1280 almas
Sinopsis de la película
Adaptación de la conocidísima novela negra 1280 Almas de Jim Thompson. La historia se desarrolla en el África Colonial Francesa en 1938, inmediatamente antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Cuenta las andanzas del jefe de policía de un miserable poblado al que nadie toma en serio. Un día decide tomarse la justicia por su mano.
Detalles de la película
- Titulo Original: Coup de torchon
- Año: 1981
- Duración: 128
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Opinión de la crítica
Película
6.4
78 valoraciones en total
Feliz adaptación del propio Tavernier de la novela de Jim Thompson, pasando la trama de los sureños y racistas pueblos USA (el título se refiere al número de pobladores de Pottsville, sin contar los negros, por supuesto) a una colonia francesa situada en África, poco antes de estallar la 2ª Guerra Mundial.
El director francés recoge perfectamente el espíritu burlón, rebelde y triste de un escritor inmerso siempre en la polémica y la persecución por sus ideas diferentes y el auge del conservadurismo (Caza de brujas) que convirtió el sueño americano en una auténtica pesadilla. Bien es cierto que el personaje central pasa de ser un sheriff psicópata y poco escrupuloso a un jefe de policía que esconde afanes justicieros bajo un disfraz de lerdo, cornudo y corrupto.
El humor negro que destila esta extraña y sugerente entrega de un generoso, y hasta bondadoso, asesino en serie empeñado en no perder su puesto de trabajo, ayuda para sentir profunda empatía respecto al proceder final de quien mantiene en público que lo importante es no complicarse la vida, no actuar, y si alguna vez hay que meter a alguien en chirona que sea un pez chico y nada peligroso.
El embrutecimiento del alma humana en circunstancias adversas, tema típico de Tavernier, aparece aquí suavizado mediante dos arriesgados procedimientos:
Por un lado los personajes son casi todos caricaturescos y antipáticos, lográndose una desdramatización de los terribles hechos.
Por otro lado, el verdadero drama sufrido por el protagonista ya ha tenido lugar antes de empezar: el pisoteo de un alma noble y culta en medio de un estercolero humano, sus lágrimas de rabia e impotencia, son ya cosas del pasado, no vistas ni sufridas por el espectador. Lo que se nos muestra son las consecuencias del drama eludido, el viraje hacia la locura entremezclada con una profiláctica indiferencia por parte de un Philippe Noiret magnífico (casi un oso amoroso al que dan ganas de abrazar pese a convertirse en un asesino en serie).
La música del gran Philippe Sarde (algo burlesca, algo inquietante) se acopla muy bien al tono de la película, jocoso pero teniendo presente que se está hablando de cosas tremendas.
Dicho tono chistoso puede hacer parecer que estamos ante una película poco sutil, una obra menor del autor, pero no hay que dejarse engañar por la apariencia: la manera de actuar del simple y bobalicón protagonista es cualquier cosa menos simple, su proceder es retorcido y avispado. Además Tavernier nos regala sus virtuosos travellings, que le otorgan gran dinamismo a la narración.
El fallo (menor y pasable) es que ciertas cosas sobrevienen de forma demasiado favorable para el antihéroe, como si todo se confabulase para que sus planes salgan perfectos.
Por último, recomiendo vehementemente evitar la versión doblada. No es que sea un forofo radical de la V.O., pero este doblaje es realmente destructor, y me atrevería a decir que la nota de esta película está perjudicada por ese doblaje infernal (ahora mismo tiene un punto más en el Imdb ).
351/07(11/12/11) Fallida Adaptación de la magnífica novela homónima de Jim Thompson, el realizador y guionista galo Bertrand Tavernier no le encuentra el pulso en ningún momento al relato, está dsequilibrada, nos sabe si está haciendo una comedia negra o un drama filosófico. Gira en torno a Lucien Cordier (perdido Philip Noiret), el jefe de policía de una tranquila aldea en Senegal, Bourkassa que es una colonia de Francia, la acción transcurre en 1938, en la historia revuelan los vientos de guerra provenientes de Europa, en la aldea el estatus social está muy marcado, los negros son de tercera clase, el racismo es lo lógico, y de segunda clase son las mujeres al que se las puede apalear por la calle, Lucien es en apariencia un bonachón del que todo el mundo se ríe y abusa, vive con su marujona esposa y el hermano de esta, pero en realidad Lucien es un tipo violento, vengativo y sibilino que no duda en asesinar al que se cruza en su camino de lujuria y dinero. Tavernier la cuenta de modo irregular, no sabemos nunca a lo que juega, su reflexión sobre el poder, los abusos, la amoralidad, la relativización del asesinato, me llega a trompicones, no te crees a personaje alguno, todos están exagerados, todos los secundarios se mueven entre el histerismo y la idiotez, el hermano de la esposa de Lucien es claro ejemplo, en la novela se sugiere que es retrasado y aquí solo es un pícaro que parece salido de un film de Luis de Funes. El desarrollo de la trama es confuso y te cuesta engancharte, quiere ser fiel al libro contando lo más posible y se equivoca, no es lo mismo el timing literario que el fílmico, debería haber sido más corto su metraje para quie lo que quiere contar llegara más limpio y no tan borroso y deslavazado. La puesta en escena es de lo mejor de la película, nos traslada aun evocador universo, yo diría que idealizado, un delicioso retrato costumbrista, con algún momento hermoso como la secuencia nocturna de la proyección cinematográfica, la composición de principio a fin es lo mejor de esta obra. He leído la novela y quizás uno de los fallos está en el traslado de un año indeterminado en Pottsville en Carolina del Norte al Senegal, pretende cambiar el tono atemporal y universal del relato para enmarcarlo en un contexto colonial y en preguerra con lo que el espíritu de Thompson es prostituido, su velada crítica a la sociedad en general por su hipocresía es el estilo del de Oklahoma, este es seco y distante, mientras Tavernier lo edulcora todo con personajes blanditos que chirrían, Empezando por un Philip Noiret que me resulta forzado, lo encuentro desubicado, como sin saber qué cara poner es por ello que siempre pone la misma, un rostro neutro que nada transmite, no emite el carisma árido necesario. Fuerza y honor!!!
Retrato de un personaje extraño, un policía francés de colonias aparentemente bonachón, que es objeto de burla y hasta de escarnio de su mujer y vecinos, en un ambiente sórdido y racista en la Africa francesa de 1938. Su filosofía de la vida es de laissez faire a todos los abominables individuos que chulean a las prostitutas o pegan a su mujer, hasta que de pronto y como si lo anterior fuera fingido, se convierte en terrible justiciero y ejecuta fríamente a todos los que se burlaban de su persona.
La película comienza con una escena de una gran fuerza, apuntalada por una música vibrante, rítmica y dramática, casi lo mejor de la cinta, en que nuestro hombre contempla con emotividad y compasión un grupo de niños africanos comiendo algo parecido a insectos o larvas del suelo en la sabana africana y que cuando se levanta el frío, enciende una hoguera para que se cobijen mientras se aleja sin perder esa mirada de desolación y tristeza sobre ellos.
El realizador francés Bertrand Tavernier acometía en esta ocasión la tarea de adaptar una de las mejores novelas escritas por Jim Thompson, escritor adscrito al género de la novela negra. La adaptación por parte de Tavernier de esta novela tenía un doble reto. Por un lado, tenemos a un protagonista con el que es difícil identificarse, al mismo tiempo que para llegar a entender sus motivaciones, la novela contenía mucha introspección psicológica. Por el otro, la trama estaba muy localizada geográficamente.
Tavernier, consciente de la dificultad de adaptar fielmente la obra de Thompson, intentó captar las partes esenciales de la novela para llevarlo a su terreno. De esta forma, el primer cambio sustancial lo encontramos en el entorno. El realizador francés ambienta la trama en una colonia francesa en el Africa occidental en los años previos al estallido de la II Guerra Mundial, un lugar donde se resalta de forma manifiesta y evidente las enormes diferencias entre blancos y negros, donde impera la ley del más fuerte y donde administra la ley (por decirlo de alguna forma) el sheriff Lucien Cordier (Phillip Noiret) un tipo de aspecto bonachón, del que incluso sus propios compatriotas se burlan, puesto que ni siquiera es capaz de poner orden en su propia casa. Sin embargo, bajo esa apariencia inofensiva, se esconde una mente oscura y retorcida.
La segunda diferencia que podemos observar es que el realizador elude la introspección del protagonista, optando por tomarse distancias con respecto al protagonista. De alguna forma, la elección de trasladar la acción a un rincón prácticamente olvidado de África no es gratuita. Tavernier parece querer defender la tesis que en determinados ambientes y circunstancias, extremas las connotaciones más negativas del ser humano puede aflorar a la superficie.
El film, está claramente dividido en dos partes. Durante el primer tramo asistimos a las contínuas burlas y vejaciones a que se ve sometido el bonachón de Cordier en el desempeño de mantener la ley en una población tremandamente pobre y atacada por la disentería. En la segunda parte, veremos como la apariencia de Cordier es mera fachada, y en cierto modo se irá cobrando venganza de todos los que se estaban burlando de él. Quizás el principal problema que presenta el film es la excesiva distancia que se toma Tavernier para retratar al protagonista. No acabamos de entender sus motivaciones. Es posible que Tavernier quiera hablarnos de la degradación del alma humana en determinados ambientes, y el hecho de contar lo cuenta cuando está la vuelta de la esquina el gran conflicto bélico que durará hasta 1945, parece querer decirnos que es algo que llevamos dentro de nosotros.
Pese a los intentos por parte de Tavernier, la adaptación no acaba de ser totalmente satisfactoria. Hay buenos aciertos, eso es indudable, pero de forma consciente se acaba alejando del espíritu nihilista de Thompson para impregnarlo de un naturalismo muy del gusto francés.