.
El francés Cantet cierra la película con un episodio esperpéntico y, quizás, el más cubano de todos, los dichos habaneros, la gente habanera, la locura habanera sabiamente mezclada con un canto afro fruto del sincretismo dejan un buen sabor de boca y aplacan un poco los altibajos anteriores.
En resumen, una película curiosa, que se deja ver y que no pasará a la historia.
Siete cortometrajes entrelazados, cada uno a cargo de un cineasta internacional, que reflejan la idiosincrasia de la capital cubana. Sobresalen los de Elia Suleiman y Gaspar Noé, dos pequeñas genialidades sin diálogo.
1) Un joven actor estadounidense se dispone a explorar a fondo la noche habanera.
2) Un realizador bosnio en horas bajas acude a recibir un premio honorífico al festival de cine local.
3) Una hermosa cantante se debate entre emigrar a España con un mecenas o seguir con su novio, a quien ama.
4) Un diplomático espera ser recibido por el comandante cuando termine uno de sus célebres discursos.
5) Unos padres descubren la homosexualidad de su hija adolescente y hacen que un santero la purifique.
6) Una mujer que dedica su tiempo libre a elaborar dulces caseros, recibe un encargo especial a contrarreloj.
7) Un vecindario se afana en organizar una ceremonia en honor a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
Todos tenemos problemas.
7 días, 7 cortos y unas cuantas historias mas.
1. Un joven actor norteamericano se traslada a la Habana para cursar en la escuela de cine. La primera noche casi conoce a fondo los secretos de la isla… yuma friend.
2. Un reconocido director bosnio en horas bajas es homenajeado en el festival de cine de la Habana. Él se dará su propio homenaje a son de la trompeta de su mejor amigo. Un gustito para los oídos.
3. Una joven y hermosa cantante cubana se ve en una auténtica encrucijada. Un acierto la inclusión de Medem y su…(vamos a decirlo suave) su mirada erótica de la vida, dado el fuerte y pasional carácter de los cubanos. De lo mejorcito.
4. Gran corto, una idea brillante. Un pusilánime diplomático será recibido por el comandante, eso si, cuando termine uno de sus célebres discursos.
5. Asistimos a la purificación de una joven. Suena bien, pero es una cosa horrible. Esta historia es dura y directa, no median palabras pues no hacen falta. Lo que no se aún es si hacía falta la propia historia,..por muy bien que refleje una realidad más de la isla.
6. Una familia, una odisea en busca de huevos y un cruce de historias acertadísimo. Aquí destaca todo, la dirección, el guión, los actores (a estos los conocemos), la fotografia…
7. Un vecindario entregado a la causa de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. Divertidisimo guiño al talante cubano, a su cultura y creencias, a su hermandad y a su tiempo libre.
Muy recomendable.
Es lo bueno que tienen las películas de cortos, alguno habrá que te guste, es difícil no acertar. En contra de lo que se dice en algunas de las críticas anteriores, y a favor de otras, a mí me han gustado casi todos ellos.
Empieza con una introducción desde el punto de vista de un joven turista yankee a la búsqueda del mito del sexo fácil cubano. Entretenida.
El segundo tenemos un retrato un tanto más pesado de un director de cine haciendo de niño gamberrete, entablando una amistad dudosa con el chofer local. Se deja ver.
El tercero, de Julio Medem, el mejor junto con el último, para mi gusto, será que me gusta más el estilo de los directores europeos. Cierto que nos presenta un dilema viejo como el mundo, pero filmado con la sensibilidad y buen hacer del autor de Lucía y el sexo.
El cuarto, el del palestino, por mucho que digan los sesudos críticos, es el que consigue arrancar los mayores bostezos. Sí, hay un par de planos interesantes y grotescos que provocan alguna sonrisa, pero a dios gracias sólo es un corto, esto es, dura poco.
El ritual es más bien un videoclip, bien filmado y ambientado, tan sólo consigue intranquilizarnos con recursos fáciles, parece un documental costumbrista.
El dulce amargo, interesante, hace honor a su título.
Y el último, la fuente, divertido y colorista, deja buen sabor de boca.
En resumen, un buena manera de pasar la tarde, recomendable.