Warlock 3: El Final de la Inocencia
Sinopsis de la película
Huérfana desde muy pequeña, la joven Kris Miller hereda una mansión del siglo XVI, donde espera descubrir parte de su pasado familiar. Kris se dispone a pasar un fin de semana en la casa, pero su atmósfera de pesadilla la asusta. Cuando está a punto de huir, sus amigos acuden por sorpresa para acompañarla, preparados para pasar unos días de diversión. La visita de un enigmático arquitecto es el preludio de un auténtico descenso a los infiernos del sufrimiento y el horror.
Detalles de la película
- Titulo Original: Warlock III: The End of Innocence
- Año: 1999
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
3
56 valoraciones en total
Bastante peor que las anteriores, por lo pronto ni se explica por qué el brujo está vivo, y la historia no parece tener absolutamente nada que ver con las anteriores.
Comienza casi como una peli de casas encantadas, y tarda bastante en pasar algo, y durante gran parte de la peli, como que no termina de arrancar… El brujo necesita un objeto de cada personaje para hechizarlos, pero tampoco parece que dichos hechizos tengan un objetivo más que el hacer daño por hacerlo, porque puede matarlos igual sin necesidad de objeto alguno…
Hay escenas de bastante relleno, aunque también tiene cosillas que molan bastante, se mantiene casi toda la peli entre el ¨mola¨ y no ¨mola¨, y es una lástima porque con un poquito más de empeño podría haber quedado una peli al nivel de las otras 2.
Después de ver la segunda parte de la saga de Warlock, pensé que era muy difícil realizar algo peor que esa película. Pero la verdad es que después de ver la tercera parte he descubierto que estaba equivocado, y que efectivamente se podía hacer algo peor. Y el resultado es un film que te taladra el cerebro hasta dejarlo sin ninguna neurona viva.
Nada. Absolutamente nada bueno se puede decir de semejante burla y tomadura de pelo. El director debería tener prohibido por ley el volver a dirigir, ya que me imagino que algún espectador que haya visto este trabajo haya tomado la decisión de no volver a ver ninguna película más en su vida.
Y es que el guion es realmente insoportable y aburre desde el primer segundo. No engancha para nada la trama, resultando hasta ofensivo en ciertos puntos, ya que conforme van pasando los minutos uno va siendo consciente que es una tomadura de pelo hacia el espectador.
En esta tercera parte se vuelve a utilizar ese formato de estilo gore. Y aunque no tenga tanto peso esta estética como en la segunda parte, aquí nos volvemos a encontrar con escenas de fuerte casquería que la verdad únicamente se siente repulsión por lo que se está viendo.
Interpretativamente pues tampoco hay nada bueno que decir. Los actores en su totalidad realizan un trabajo peor que nefasto. Me niego a creer que hayan estudiado interpretación alguna vez en su vida, ya que si es así a sus profesores se les debería quitar la licencia para seguir enseñando.
Estéticamente la película tampoco hay por donde cogerla, ya que todo está realizado con una especie de decorados que son totalmente cutres. Y si a eso le añadimos unos efectos especiales creados por una especie de informático que no tendrá más de 7 años, pues con eso se dice todo.
En fin, Warlock 3: El final de la inocencia es una de esas películas que no son recomendables de ver si uno quiere conservar su salud mental. Un film que no tiene absolutamente nada interesante y que debería estar prohibido de ver.
Floja, muy floja resultó esta tercera entrega de la saga Warlock, lejana de las dos primeras ya no solo desde lo argumental si no también desde casi cualquier evaluación cualitativa que se le haga. Efectos especiales casi inexistentes -tan solo la transformación de una víctima del hechicero en estatua y poco más- sumado a un argumento que parece la enésima versión de La casa embrujada y el cambio de Julian Sands por el del apático Bruce Payne interpretando al maléfico brujo, fueron solo una pequeña parte de una larga secuencia de errores que terminan hundiendo la película en el olvido.
Una en verdad, muy decepcionante tercera parte de la trilogía Warlock.
Ya de entrada, Julian Sands no retoma el papel de el sanguinario hechicero, siendo sustituido por el también rubio Bruce Payne (Pasajero 57). Lo cierto es que este no lo hace nada mal, y de echo es de lo poco rescatable de la película, pero no llega a producir la inquietud de Sands, quien asustaba con solo poner una mirada.
La historia, acerca de una casa con un oscuro secreto en su interior, es bastante pobretona y no llega a enganchar hasta la mitad del film, cuando llega el poderoso brujo, pero ni siquiera a partir de ahí repunta demasiado.
En definitiva:
Lo mejor: Bruce Payne, sin llegar a la altura de Sands, realiza una mas que correcta actuación, alguna muerte bien realizada como la de la chica petrificada
Lo peor: La historia parece interesante al principio pero luego se vuelve aburrida y predecible, la práctica ausencia de efectos especiales al contrario que las otras dos, y por supuesto, la ausencia de Julian Sands, sin el, Warlock sencillamente no es Warlock.
Desgraciadamente no tiene mucho que ver con la 1ª parte que vi, que aunque también pueda parecer extraña, es la mejor de esta trilogía.
No es por los efectos especiales, sino por la historia en sí, la excusa, cómo aparece en sus vidas el mago y la conclusión de la película.