23-F: La película
Sinopsis de la película
El fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, que comenzó con la toma del Congreso de los Diputados y terminó con la liberación de los parlamentarios, puso en grave riesgo la democracia española. Mientras Tejero y sus hombres mantenían como rehenes a los diputados, el Rey, desde su despacho, intentaba contener al ejército y organizar las fuerzas civiles. En medio, un complejo entramado donde Milans y Armada movían los hilos. Al fondo del escenario, España entera vivía pendiente de la radio y la televisión. 23F es la historia de tres golpes: el de Milans, el de Armada y el de Tejero. El golpe fracasa cuando Tejero empieza a entender que ha sido utilizado.
Detalles de la película
- Titulo Original: 23-F: La película
- Año: 2011
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
5.5
56 valoraciones en total
Siguiendo la estela de las TV Movies que actualmente se hacen en nuestro país, 23-F, es una película bien ambientada, con buenas actuaciones,(destacando a un sorprendente Paco Tous al frente del golpe de estado), y bastante interesante, pues aunque todos conocemos la historia, te sorprende con algún detalle.
La pega? Pues que justamente un día antes, vi El discurso del Rey, y si Tom Hopper, ha conseguido hacer una película emocionante, divertida y nominada a 12 Oscar, con una historia de un rey tartaja que tiene miedo a hablar en público, no quiero ni pensar que habría hecho con el material que tiene 23-F.
En definitiva, una película entretenida, de cómodo visionado pero que en otras manos(o país…) hubiera llegado a mucho más que un capitulo largo de Cuéntame.
Esperaos a que la emita Tele 5…
En los últimos tiempos están muy de moda las películas (o mini-series) televisivas que nos hablan de la Transición Española. Primero fue 20-N, Los últimos días de Franco y tras ella llegó Adolfo Suárez, el presidente . Digamos que esta es la tercera entrega, teniendo en cuenta además que algunos de los actores repiten papel.
23-F bien podía haberse emitido en televisión, pero prefirieron estirar la goma y meterla en los cines con dudoso resultado.
La película falla en muchísimos aspectos. Para empezar, no se entiende un 23-F sin conocer la situación que vivía España por aquella época. Es cierto que ETA mataba guardia civiles día sí y día también, pero el ambiente crispado y enrarecido que flotaba en nuestro país era producto de un caldo de cultivo mucho más complejo. No creo que cuatro imágenes reales en blanco y negro al comienzo de la película reflejen lo que se vivía entonces en España.
De esta forma, sin explicación alguna, el director nos mete desde los primeros minutos en el hemiciclo. Allí vemos lo que todos hemos visto millones de veces. Todo el mundo al suelo, Gutiérrez Mellado haciendo frente a los golpistas, Suárez intentando tranquilizarlo, pifostio, disparos, etc. Teniendo hoy en día las imágenes reales a golpe de click, toda esta parafernalia no es ni mucho menos sorprendente.
Fuera del hemiciclo la película es algo más interesante. Con el Rey como foco de atención, se suceden las llamadas y la confusión no sólo entre los españolitos de a pie, sino también entre los cuerpos militares. Milan de Bosch saca los tanques en Valencia, pero la División Acorazada Brunete se mantiene en sus puestos. El general Armada tampoco cumple con su cometido de retener al Rey y empieza a mostrar una ambigüedad confusa. En definitiva, el efecto dominó que los golpistas esperaban crear en el ejército, no se produce. Todos esperan una señal del Rey que llega en forma de mensaje televisivo. Las tropas no se mueven. La Democracia y la Constitución vencen y el golpe fracasa.
La historia es lo suficientemente interesante como para hacer un buen film. Sin embargo, 23-F no es más que un documental con delirios de película . Eché de menos algo más cinematográfico. Más drama, más tensión… y sobre todo, una introspección más profunda en la psicología de cada personaje. Algo de ello encontramos en Alfonso Armada, pero en los demás ni rastro.
Apenas vemos la reacción de los ciudadanos. Sólo nos enseñan calles vacías y alguna que otra imagen de gente anónima destruyendo papeles y familias a punto de huir. Una lástima, pues estoy convencido de que entorno al golpe se produjeron más de mil historias apasionantes que tenían cabida en la película.
(sigue en el spolier)
Un hecho que todos, más o menos, conocemos. Se conocen muchas versiones, y se ha hecho de todo con este capítulo de nuestra historia más moderna. Desde artículos conmemorativos hasta los más jocosos chistes. Ahora llega la película a nuestros cines, de la mano de un director que apuesta por mostrarnos lo que, supuestamente, sucedió en los pasillos de un Congreso de los Diputados que, sin lugar a dudas, sufrió las horas más intensas de su existencia.
Con un arranque espectacular, se reproduce lo que decenas de veces se ha repetido en televisión, la imagen de Tejero irrumpiendo en la sala en la que se reunían todos los parlamentarios a la voz de quieto todo el mundo. Duras negociaciones entre poderes políticos, diplomáticos y militares, y un, quizá excesivo, acercamiento a la figura del Rey Don Juan Carlos y su entorno familiar rodean a toda la trama que se desarrolla durante las casi dos horas que dura el film.
Destacar el papel de Paco Tous como Tejero, genial retratando la furia de un oficial de la Guardia Civil que añora tiempos pasados. Un tremendo Juan Diego en el papel del General Armada, gran artífice ideológico y cabeza de mando del ejército en el año XX. También destacable Lluís Marcó dando vida a Jaime Milans del Bosch. Por su parte, Adolfo Suárez es encarnado por Ginés García Millán, a quien el guión no exige demasiado.
El resto de actores, siempre correctos, quedan relegados a un segundo plano, sucumbidos a la personalidad del personaje al que interpretan. XXX Fernando Cayo, acostumbrado a adoptar la identidad del Rey Juan Carlos, se muestra una vez más como un actor al que no se le puede negar el parecido físico con nuestro actual monarca, que además encaja a la perfección con las exigencias del guión.
Unos diálogos en ocasiones desquiciantes, por la excesiva cotidianeidad de sus palabras, conducen a una película que pierde interés con el progresivo avanzar del minutero, hasta llegar a un final que prometía ser espectacular, pero que ronda lo mundano.
Eso sí, genial ambientación y caracterización de todos y cada uno de los actores y figurantes, dejando entrever un buen trabajo documental en la trastienda. Como documento histórico, intenta retratar el avance de una situación que se caía por su propio peso y el decaer de ese espíritu nacional que movilizó a los cuerpos militares a intentar la toma de poder por la fuerza. Al final queda claro la marcada intención de ensalzar a los héroes del 23-F, bien conocidos por todos ya, por la cantidad de veces que han sido enmarcados para la posteridad en todos estos años.
En resumen, una buena película de entretenimiento, y nada más, que no profundiza demasiado y en la que, como pasa muchas veces, lo mejor se queda en la interpretación de gran parte de su reparto.
Es difícil juzgar esta película: Trata de hacer un retrato de unas horas que supusieron un acontecimiento que ha sido muy importante para la consolidación de la monarquía y de la democracia que tenemos, pero trabajos de investigación recientes la convierten en un instrumento de intoxicación porque la realidad parece fue muy diferente, sobre todo en cuanto a la génesis y finalidad del presunto golpe —más bien autogolpe— frustrado.
El 23-F fue un gran engaño colectivo que tuvo derivaciones positivas como la vacuna contra el golpismo y el aprecio popular por la democracia. Bien está lo que bien termina. ¿Lo dejamos ahí? Personalmente, no me conformo, pero no le quiero quitar la ilusión a nadie. Si todavía hay quién cree en los Reyes Magos. ¿Por qué no en otros?
¿Buenas interpretaciones? Creo que se ha hecho lo que se ha podido: es muy difícil
encontrar actores que se parezcan a los protagonistas reales, que sepan adaptarse a la personalidad de los mismos y que traten de extraer un dramatismo de su comportamiento en aquel episodio histórico. Hay algunos con los que simplemente se ha tirado la toalla: intentar reconocer a Landelino Lavilla, Rodríguez Sahagún, Fernando Castedo —que por cierto, no llevaba bigote— o el General Gabeiras —que era de una esbeltez insultante y se le representa fondón— es tarea vana. Los hay que con muy buena voluntad se les puede encontrar un aire remoto como Calvo-Sotelo, Felipe González o el Comandante Pardo Zancada. Y otros que se pueden dar por buenos, por las limitaciones de la empresa, como el propio Tejero, Milans del Bosch, Suárez o el Rey. Curiosamente hay actores casi sin frase que sí tienen un gran parecido con aquéllos a quien representan como los que interpretan al Coronel San Martín o al General Juste. Creo que Paco Tous hace un buen trabajo interpretativo, que nos devuelve la imagen de un hombre demasiado maniqueo, sensibilizado con las atrocidades del terrorismo, con mentalidad redentora y manipulado hasta que fue consciente de ello, sin que dejemos por ello de condenar el golpismo que encarna. Juan Diego sobreactúa y compone un personaje falso. Lluis Marco en el papel de Milans del Bosch, Mariano Venancio en el papel de Sabino Fernández Campo y Fernando Cayo en el del Rey hacen una labor aseada.
La ambientación tiene un mérito relativo al haber dispuesto de escenarios reales
y no ser éstos muchos.
Las escenas de gran dramatismo, con la excepción de la de los disparos en el hemiciclo, son casi todas falsas, pero con algo hay que rellenar la película. A destacar las conversaciones de Gª Carrés con Tejero, que se ajustan a lo sucedido. Obviando el del Rey —que ya dije que no comentaría—, el tratamiento de la actitud de Gabeiras que se despidió de Armada con un: A tus órdenes, Presidente , es de aurora boreal, aunque en la película queda muy aparente.
En definitiva, como decían los clásicos: Vae victis ( ¡Ay de los vencidos! ), aunque se creyesen con motivo portadores de la mejor baza.
La verdad es que no salgo de mi asombro al observar la puntuación tan modesta y algunas críticas inmisericordes hacia esta película así como su errante paso por nuestros cines.
A mí me ha gustado mucho y no sólo porque sea el primer largometraje que trate este capítulo tan convulso de nuestra democracia sino también porque describe con seriedad y rigor los hechos oficiales y conocidos que ocurrieron aquel día. Además, la película está bien dirigida, sin gazapos aparentes y con unas interpretaciones de relumbrón.
Pero claro, algunos usuarios parece que esperaban ver algo ajeno a la realidad y un derroche de acción sin límites. En definitiva, un espectáculo de masas.
Así que aquí expongo diversos desenlaces que entusiasmarían a todos esos críticos inconformistas:
1.El Rey muere envenenado por Sabino Fernández Campo con una pastilla de cianuro.
2.El teniente coronel Tejero se despega su bigote postizo de la cara (era un artículo de broma).
3.Felipe González y Alfonso Guerra eran dos impostores que realmente pertenecían a Falange Española, los cuales también planeaban dar un golpe de estado ese mismo día.
4.El príncipe Felipe le confiesa a su padre que de mayor quiere ser republicano.
5.El general Armada se quita su disfraz castrense y muestra su verdadera identidad: un elefante blanco.
6.Santiago Carrillo es tentado por una voz interior que le hace replantearse su ideología más profunda, así que se acerca a Tejero, le quita su tricornio, se lo pone y solicita el ingreso inmediato en la Benemérita.
7.Adolfo Suárez en un arrebato de heroísmo se quita la chaqueta, despliega una larga capa roja con dos S (Súper Suárez) y en un santiamén evacua a todos los diputados del congreso ante la mirada atónita de Tejero y sus acólitos.
8.Calvo-Sotelo ante los hechos acontecidos y la tensión reinante, se arrepiente de pedir el apoyo parlamentario a su nombramiento como presidente del gobierno y reconoce ahora que sólo le interesa ser presidente de la sociedad colombófila española (como mucho).
9.La reina Sofía le pide el divorcio al Rey Juan Carlos (y un billete de tren para Atenas).
10.Milans del Bosch ordena desplazar toda la división de tanques desde Valencia a Madrid para una vez allí bombardear sin piedad el Congreso de los Diputados (excepto los leones de bronce, es un ecologista convencido).
Y el final alternativo más impactante de todos: el Rey declara pública y solemnemente por televisión que él es el único y auténtico instigador del golpe de estado.
En definitiva, esta película sólo retrata de manera fiel y veraz aquel acontecimiento olvidándose de leyendas urbanas, conspiraciones judeo-masónicas e historias para no dormir.
De momento esto es lo único que sabemos y conocemos. Quizá todavía queda por saber algo mucho más sobrecogedor y eso sí podría dar para toda una saga pero hasta ese momento…
Pd. Sabino Fernández Campo huye en vuelo chárter a Honolulu donde le están esperando Marilyn Monroe, Adolf Hitler y Elvis Presley.