Whitney
Sinopsis de la película
Whitney Houston (1963-2012) rompió más récords en la industria musical que ninguna otra cantante en la historia. Con más de 200 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, fue la única artista en conseguir siete números 1 consecutivos en los Estados Unidos. Protagonizó varias películas taquilleras antes de que su brillante carrera diera paso a comportamientos erráticos, escándalos y a su muerte repentina a los 48 años. Whitney es un retrato auténtico, íntimo y sincero de la artista y su familia, que sondea más allá de titulares sensacionalistas y arroja luz a la fascinante trayectoria de la vida de Houston. Usando material de archivo inédito, grabaciones exclusivas, actuaciones insólitas, archivos de audio y entrevistas originales con las personas que mejor la conocieron, el ganador del Oscar Kevin Macdonald desentraña el misterio detrás de The Voice , quien emocionó a millones de personas y luchó por hacer las paces con su problemático pasado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Whitney
- Año: 2018
- Duración: 120
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te citamos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
6.6
23 valoraciones en total
Nunca he sido aficionado al género documental pero Whitney Houston es, para mi, una de las mejores cantantes de todos los tiempos. Una personalidad que conocemos por su magnífica voz y por haberse forrado con una canción extraordinaria de Dolly Parton, I Will Always Love You, que convirtió en un himno. Su vida privada, sobre todo tras su matrimonio con Bobby Brown se prestaba al interés morboso del público pero tampoco esa es una de mis debilidades y nunca presté atención a nada referido a ella que se saliese de su vida artística.
Dicho esto he de reconocer que WHITNEY me ha dejado impactado por el rigor y la meticulosidad con la que nos acerca a la vida de terror que padeció esta mujer encumbrada a lo más alto y destruida sin contemplaciones por su entorno más cercano con su marido a la cabeza de los destroyers.
Pero hay algo que nos grita a lo largo del metraje y es las connotaciones religiosas de la cantante y toda su familia. Algunos querrán verlo como algo cercano al protestantismo pero, lo cierto, es que la hipocresía y la ignominia se unen en demasiadas ocasiones con todo lo relacionado con las iglesias protestantes que más que sanatorios de almas parecen factorías de monstruos. Y no es el primer caso ya que Elvis Presley salió de ese mismo tipo de iglesias. Terrorífico.
El documental no juzga y no condena pero nos da todos los elementos de juicio para que seamos los espectadores los que podamos dictar sentencia.
Whitney Houston fue una víctima de un sistema religioso en el que todo está permitido y perdonado lo que lleva a sus integrantes a buscar el mal y no el bien. Y eso es más real y cercano que las películas de terror.
Un gran trabajo de Kevin Macdonald.
La película se centra mucho en la parte personal más escabrosa de Whitney, presuntos abusos de niña, presunta bisexualidad, relación tormentosa con su marido, demanda judicial de su padre reclamando dinero, y por supuesto las drogas que acabaron con ella.
Está muy bien hacerse una idea de su vida personal y de su entorno, pero Whitney Houston se hizo famosa por sus canciones, y yo personalmente he echado en falta en el documental la faceta artística, que es la que más me interesa. Tiene 19 años y está cantando con su madre, y de repente tiene siete números uno y es una mega estrella. No vemos el proceso para llegar ahí. ¿Quién componía sus canciones? ¿Quién era su productor? ¿Cómo fue el proceso artístico? ¿Y su evolución?
La película se ve con interés, tiene buen ritmo y funciona, claro, cuenta con la ayuda de Whitney Houston, un auténtico prodigo, verla actuar es un placer. Al final creo que estiran demasiado todo el rollo escabroso, le sobra algo de metraje, pero si te interesa mínimamente el personaje vale totalmente la pena.
Buen documental. Su vida da para muchísimo más metraje y no precisamente por lo morboso del declive de su estrella. Es que esencialmente, aún siendo realmente modesta incluso ella misma tenía que reconocer que cantaba más que bien, que se daba gloria oírse a sí misma hasta que, claro está, la pobre se quedó sin voz consumida por décadas de abuso de sustancias.
Genuínamente talentosa, su madre, cantante profesional, se ocupó personalmente de formarla como solista y la verdad es que lo hizo a conciencia. Además por parte de padre se le procuraron oportunidades, una carrera fantástica, con buenos contratos, muy protegida y arropada en todo momento. Toda su familia se volcó en ella y realmente hizo fortuna, consiguió el éxito, se convirtió en una celebridad y además en un referente social para la población afroamericana
Pero el problema latía en el mismo corazón del éxito ya que en el pecado llevaban la penitencia. Proveniente del getto la parte materna se dedicaba a la música e hicieron de ello la manera o el vehículo para escalar en una sociedad, la afroamericana, que aún en nuestros días está under construction , convulsionando y a la búsqueda de su identidad.
Para ilustrar esto sirva como muestra un ejemplo: la educación de Whiney fue buena, no se escatimaron recursos y su nivel de vida era equiparable al de cualquier blanco de clase media estadounidense, peligros a los que se debían enfrentar en esa época incluidos . Pero para que eso sucediera la madre tuvo que trabajar como corista de los grandes en escenarios y televisión y el tiempo que le sobraba lo utilizaba en adiestrar a su hija profesional y convenientemente. Eso suponía estar alejada del hogar familiar y la niña y el resto de sus hijos pasaron por diferentes manos, desafortunadas en algún caso, sembrando entre los menores la semilla de la desestructuración cultural. Y aunque pusieron medios y los esfuerzos no se pudo evitar que eso con el tiempo pasara factura.
Pero aún así con su talento, don, trabajo y medios Whitney casi casi casi consigue superar su realidad. Eso daría la medida real de su personalidad si no fuera por la salvedad de lo desgraciado del final de su pequeña hija que lamentablemente terminará por ponerla en evidencia. Y es que los hijos no perdonan.
Coincidiendo con la mayoría de edad de la cantante y su emancipación ésta entró de lleno en el mundo del espectáculo por la puerta grande, en las décadas de los 70 y 80 en plena festival de estupefacientes. Si a todo eso se añade que la profesión de cantante es de alto riesgo para la salud se tienen todos los ingredientes del cóctel para la tormenta perfecta que para los fans afortunadamente tardó bastante en estallar.
Cuando al final del documental aparece una Whitney rehabilitada rodando una película que pasó sin pena ni gloria vemos a una mujer de mediana edad saludablemente madurita , con aparente buena imagen, en la que apenas es reconocible ese ser eternamente adolescente ídolo de masas ochentero que de la noche a la mañana mutó en terrorífica barbie geriátrica venida a menos. Pero aún siendo ésta una imagen reconfortante realmente no era más que la manifestación exterior de lo que en verdad era un juguete roto, de alguien dependiente a quien no se podía dejar demasiado tiempo solo, alguien con décadas de adicciones a las espaldas que por delicada salud se hace muy complicado conseguir el que sea constantemente custodiada. Y en uno de esos descuidos, como a otros tantos y tantos ídolos, se les fue al otro barrio.´
Como personaje su final no tiene nada que envidiar al del resto de los mitos de la época. Esto ya es demasiada coincidencia y se puede sospechar que lo que en verdad procuraba la industria era precisamente eso, un producto con un perfil similar como mitos, esto es, que se buscaba en verdad encumbrar ídolos con los pies de barro.
Lamentablemente la historia nos da la razón. O era así no no era.
Y en parte si se reflexiona llegamos a la conclusión de que es lo más razonable y previsible ya que con el poder de convocatoria sobre las masas que se les concedía a esas estrellas del show business podría haber llegado a ser un peligroso problema para las élites en caso de dejar caer esa posibilidad en manos de alguien realmente cuerdo, sobrio y capaz.
Documental dirigido por el director escocés Kevin Macdonald entre cuyos mayores éxitos destacan los magníficos documentales Touching the void(2003), Marley(2012) o la notable película El último rey de Escocia(2006).
Nunca he sido un gran aficionado de la música de Whitney al pertenecer a una generación posterior. Nunca supe de su historia más que a grandes rasgos y de una manera superficial. Así, sin mucha conciencia de lo que me iba a encontrar, me aventuré a su visionado sólo avalado por el sello de calidad que imprime el escocés a sus obras.
Debo decir que me emocioné con su trágica historia. Y es que no es solo la suya sino también la de una familia dedicada única y exclusivamente al uso y abuso de esa máquina de generar dinero que fue a la que en su momento apodaron La Voz .
Desde su tierna infancia, cantando en el coro de la Iglesia hasta el estrellato mundial, se detallan todas sus turbulentas relaciones personales ya sea con su familia, amiga íntima o su fallido matrimonio con el rapero Bobby Brown. La banda sonora es inmejorable como no podía ser de otra forma con fragmentos que ilustran el genio y el talento de Houston.
Como pequeño borrón, el tímido intento en el que el director intenta situarnos a nivel histórico con los disturbios raciales de Newark, ya que no aporta nada a la historia personal.
En resumen, si tienen interés en las historias humanas tratadas con rigor y sin enjuiciamientos, no puedo más que recomendarles encarecidamente que se den la oportunidad de conmoverse, sufrir y, por qué no, llorar con este crudo y devastador retrato de la adicción, fama y relaciones tóxicas. Y es que, a pesar de ser una superestrella, siento su historia como muy cercana y ahí está la clave en que me haya gustado tanto este documental.
Definitivamente, merece y mucho la pena.
Con una larga lista de documentales a sus espaldas, Kevin Macdonald (El Último Rey de Escocia, Tocando el Vacío) escribe y dirige Whitney. Como hiciera en Marley (2012), uno de sus mejores trabajos hasta la fecha, el cineasta escocés se sumerge en la vida de un icono musical. En este caso, la elegida es Whitney Houston, una de las primeras artistas femeninas en alcanzar el número uno en ventas en Estados Unidos.
Con el objetivo de descubrir qué llevó a una estrella como Whitney Houston a apagarse de forma tan trágica, Macdonald entrevista a muchas de las personas que desempeñaron un papel importante en la vida de la artista. En el proceso, y fortuitamente, desvela secretos de la infancia e intimidad de Whitney Houston que parece injusto sacar a la luz cuando la cantante no puede hacer nada por evitarlo.
Aunque la intención de Kevin Macdonald es encontrar respuestas, hay incógnitas que nunca llega a despejar y preguntas que quedan en el aire. Se echan en falta, por ejemplo, más declaraciones por parte de la madre de la artista y testimonios de personas que, para bien o para mal, parecieron influir en sus decisiones.
De no ser porque el documental es ya bastante largo, podríamos pensar que el problema podría solucionarse con más metraje. Sin embargo, no es tanto la cantidad como la calidad lo que hace que Whitney se tambalee.
Macdonald parece tener un exagerado interés por los momentos más difíciles de la vida y carrera de Houston. Y es esa necesidad de sacar los trapos sucios de la cantante a relucir la que hace que el documental pierda credibilidad por momentos, asemejándose demasiado a los que estamos acostumbrados a ver en televisión.
A pesar de que Kevin Macdonald se esfuerza en hacer un trabajo de calidad, Whitney resulta un documental incompleto y profundamente trágico. Si bien es cierto que la vida de Whitney Houston estuvo plagada de sombras, Macdonald, como director, podría haber dejado entrar más luz y darnos así algún descanso entre golpe y golpe.
Escrito por Esther Alvarado
https://cinemagavia.es/whitney-critica-documental-macdonald/