1917
Sinopsis de la película
En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman) reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake.
Detalles de la película
- Titulo Original: 1917
- Año: 2019
- Duración: 119
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Opinión de la crítica
Película
7.8
26 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adam Hugill
- Adrian Scarborough
- Andrew Scott
- Andy Apollo
- Anson Boon
- Benedict Cumberbatch
- Benjamin Adams
- Chris Walley
- Claire Duburcq
- Colin Firth
- Daniel Attwell
- Daniel Mays
- Dean-Charles Chapman
- Elliot Edusah
- Gabriel Akuwudike
- George MacKay
- Gerran Howell
- Jack Shalloo
- Jacob James Beswick
- Jamie Parker
- John Hollingworth
- Jonah Russell
- Jonny Lavelle
- Jos Slovick
- Josef Davies
- Justin Edwards
- Mark Strong
- Merlin Leonhardt
- Michael Jibson
- Michael Rouse
- Nabhaan Rizwan
- Paul Tinto
- Phil Cheadle
- Pip Carter
- Richard Dempsey
- Richard Madden
- Richard McCabe
- Robert Maaser
- Samson Cox-Vinell
- Spike Leighton
- Tommy French
- William Postlethwaite
Llevaba varios meses, esperando con ganas el estreno de la nueva película del gran Sam Mendes. Un director, que creo que no se le escapa a nadie, tiene un talento brutal. Con películas anteriores magnificas, como Revolutionary Road, de mis favoritas, o Skyfall y la ya mítica American Beauty.
La cuestión, es que con 1917 se nos planteaba algo muy interesante. Una película bélica para la que la gran novedad sería el uso total y continuo de un plano secuencia durante todo el metraje. Muy curioso sobre el papel, pero con sus problemas como comentare más adelante.
Los puntos fuertes de la película son varios, pero si hay que definir con una palabra a 1917 es INMERSIÓN. La brutal capacidad de Mendes para introducirnos en una guerra sin tapujos es algo que le da mucha fuerza al conjunto. La película se nutre de situaciones tensas y muy trabajadas por el director propias de un conflicto así. Con un sonido de Oscar, una autentica pasada que nos hace sentir cada bala y explosión como si estuviera pasando enfrente de nosotros. Es una experiencia total, en ese sentido no hay nada que discutir.
Ahora, es cuando entro a la parte espinosa que muchos querrán esquivar. Para mí lo más importante en una película, y con diferencia, es el guion. Es el centro de todo, lo que decide si vale la pena perder 2-3 horas de tu tiempo. Bien, pues 1917, en ese sentido, me ha decepcionado profundamente.
La historia no va a ningún lado, es simple, llegar del punto A al punto B. Es una mera excusa para el lucimiento técnico de la película, porque realmente, no se nos cuenta demasiado. De hecho, es resumible en un par de frases. En ningún momento hay sorpresas, o un buen desarrollo de personajes.
Te importa lo que les pasa por lo impactante del conjunto, pero nunca tienes un lazo emocional lo suficientemente fuerte como para que lo que ocurra te importe de verdad. Mendes intenta con todas sus fuerzas desarrollar a los personajes, pero no lo consigue, de hecho, el protagonista, se siente bastante distante y podría ser sustituido por cualquier otro soldado. Daria lo mismo.
Es por ello, que mientras veía la película me preguntaba, hasta qué punto era necesario el uso del plano secuencia. Si, la película en su forma es magnífica, es un 10. Pero he acabado pensando, que, en su fondo, el recurso del plano secuencia ha jugado en su contra, concretamente en contra del guion. Puesto que escribir un guion para una película en un constante plano secuencia limita mucho las posibilidades de crear una historia más emocionante.
Se puede decir, que la verdadera guerra, se libra entre la impecable forma de la película y su vacío fondo. Una cosa se come a la otra. A partir de ahí, que cada uno decida que valora más. Para mí, el resultado es muy mixto.
Digamoslo ya: el guion de esta película es un desastre. A parte de un arranque espectacular, toda la parte central no tienen ritmo. Las virguerias técnicas no pueden lastrar toda una película. Si el viaje de los dos soldados es el argumento de la película, no puede ser que durante más de una hora siempre veamos lo mismo y, cuando pasa algo, tenga tan poca lógica. Algunas escenas, que comentaré en el spoiler, són francamente irritantes. Al final uno se harta de esperar que el soldado llegue de una vez. ¿Y para qué? Para llegar a un final decepcionante, despachado con un par de frases más o menos ingeniosas.
La música, francamente, también deja mucho que desear y algunos subrayados (a base de aumentar el volumen cómo para avisar: ojo, que ahora va a pasar algo ) són absolutamente innecesarios.
Pensaba que Sam Mendes era un director muy sobrevalorado hasta que he saboreado esta película rodada en plano secuencia entera. Vale, hay truco con algún fundido a negro, pero da igual. Aunque en pleno siglo XXI es posible hacerlo todo en el cine, y esto tiene menos mérito que cuando Hitchcock hizo su soga con James Stewart, ello no quita que como cinéfilo, disfrute extraordinariamente de esta técnica cinematográfica.
Gracias a esta forma de rodar, estamos hombro con hombro con estos soldados en su épica peregrinación bélica. Lo único que tienen que hacer es ir del punto A al punto B, pero por el camino pasa de todo. Y Mendes lo hace tan bien, que nos mete en la película como pocos son capaces de hacer.
Además, la intensidad de la historia es fuerte. El género bélico permite disfrutar del cine de forma proporcional a lo mal que lo pasan los personajes. En este sentido, 1917 puede codearse perfectamente con el soldado Ryan y otros grandes clásicos como Apocalypse now. Puede que las secuencias de guerra pura no sean las más espectaculares de la historia, pero el conjunto, que no deja de lado tampoco el estilo particular de Sam Mendes, es francamente satisfactorio.
El cineasta tiene tiempo de contarnos una aventura que puede gustar a espectadores casuales, pero también de explayarse en una fotografía impecable, que es pura poesía visual. Curiosamente los momentos de mayor impacto en esta línea, son los más tranquilos y silenciosos. Aunque también hay otros dignos de estudiarse en escuela de cine, como por ejemplo la escena nocturna iluminada con bengalas.
El otro gran pilar de esta maravilla lo forman sus actores, especialmente el protagonista, el casi desconocido George MacKay, que claramente va a dejar de serlo para labrarse un gran futuro, si no tiene muy mala suerte. Su interpretación es descomunal, y a la altura de las circunstancias de tener una cámara que prácticamente no deja de seguirle en todo el metraje.
Quizás peca Mendes en algunos tiempos muertos, donde se le va la mano con los silencios y a veces se llega a romper totalmente la tensión, como por ejemplo con esa canción religiosa o en algún otro cierto momento más. Tampoco me ha parecido gran cosa la banda sonora original. Pero eso son fallos muy menores dentro de una película excelente.
La película está bien porque te introduce en el contexto histórico de la primera guerra mundial y la vida de las trincheras. Aparte, está rodada de forma espectacular con un plano de secuencia único. Por otro lado, hay muchos aspectos del guión que cuesta mucho creer. Añadidos sin sentido que hace que no te creas la película y que, en muchos casos, ni siquiera cumplen una función.
En conclusión, no te vas a aburrir ni arrepentir de verla. Pero ya está. Y si eres de los que necesitan creerse el guión, ánimo.
Sin duda una de las películas de este año será 1917, alabada por el público, defendida por la crítica y que sin duda recibirá premios. Su estreno en España se produce cuando acaba de recibir los Globos de oro más destacados, película y director, las nominaciones para los Bafta y la semana que viene se conocerán las candidaturas a los Oscars. Ha sido estrenada en el momento apropiado, con muchas copias, por lo que suponemos que amortizará los cien millones de dólares que ha costado, es más, se convertirá en un éxito rentable.
Y es que 1917 es quizás la película más ambiciosa de Sam Mendes, el cual también se ha involucrado en la producción y en su guión, por primera vez. A nivel técnico la película es perfecta. Rodada espectacularmente con todos los medios posibles, los ha aprovechado al máximo, brindando a Roger Deakins una oportunidad maravillosa para que, tras más de una docena de veces nominado, alcance por segunda vez el Oscar. Es un trabajo asombroso, jugando con una cantidad cromática, tanto en interiores como exteriores, de una calidad extrema. Su montaje, que corre a cargo de Lee Smith, su sonido, sus efectos especiales… todo está medido y con el fin de deslumbrar al espectador. Y sin duda lo consigue con creces.
Esta virguería audiovisual, a la que hay que sumar uno de los mejores trabajos de Thomas Newman en la banda sonora, no es nueva. Hace poco tuvo uno de sus máximos exponentes con González Iñárritu en Birdman y El renacido y Mendes ha seguido sus pasos. Lo que hay que decir a su favor es que si 1917 no hubiera sido rodada como lo ha hecho Mendes, y eso que no notamos los cortes, muy probablemente sería una película del montón, porque lo importante ya no es lo que cuenta, y por eso su guión se resiente, sino cómo lo ha decidido contar.
Por ello no hablamos de cine de autor, sino de un cine muy bien realizado, porque Mendes, también director de teatro, conjuga muy bien lo que es técnica y dirección de actores.
No quiero hacer comparaciones, pero estas trincheras me evocaban a Senderos de gloria y mientras el film de Kubrick sigue siendo una auténtica barbaridad, un clásico rotundo, 1917 permanece detrás suya. También ha habido evocaciones subjetivas a Largo domingo de noviazgo y otras más objetivas al Tarkovski de La infancia de Iván, por ejemplo, con esas arboledas que llegan a tener presencia destacada, pareciendo más una película del este que británica.
El rodarlo de una tacada es algo que Hitchcock, con cierta trampa por limitaciones de la época, hizo con La soga, y luego siguieron varios, aunque sospecho que esta obsesión artística proviene de El arca rusa, una auténtica pasada sin trampa de Aleksandr Sokurov, un señor que sí hace cine de autor y que poco a poco, este título concretamente, con el paso del tiempo adquiere más adeptos al que muchos intentan emular.
No podemos concluir sin hacer mención en varios apartados: su reparto, sobre todo por Dean- Charles Chapman y, por supuesto a George MacCay, protagonistas absolutos que cargan el peso del film con gran profesionalidad. Su dirección artística, todo un esfuerzo y acierto a la hora de ambientarla, y el maquillaje, muy cuidado y que el espectador parece que ni se da ni cuenta al estar absorto.
1917 es una película para ver y disfrutar en una buena sala de cine para poder apreciarla en toda su magnitud. Porque hayamos detallado ciertos peros, y volvemos a lo que hemos dicho al principio, se trata de todo un espectáculo audiovisual poco frecuente de ver y en el que, otro acierto, las ideologías y patriotismos de cuarta han quedado en un segundo plano, narrando lo que es una historia de supervivencia, con secuencias que aún permanecen en nuestro recuerdo y que se ven con el corazón en un puño, lo cual no es poco. Por ello Mendes se convierte con 1917 en uno de los favoritos para dar el campanazo en los Oscars y en la taquilla mundial. Y falta hace, sobre todo porque animaría a los productores a hacer un tipo de cine que cada vez parece más olvidado, un cine adulto que se aleja de los productos chiclosos con los que nos bombardean para que perdamos el poco gusto que nos quede.