Woman
Sinopsis de la película
Documental que nos lleva por todos los rincones del mundo para conocer el retrato íntimo de miles de mujeres con diferentes caminos de vida, modelados por su cultura, su fe o su historia familiar. Basado en encuentros en primera persona, el proyecto aborda temas como la maternidad, la educación, el matrimonio, la independencia económica, la menstruación o la sexualidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Woman
- Año: 2019
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
6.4
28 valoraciones en total
Documental tipo confesiones en primer plano aderezado con imágenes de estética sorprendente. Contrastadas opiniones de diferentes mujeres de muy diferentes culturas y contextos, sobre distintas problemáticas femeninas universales sin complacencias ni paternalismos.
*Mujer libre
Definir el concepto de mujer en la actualidad se aleja de la imagen arcaica de la feminidad de antaño. Por lo cual, se vive una evolución muy positiva en la sociedad, donde cada vez se ven mejoras fundamentales para encontrar el bienestar de las mujeres alrededor del mundo. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Anastasia Mikova y Yann Arthus-Bertrand han sido los encargados de realizar la película Woman, un proyecto en el que han participado dos mil mujeres, para dar voz a sus realidades y sus perspectivas de vida. Lejos de ser un documental donde se ensalza la figura de la mujer, se debate sobre temas imprescindibles para la sociedad, como el trabajo, el carácter, los cuerpos, la violencia… Lo más interesante es ver la gran variedad que alza su voz, y expresa sin tapujos su opinión sobre lo que se aborda en cada parte del film.
Hay verdaderas declaraciones en las que el espectador no puede evitar emocionarse, ya que, el documental, su mayor virtud es la sinceridad que contiene en ella. Las lágrimas y esa desnudez emocional impregnan la calidad del relato, que culmina con una gran humanidad en su conjunto. En tiempos actuales, donde todavía la lucha sigue en activo, es importante visionar este tipo de producciones. La razón es que hay una mirada que permite que cada una de sus protagonistas sea la que elige cómo quiere definirse. Gracias a ello, la reflexión y el aprendizaje que se obtiene de sus palabras es un acierto que completa absolutamente el sentido de hacer estos proyectos. De esta manera, es una reivindicación, unida a la visibilización, combinado con un mensaje de esperanza al final del film.
*Mujer poderosa
Como se ha comentado antes, son dos mil mujeres alrededor del mundo las que han participado en la película Woman. Realmente, es muy complicado obtener una buena mezcla de declaraciones de tantas mujeres distintas, sin perder la balanza en dar mayor foco a unas y a otras. Sin embargo, Mikova y Arthus-Bertrand han sabido gestionarlo. En ningún momento se siente que haya una falta de equilibrio en ellas, sino que su mayor valor se encuentra en la diversidad. Lógicamente, es imposible abordar absolutamente todas las realidades de todas las mujeres del mundo, pero el documental se acerca al obtener tantas declaraciones de gran valor. También ver esa pluralidad lingüística, con el bagaje vital de cada generación, es una muestra de buscar una representación de la población plural y representativa de lo que supone la sociedad mundial.
Otras de las apuestas interesantes es la omisión de personajes públicos, o que su imagen sea de gran relevancia mediáticamente. No obstante, sí ha contado con figuras que han tenido un poder político o se encuentran en situaciones de responsabilidad. Esto también hace que los espectadores se planteen el motivo por el que tampoco se ha dado más visibilidad a estas mujeres públicamente. Luego, sobre la omisión de personalidades mediáticas, puede ser una forma de evitar distraer al espectador de la verdadera importancia de escuchar a cada de estas mujeres. De esta manera, al no haber mujeres famosas, todas las participantes se encuentran en el mismo escalón de atención y no parten de desigualdad entre ellas. Sí hay rostros que se sabe que han aparecido en otras producciones que reivindican el feminismo, como Rol & Rol, pero mantienen el mismo perfil que el resto de participantes.
*Mujer viva
Hay dos partes en la propuesta artística en torno a la película Woman. Por un lado, se encuentra la realización de las declaraciones a cámara. Mientras que, por otro, están las escenas artísticas que sirven como transición entre las distintas partes que conforman el documental. Para comenzar, las declaraciones a cámara gozan de un carácter más sobrio y directo. Así indica la importancia que se le da a la propia ponente en cuestión. Además, hay una iluminación que eleva la imagen de cada una de ellas, con un brillo envolvente, que capta con sutileza la intención de esta composición. Después, los silencios y la ausencia de palabras, ante una visión del rostro y el significado de su gestualidad y lenguaje no verbal. Como se suele decir, hay momentos en los que una imagen vale más que mil palabras.
Sobre las representaciones artísticas, que sirven como transición, hay una composición que cambia dependiendo del segmento al que se refiere. Aun así, todas ellas comparten la buena composición espacial de los elementos dentro de la imagen. Por lo que, hay un gusto estético presente, donde hay un atractivo de cómo se va fraguando el movimiento, la colocación. Con lo cual, se puede decir perfectamente que la dirección de fotografía ha cuidado en detalle el resultado de la imagen, que se sublima en el resultado en conjunto de ambas facciones. Por último, mencionar que el montaje tiene un excelente ritmo, ya que no decae, al configurarse por los distintos temas a abordar y saber gestionar el factor emocional en cada uno de ellos. Junto a ello, se une una energía bien manejada, ya que se mantiene en una sintonía agradable para el espectador.
*Conclusión
Woman es un película documental fundamental, hablándose desde la pluralidad femenina y dando voz a distintos estilos de vida, opiniones y perspectivas. Todas ellas se unen para abordar temas necesarios de hablar en la sociedad, haciendo reflexionar al espectador y logrando que se reivindique una de las luchas más importantes en la actualidad. Cada una de las ponentes y participantes dotan de humanidad y verdad a la cinta, que consigue crear esa imagen de diversidad. A nivel técnico, se ve una parte artística bien explotada, frente a las propias declaraciones, poniendo el foco en estas mujeres y su expresión. Un documental donde las mujeres alzan la voz para ser escuchadas y nos comparten su coraje, alegría y libertad.
Escrito por Diego Da Costa
Yann Arthus-Bertrand tiene una larga y acreditada carrera como director de documentales. En ellos, recorre el mundo para interconectar sus paisajes y sus gentes por medio de la pantalla.
En este caso, y con la colaboración en la dirección y en el guion de Anastasia Mikova, pone su trabajo al servicio de todas las mujeres del planeta, para que ensanchemos la mirada y conozcamos otras realidades no siempre tan lejanas como parecen.
El planteamiento es sencillo e inteligente, a la vez que arriesgado. Alterna sucesivamente dos grupos de planos. Unos, generales, protagonizados por mujeres de los cinco continentes que aparecen solas, en pareja, con sus familias, o en su entorno laboral o de ocio. El otro grupo consiste en una larga e impactante serie de primeros planos de mujeres de toda raza y condición. Es en algunos de esos planos cuando las protagonistas hablan y van contando sus experiencias personales, sueños, ambiciones o recuerdos.
Es difícil sustraerse a la fuerza de las imágenes. Todas las que aparecen miran fijamente a la cámara (directamente al espectador) delante de un fondo neutro que evita cualquier distracción. Son auténticos retratos que evocan lugares exóticos, emocionantes historias personales y una indudable empatía. El público se zambulle en sus vidas interpelado por la sinceridad de sus miradas y la potencia de sus silencios.
De hecho, es en los relatos hablados donde la película pierde agua. Los realizadores agrupan los testimonios por temas en una selección que resulta desequilibrada y reduccionista. Se echan de menos más referencias al acceso a los estudios o al mundo laboral, las diferencias en el desarrollo económico, las vivencias del día a día en lugares remotos… Y cansan muy pronto las descripciones descarnadas sobre las experiencias sexuales (por no hablar del desfile de desnudos vacío e inconexo). Pasada la primera hora, se tiene la impresión de que la narración ya no avanza más, y la hora de metraje que queda es más dura de digerir.
A pesar de ello, es imposible dejar de mirar esos rostros que, en silencio, transmiten mucho más que lo que Mikova y Arthus-Bertrand han querido contarnos. Como siempre se ha dicho, los ojos son el espejo del alma, y la realidad, mucho más rica que lo encasillado en un guion.
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