091, policía al habla
Sinopsis de la película
Un inspector de policía (Marsillach) hace el servicio nocturno desde un coche patrulla que atiende las llamadas de urgencia. Una idea le obsesiona: la muerte de su hija atropellada por un coche que se dio a la fuga. Cuando el coche es localizado, el inspector va personalmente a detener al conductor.
Detalles de la película
- Titulo Original: 091, policía al habla
- Año: 1960
- Duración: 91
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargarte una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
5.7
53 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adolfo Marsillach
- Agustín González
- Ana Castor
- Ángel de Andrés
- Antonio Casas
- Antonio Ferrandis
- Asunción Balaguer
- Francisco Cornet
- Gracita Morales
- Irene Gutiérrez Caba
- Javier Fleta
- José Luis López Vázquez
- Julia Gutiérrez Caba
- Luis Peña
- Manolo Gómez Bur
- Manuel Alexandre
- Mara Laso
- María Luisa Merlo
- Pilar Cano
- Susana Campos
- Tony Leblanc
Muy estimable cinta policíaca española de 1.960. Con una estructura de historias diversas que giran en torno a una comisaría de Madrid en dicha época nos encontramos ante un film mucho más que encomiable, muy bien rodado y tratando con mucha asepsia la labor de una comisaria nacional en aquellos años.
La dirección de José María Forqué es sobria y eficaz, hay que tener en cuenta que el género policiaco y de acción lo trató muy bien en algunas películas como De espaldas a la puerta ó Un hecho violento .
En lo que concierne a este film, hay que volver a destacar lo bien tratado que está tanto a nivel cinematográfico y de narrativa al igual que como ya he dicho antes a nivel de asepsia con un toque naturalista bastante eficaz.
Dentro del cine español de la época e incluso un poco con respecto a otras cinematografías cabe destacar como se adelanta a una especie de sub-género como pueden ser los films que tratan varias historias más ó menos entrelazadas como es aquí el caso, saliendo esta película bastante airosa en ese aspecto.
También sirve a su vez como un cierto fresco del Madrid de aquella época.
Tampoco cae en sentimentalismos baratos ni en paternalismos como podría haber sucedido dado algunas de las escenas y situaciones que se dan.
A nivel interpretativo la película funciona bastante bien, todos los actores estan muy sobrios y aportan mucha credibilidad a sus papeles, en especial Adolfo Marsillach y López Vázquez en sus respectivos papeles de comisario y ayudante. Curiosamente Tony Leblanc realiza un trabajo muy parecido al que había hecho y hará posteriormente en otros films ( un pequeño estafador gracioso aunque aquí bastante sobrio dadas las características de la historia ).
En resumidas cuentas, interesante y estimable cinta, muy bien tratada y muy bien ambientada, con una sobria y efectiva fotografía acompañada también en algunos momentos por ciertos toques musicales de tipo jazzístico muy acordes para esta clase de films.
Muy digna y recomendable.
Un saludo, efelson
Una película con una gran atmósfera. Forqué es buen director y la fotografía y la música ayudan. Leblanc se come al resto de intérpretes. Vaya monstruo.
Va siendo hora de revindicar el cine de género español. Hay joyas como los Ojos dejan huella o los Peces Rojos, y también películas medias muy buenas como ésta.
Historias diferentes que confluyen en el inspector encarnado por Adolfo Marsillach, atormentado por la muerte de su hija.
La elección de las historias es un abanico que va de situaciones agónicas al humor, humor llevado aquí de la mano del señor Leblanc y del señor Gómez Bur, especialistas en el género y que de esta manera sitúa a la primera al espectador.
Un pasaje meritorio digno de mencionar es el padre yendo y viniendo en la soledad de la noche, una sombra desesperada en medio del descampado en unas escenas siempre emocionantes.
El 091 muestra una atención diversa en su ámbito territorial en un episodio perfectamente medido y explicado.
También se alude de modo algo moralista a lo que antes era el quedarse de Rodríguez , o sea, sin la familia. Una situación en la que no debe caber la juerga sin sus justas consecuencias. Del mismo modo podemos echarnos las manos a la cabeza ante la agresividad que mostraba el cabeza de familia y la aparente pasividad social que existía sobre este punto. Por eso el episodio del padre que abraza a la hija en la comisaría ante el aviso que le da el inspector, es un punto que te va a emocionar.
Una buena película de una extinta policía que intimidaba con sólo enseñar la chapa tras la solapa de la chaqueta, inevitablemente incluye su apartado de acción a tiros contra desalmados ladrones a punta de pistola, en este caso sin contemplaciones ante el delincuente.
Nueva incursión de Forqué en las temáticas policiacas siguiendo la inercia de la inmediatamente anterior De espaldas a la puerta , si bien en este caso el modelo de referencia es el police procedural americano, más que el suspense clásico.
El mismo prólogo nos anticipa ya el posterior desarrollo de los acontecimientos, de un lado, una tragedia inicial que afecta al protagonista, el inspector Martín, hasta el punto de amenazar con destruir su matrimonio y a él mismo, consumido por el deseo de venganza. Por otra parte, la rutina nocturna de los coches patrulla de la policía, enfrentados a casos de la más diversa índole. Así, aunque ambas líneas argumentales acaben por confluir (de manera un tanto rebuscada), la narración es inevitablemente episódica, lo que lastra un tanto el resultado final.
La suma de historias que se nos propone, y cuyo único nexo de unión es la intervención en las mismas del coche patrulla Z-10, a cargo del mencionado inspector, alterna el drama con el humor, mostrándonos unas veces las andanzas de unos simpáticos ladrones, y otras, atracos, accidentes, intentos de violación, etc. Así, la ronda de los agentes traza un curioso retrato del Madrid nocturno, revelando su cara oculta y menos decorosa, si bien hoy algunas de las situaciones consideradas embarazosas no lo serían tanto. De todas estas historias la mejor es la de los dos ladronzuelos, soberbiamente encarnados por Tony Leblanc y Manolo Gómez Bur, que resulta muy cómica, en la línea de la clásica picaresca española. El cierre de la película es el único momento de pura acción de la misma, bien localizado en el aeropuerto, y enlaza con el drama iniciado en el prólogo, otorgándole una conclusión un tanto forzada, aunque del todo esperable por parte del espectador.
La realización es correcta, del mismo modo que la fotografía, a cargo de Mariné, sin embargo el guión (cuyos mejores momentos son los cómicos, claramente superiores a los dramáticos), es víctima de esa suma de historias tan dispares, que más allá de lo afortunadas o pertinentes que resulten por si solas, distraen del drama inicial, que luego es retomado un tanto apresuradamente. El reparto es extenso y fantástico, contando con varios de los mejores intérpretes del cine español, lo que garantiza la credibilidad de sus personajes, y la música -con la salvedad de un fragmento flamenco- sigue el estilo estadounidense, recurriendo al jazz.
Por tanto, una entretenida película que tal vez hubiera podido aspirar a más, pero que en todo caso resulta correcta e interesante.
El Género policiaco no fue uno de los más abundantes durante el régimen franquista, pero lo cierto es que de tanto en tanto se iban presentando películas interesantes, caso de 091: Policía al Habla (091: Policía al Habla, 1960) una película dirigida por el incombustible José Maria Forqué.
091: Policía al Habla es una película que parece tomar muchas influencias del cine negro clásico de Hollywod. Más en concreto, una referencia que parece inexcusable es la de The Naked City (La ciudad desnuda, 1948) de Jules Dassin. En ambas películas, los protagonistas son policías que patrullan las calles de la metrópoli, y además, hay una Voz en off que trata de ensalzarnos las virtudes de estos ejecutores de la ley, y que a la vez describen la manera en cómo trabajan. Bien es cierto, que quizá en la película de Forqué no podamos hablar exactamente de una voz en off, aunque hay una substitución bastante evidente entre esta y la de los policías que retransmiten ordenes por el transmisor, y que al fin y al cabo cumplen la misma función que una voz en off. En definitiva, tanto la película de Dassin como la de Forqué tienen la intención de realizar una panorámica sobre los actos cotidianos de estos protagonistas, una mirada hacía las partes más oscuras de la ciudad.
El filme empieza planteando un argumento lineal. Adolfo Marsillach interpreta a nuestro protagonista principal, un policía joven que lo da todo por el cuerpo (como veremos más adelante, la película ensalza bastante el cuerpo de policía, desde unas posicionas que son totalmente idealistas). Sin embargo, a las primeras de cambio, un coche de conductor desconocido atropella a su hija dándose a la fuga. En un primer momento puede darnos la sensación de que se va a presentar una trama de venganza en la que veremos a nuestro protagonista perseguir al culpable durante todo el metraje, pero lo cierto es que Forqué opta por una estructura muy diferente.
091: Polícia al habla es una película que deambula por Madrid. No hay una línea argumental clara y concisa, sino que la película se entretiene en diversos episodios, aunque tampoco es una película que podamos definir como episódica, porque tampoco hay unos nexos claros que nos hagan ver las diferencias entre los diversos grupos de escenas, y además durante toda la película puede verse el intento de nuestro protagonista por conseguir justicia aunque sea en una línea narrativa un tanto endeble. El filme de Forqué aúna pues todo tipo de tonos, desde la comedia, drama hasta el thriller, pasando por el cine negro.
Así pues, nos encontramos con diversos ejes narrativos. Uno de ellos es la historia de dos ladrones de poca monta, que se dedican a hacer atracos con tal de poder sobrevivir. Aquí es donde la vis cómica se hace más patente, con una historia inofensiva que consigue sacar alguna sonrisa en el espectador. Forqué no es demasiado crítico con este par de ladronzuelos, sino que más bien parece compadecerse de ellos, e incluso retratarlos con cierta gracia.
Otro de los ejes narrativos lo encontramos en el accidente de tráfico que provocan unos alcohólicos al ir de fiesta durante la noche. La película entonces se sirve del recurso del Flashback para contarnos la historia de cómo llegaron esos personajes a esa situación, y lo cierto es que el recurso trata de demostrar una madurez narrativa, aunque los resultados son insatisfactorios.
Es también interesante, ver la manera en como Forqué presenta la noche Madrileña. No la ensalza precisamente, sino que la muestra como algo ciertamente peligrosa. A lo largo de la película somos testigos de todo tipo de acciones violentas y criminales, desde hurtos, atropellos, accidentes automovilísticos…. En contraposición a este desorden, que viene tanto del exceso de algunas personas (caso del hombre que decide pasar de su mujer para irse a buscar chicas más jóvenes o de los muchachos que deciden dejarse llevar por los instintos) como de los malhechores, se nos presenta la policía, un grupo más o menos homogéneo (a excepción del personaje semi cómico que interpreta José Luis López Vázquez) que son los Buenos. No hay crítica de Forqué a uno de los brazos armados del franquismo, como fue el sistema represivo de la policía, sino todo lo contrario. Tal y como lo presenta la película, la policía es la solución a un problema irresoluble. De todas maneras si podemos ver algún elemento innovador y no contagiado de propaganda, como es la propia Noche, que ya muestra un escenario muy lejos del optimismo, sino más bien cercano a la decadencia.
https://neokunst.wordpress.com/2015/05/07/091-policia-al-habla-1960/