360. Juego de destinos
Sinopsis de la película
Varias historias interrelacionadas en una libre adaptación de La Ronda, novela de 1900 del escritor austriaco Arthur Schnitzler. Durante un viaje de negocios, un hombre (Jude Law) duda sobre serle infiel a su mujer (Rachel Weisz). Una joven eslovaca (Lucia Siposová) se inicia como prostituta de lujo en Viena, a pesar de las críticas de su hermana (Gabriela Marcinkova). Una joven brasileña (Maria Flor) decide abandonar a su novio (Juliano Cazarré) y volver a Brasil tras descubrir una infidelidad. Un hombre mayor (Anthony Hopkins) viaja a Estados Unidos para buscar a su hija desaparecida. Un peligroso recluso (Ben Foster) es trasladado hasta Denver para reinsertarse en la sociedad. Por último, una mujer rusa (Dinara Drukarova) decide dejar a su marido (Vladimir Vdovichenkov), un hombre metido en negocios turbios.
Detalles de la película
- Titulo Original: 360 aka
- Año: 2011
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
5.6
100 valoraciones en total
Las películas corales, o bien de historias entrecruzadas, se enfrentan al reto de ofrecer un discurso o contar una historia a partir de diferentes personajes y tramas que dan voz a ese mensaje que el filme pretende ofrecer.
Tentativamente, en un largometraje de esta naturaleza, las historias involucradas deben de retroalimentarse y sin que una sobresalga más que las demás (aunque en ocasiones hay una trama que viene funcionando como el motor), deben dar como resultado una conclusión redonda que cierre coherentemente el conjunto de argumentos desarrollados.
Han existido excelentes ejemplos de cómo entrelazar tramas que normalmente giran sobre un determinado tema, tales como 21 Gramos o Traffic, la primera ofreciendo un profundo ensayo sobre la redención y la segunda una descarada denuncia al mundo de las drogas.
También hay ejemplos de filmes corales en los que si bien no se desarrollan las historias a partir de un tema en específico, éstas se terminan impulsando unas otras, de manera que la unión de todos ellas funciona como el cimiento que construye el guión. Magnolia y Cloud Atlas son un buen referente de lo anteriormente afirmado.
360 edifica su trama a partir del tema de la infidelidad y la frustración sexual. Lo que se puede afirmar después de haber visionado el largometraje, es que si bien como producto se trata de un trabajo más que aceptable e incluso entretenido, el resultado no termina de hacer del público un cómplice de la trama.
Es un filme que se deja ver y es incluso llevadero, sin embargo, tampoco es una producción que vaya dirigida a las grandes masas. Es difícil que sea disfrutado por un espectador que espera un blockbuster y de igual manera, los que busquen un trabajo cuidadosamente elaborado y profundo, tampoco será el filme que los sacará del aburrimiento. Es a fin de cuentas un filme disfrutable, pero olvidable, y aparentemente eso lo percibían los actores involucrados, que se pasean por la pantalla sin verse totalmente convencidos de qué tan vital es su aportación para el producto.
Después de haber alcanzado el reconocimiento en Hollywood con Ciudad de Dios y El Jardinero Fiel, Fernando Meirelles tuvo un ligero tropezón con Ceguera, título que se vio un tanto vapuleado por la crítica. Desafortunadamente 360 no le permite reivindicarse ante el panorama Hollywoodenze, a pesar de la seriedad con la que firma el trabajo.
El principal problema es que a pesar de que Meireilles procura ofrecer un trabajo meramente formal, en ocasiones se nota que dirige con un estilo muy personal, pero en otras ocasiones pareciera que trata que su obra agrade al público en general tirando al cine palomitero, cuando es claro que es un producto destinado a un público con paladares más exigentes, a los cuales tampoco termina satisfaciendo al 100%.
Los guiones de películas corales deben ser los suficientemente ágiles para darle dinamismo al argumento y que éste no se quede estancada en un mismo punto. En el caso de 360 no se percibe dicha agilidad, por lo cual el guión tiende a darle vueltas y vueltas a un mismo punto sin lograr romper con la monotonía en la que se sumerge la trama en determinado punto.
A diferencia de otros filmes de historias corales, 360 consigue quizás un estilo más propio de converger sus sub-tramas. Tomemos como ejemplo a las anteriormente citadas Traffic y Magnolia. En dichas películas, todas las tramas involucradas van y vienen además de entrecruzarse en múltiples ocasiones. De ese modo, se pasa de una historia a la otra en cuestión de segundos, incluso a veces se pasa de una escena a otra en un simple parpadeo. Dicha jugada permite darle dicho dinamismo al guión, aunque ya es una estrategia un tanto trillada.
En 360 se opta por un método un tanto más creativo, pero que sumerge en una cierta lentitud al argumento. En este filme no vamos de una historia a otra, sino que el director prefiere que nos estacionemos en una sola y después de haberla desarrollado en casi toda su totalidad, pasa a la siguiente. Lo que tienen en común además de la temática de la frustración sexual es que dos historias comparten al menos a un personaje, siendo éste el tercero en discordia o el infiel de la relación. Claro que hay una o dos tramas algo sueltas, pero que terminan conectando con otra y afectando levemente el desarrollo de ambas.
Es correcto decir que la historia avanza de forma cíclica, pues el personaje de la primera historia, prácticamente viene apareciendo en la última para así cerrar el círculo abierto. El problema está en que al sumergirnos detenidamente en una historia hasta que Meireilles considere que ya es suficiente, el director aburre al público en algunas secuencias, pues algunas historias no están tan bien desarrolladas como otras.
La película arranca bien, sin embargo va sufriendo algunos altibajos con capítulos que no aportan mucho al conjunto. Tal es el caso de la parte a cargo de Jude Law y Rachel Weisz, cuya presencia es meramente testimonial al ser partes de una -o incluso podrían considerarse dos historias-bastante simples y que termina decepcionando al espectador en un precipitado desenlace.
Sorprende que al ser Jude Law y Rachel Weisz los rostros más conocidos del reparto (junto con Anthony Hopkins) se les haya ofrecido la historia más floja y corta-cuando en un inicio se hace creer al público que son los protagonistas- ya que su aparición en pantalla no excede los 15 minutos.
Sigo en spoiler por falta de espacio….
Fernando Meirelles siempre ha sido un director interesado en el comportamiento humano. De hecho, podríamos definir su filmografía como un ejercicio consistente en observar la reacción de sus personajes frente a distintos estímulos contextuales, algo que evidentemente tiene implícito el análisis de la moralidad humana. Hasta ahora habíamos visto qué podía suceder cuando sus personajes se encontraban ante un exagerado descontrol de posesión de armas, ante el tráfico de medicamentos y la ceguera colectiva. Pero en este cuarto título reencontramos el característico ejercicio de Meirelles desde un punto de vista mucho menos extremo, pues el reto al que el director brasileño somete ahora a sus personajes no es otro que el de sobrevivir a la moralidad de la sociedad contemporánea. Y es que en cierto modo, 360. Destinos compartidos transmite la sensación de que el autor de El jardinero fiel ha ido restando magnificencia al contexto de sus películas para acabar dejando al desnudo algo tan trivial como la cotidianidad convencional.
Lo más llamativo de esta película es que así como en anteriores títulos del autor siempre encontrábamos cierto posicionamiento respecto a la moralidad de las situaciones planteadas (ya sea en formato de denuncia o juicio personal) en su nuevo trabajo el director brasileño se limita a observar las vivencias de sus personajes sin necesidad de condenar ni justificar sus actos. Esta vez no se trata de señalar culpables, sino de todo lo contrario. Se trata de reflexionar sobre las inimaginables historias que sustentan cada coincidencia, sobre las infinitas posibilidades que, sin saberlo, rechazamos día tras día. Se trata, sobre todo, de descubrir qué experiencias se esconden tras aquella persona a quien hace un momento condenábamos por su aptitud y que ahora comprendemos y justificamos gracias a nuestros nuevos conocimiento. Estamos ante un delicioso conjunto de historias sobre relaciones humanas que nos hablan de cómo las casualidades y las vivencias personales determinan nuestra conducta.
360. Destinos compartidos plantea una extraña parábola que nace de la coalición de nuestra personalidad con las experiencias vividas. Tal vez nuestra carencia de expectativas haga que podamos superar la peor de las tragedias gracias a una insignificante casualidad. Tal vez nuestro carácter obtuso nos conduzca a desperdiciar la más bella de las oportunidades. El círculo vicioso se da por el hecho de que estas experiencias determinan nuestro carácter, que a su tiempo se encargará de decidir sobre futuras situaciones. En todo caso, si una cosa está clara, nos recuerda Meirelles, es que sus personajes, lejos de ser buenos o malos, tan solo reaccionan de diversas formas ante determinadas situaciones. Sencillamente interactúan con su entorno en función de su estado de ánimo o del momento por el que pasan. Y de ello resultaran parejas de personajes cuya experiencia los hace incompatibles y situaciones concretas que hacen imposibles ciertas relaciones. Y el círculo vuelve a empezar.
Lo más sorprendente de la película es cómo la autoría de Meirelles logra reivindicar su presencia desde una posición tan contenida. Porque es indudable que la dinámica mano del director de Ciudad de Diós aun sigue existiendo en sus trabajos: están los planos fragmentados que nos ofrecen la multiperspectiva que los personajes no tienen, las transiciones hechas mediante el encadenado de un cuerpo u objeto desplazándose, la congelación de una imagen para ceder la atención a una voz en off… Todo ello y mucho más sigue presente en la obra del elogiable director, solo que esta vez está hecho de forma tan modesta y (como siempre) tan al servicio de su discurso que cuando uno piensa en la película recuerda sus entrañables personajes (todos ellos magníficamente interpretados por un reparto de alto nivel) y sus experiencias mucho antes que cualquier filigrana narrativa. Dicho en otras palabras, hablamos de una serie recursos narrativos tan atractivos como imperceptibles que tan solo hacen mejor una película que ya de por sí supera con mucho el aprobado.
http://cinemaspotting.net/2013/05/28/360-juego-de-destinos/
Tres años después el director de Ciudad de Dios vuelve al cine con 360, un drama de historias cruzadas basado en la novela de Arthur Schnitzler La Ronda. Ya sea por Meirelles o por su conocido reparto la película de primeras llama la atención, lamentablemente la cosa se queda en pura fachada, con un elenco de actores que solo valen para aparecer en el cartel, ya que la parte del reparto que toma protagonismo es totalmente desconocida.
Engaños comerciales a parte, 360 es una película con buenas intenciones pero fallida, con una historia de escaso interés, lio de personajes, relaciones de relleno, falta de ritmo y una narración irregular que condenan la cinta. Se supone que es un drama que mezcla relaciones (infidelidades) amorosas, dramáticas y sexuales, pero no refleja nada de esto, es carente de emoción, pasión o erotismo, quiere abarcar muchos temas y fracasa, pasando por encima de todos sin desarrollar ninguno.
De Meirelles se puede esperar mas, bastante mas.
Una historia sobre varias historias, o lo que es lo mismo una historia coral. Lo que hallo en común es el hecho de que los protagonistas -o casi todos ellos- están a punto de cruzar la línea y por tanto están en la etapa de tomar esa decisión que cambiará sus vidas. Lo maniqueo de Meirelles es que sólo llegan a cruzar la línea aquellos personajes que lo hacen para bien, en sí no pasa nada verdaderamente trágico en este film, y eso que hay armas, drogas y hasta mafiosos.
Obviamente no se hace tan pesada porque cambia de historia cada 5 minutos, de la misma forma que no se hacían pesadas la de San Valentín y la de Año Nuevo -en estos casos incluso tenemos repartos estelares-. Pero que sea ágil no quiere decir que sea divertida, ninguna de las historias emociona, ni tampoco ninguna se desarrolla lo suficiente como para que te compenetres con los personajes.
1. La mejor de las historias es la que abre y cierra, la de la prostituta. Es la más interesante porque no busca por el lado del amor sino que va más por lo criminal y a su modo funciona.
2. La que podía haber sido la mejor es la de Foster y la brasileña, pero la siento demasiado forzada, sobre todo la manera en la cual ella lo empuja. Es demasiado casual todo el ambiente que se genera, exactamente opuesto a lo que él necesita.
3. El pasaje de Hopkins es conciso, parco, pero acertado. E incluso deja su frase para el recuerdo. Interesante.
4. El dentista musulmán y la rusa me sobran. No hay un desarrollo mínimo siquiera de esa relación y su resolución llega muy de sopetón.
5. Law y Weisz no están mal pero su historia sobre el adulterio no cuenta nada nuevo, ni tampoco es que deje un mensaje nuevo o motivador, ni siquiera conocemos como era su relación antes de estar mal.
Yo siento que para hacer un film de historias cruzadas tiene que haber una razón, algo que las enganche y las aúne en lo conceptual. Yo no veo en 360 nada aparte de la toma de decisiones difíciles , lo que me parece un argumento muy flojo.
Rescatar una BSO que adquiere un poder casi erótico, el leitmotiv más interesante de toda la película.
Lo mejor: la música.
Lo peor: las historias no enganchan, ni se enganchan entre sí.
Película en primer lugar entretenida , cualidad importante en el cine . Se deja ver y en ningún momento resulta aburrida… cosa que no es poco hoy en día.
Fantásticas interpretaciones de algunos de sus actores , y no digo de todos, por que cierto es que algunos personajes o situaciones son demasiado forzados o irreales y poco creíbles.
En mi opinión la película es mas de forma que de fondo. Lejos de tratar de enviar algún profundo mensaje o pretender ser una imprescindible obra coral como Magnolia o Short Cuts de Robert Altman , 360 se contenta con mostrarnos , acompañados de una una cuidada banda sonara , distintos personajes en distintas ciudades y situaciones que nos harán pasar un rato bastante entretenido.
Por supuesto planos , movimientos de cámara etc… llevan el sello de Meireles que a mi personalmente me ha gustado bastante en este trabajo.
Es la primera vez que me atrevo a hacer una critica , espero que os haya resultado algo interesante.