13 fantasmas
Sinopsis de la película
Arthur y sus dos hijos acaban de heredar una mansión de un tío lejano. Como Arthur está arruinado, la familia se traslada a la casa, donde descubren el terrible secreto que oculta la herencia: entre las paredes de cristal se encuentran encerrados 13 fantasmas. Atrapados en una carrera infernal por salvar sus vidas, se dan cuenta que la propia mansión es un engima cuya solución es la clave de la que depende su salvación.
Detalles de la película
- Titulo Original: Thirteen Ghosts aka
- Año: 2001
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
4.5
93 valoraciones en total
Adaptación de homónima película de los años 60 en la que los miembros de una familia se quedan atrapados en una casa con 12 fantasmas que buscan un décimotercer fantasma.
Lo primero que hay que recalcar es que esta película no es de terror: tal vez de aventuras, pero de terror no. Una vez dicho esto, podemos empezar a valorarla. El argumento tiene bastante tirón y visualmente es bastante espectácular. El problema que tiene la película es que no se han cuidado muchos aspectos que si se hubieran cuidado las críticas no serían tan nefastas. Para empezar se echa de menos un mayor protagonismo de los fantasmas, también se podrían haber hecho unos diálogos menos efectistas y más serios, además de eliminar el personaje bufón (la chacha), haber contratado mejores actores, y eliminar las incoherencias argumentales.
Por el resto, es una película entretenida y muy original que cumple a la perfección su cometido. (Siempre y cuando no te esperes una película de terror).
Los cinco primeros minutos aún tienen algo de interés, pero a partir de ahí se suceden las incongruencias una tras otra, comenzando por eso de la casa hecha toda ella de vidrio, hasta acabar en el mecanismo imposible a cuyo interior saltan sin sufrir un rasguño. Penosa de verdad, es otra muestra de la lenta pero inexorable muerte del cine de terror, al que nadie se atreve a enterrar, pero con cuyo cadáver no dejan de perpetrar porquerías como ésta.
Me encantan las pelis de terror pero ésta en particular me decepcionó bastante, menos mal que dura una hora y media justa. De los actores, poco que decir, Matthew Lillard es insoportable, Shannon Elisabeth ( vista en películas como American Pie ) no está mal del todo, al igual que Embeth Davidtz. La niñera negra pone la nota cómica. Lo que no entiendo es qué hace un actor como F. Murray Abraham aquí.
Beck es su nombre, director de esta peli que sin llegar a ser espantosa todo el tiempo huele a podrido, a algo visto, a argumento refritado, a remake bastarda, a humor barato poco efectivo, a terror flashero con estética video clipera, a combinación brutal de diversas obras ya vistas.
Los protas son herederos de la enorme fortuna de un hombre que resalta por su sadismo y por su tendencia a la experimentación con humanos. Deben ir a su casa, ahora es la de ellos, para dar un vistazo…la casa está embrujada, se me ocurre citar La Maldición. La casa es un complejo sistema de puertas que se abren, pasadizos secretos que se pliegan y quizás sin saberlo has quedado del lado equivocado, cada metamorfosis de la casa puede ser tu última sorpresa en vida, una trampa cada cinco pasos: me viene a la mente El Cubo. En dicha casa hay fantasmas, el maquillaje y la estética de los mismos, como así también la puesta en escena es de un enorme mal gusto, salvo algunos pasadizos siempre mal aprovechados por un ritmo acelerado pero lleno de cortes de plano que confunden el visionado. Hay fantasmas, ya lo he dicho, pero son puestos a prueba, como asi también ellos ponen a prueba: son los pasajes de humor rústico que ofrece esta obra y que ya se había visto en las deliciosas entregas de Los Cazafantasmas.
Combinar y combinar parece el lema de esta obra, combinar mal, pero no dejar de hacerlo. El resultado final está a una nariz de generar verguenza ajena.
La productora Dark Castle, tan batalladora a comienzos de siglo, se daba un batacazo importante, en cuanto a calidad, con esta revisión de la película dirigida por William Castle en 1960. El encargado de dirigir el proyecto iba a ser Steve Beck, en base a un guión que levantaba altas expectativas para los amantes del género.
Tiene un planteamiento, sobre el papel, atractivo. Pero no es más que eso, humo. A la hora de la verdad, la película no arranca. Las promesas se esfuman, quedando así el aburrimiento derivado de una trama vacía, hueca y tonta. Más allá del crónico lucimiento de los 12 (o 13) fantasmas, mostrando un buen trabajo de maquillaje (lo mejor del film), la película no posee nada. No cautiva, no asusta y tampoco entretiene. Hace aguas por todos los costados.
En fin, no desperdicien su tiempo (ni siquiera para desconectar) con esta infame película. Suele ocurrir con este tipo de cintas que las campañas publicitarias que las acompañan superan en calidad a las mismas. Con un trailer chulo, un buen póster y una sipnosis más elaborada que el propio guión, 13 fantasmas conseguía salvarse del esperpento en las taquillas. Sin embargo, no pasará a la historia del cine de terror.