Vice

5 comentarios en «Vice»

1. Puede que engañe un poco la secuencia inicial del banco, rodada (aunque muy burdamente) en plano secuencia y todo.
   
   Puede que pensemos que porque sale Bruce Willis, él va a ser el protagonista y que la película puede estar hasta bien.
   
   Pero todas esas sensaciones se dispersan como el agua entre las manos cuando pasan los primeros minutos.
   
   La premisa de la que parte, es un plagio total y absoluto de la serie Dollhouse, cambiando personas por robots. Pero esta robot tan mona no es ni Terminator ni Robocop, sino que (como es previsible) se dedica a huir con su creador, dejando por el camino algunas de las peores secuencias de acción que he visto en los últimos años.
   
   El director imprime un impresionante estilo, de manera que la película parece ser de la peor serie B de los ochenta (tipo Van Damme o Chuck Norris).
   
   Haría falta tener bastante más acción (y que estuviera bien hecha) para que esta bazofia hubiera tenido la más mínima repercusión. No me extraña que no la conozca ni Dios y que su distribución haya sido penosa y creo que directamente al mercado doméstico.
   
   En cuanto a Willis, yo le diría que como no se ponga muy pronto las pilas, mal camino lleva. Quien fuera uno de los actores más taquilleros de Hollywood está encarrilando muy mal su vejez, pues últimamente está haciendo títulos extraordinariamente malos y de muy bajo presupuesto donde ya ni siquiera es el protagonista.
   
   Lo único que está bien es la protagonista. Todo lo demás, para quemarlo en la hoguera lentamente.

2. Una robot-tía buena, intenta huir de un malo malote, que es Bruce Willis en un Domingo por la tarde (solo le falta el pijama), perseguida por guardias armados hasta los dientes con automáticas, equipamiento, linternas y toda la pesca, cuyo entrenamiento para llegar a ser lo que son, se desarrolló tal que:
   
   – Buenos días. ¿Le acertaría a una vaca en un pasillo?
   
   + No.
   
   – Contratado.
   
   Lo que es hiriente, eso es verdad, es todos y cada uno de los diálogos de la película. Un personaje principal entre Kurt Russell y Cobra, un mejunje de clichés imposibles y un bostezo tan grande, que me he asomado a la ventana para hacerlo a gusto y hay tres UVI móvil atendiendo ancianos en la calle.
   
   Advertidos están. Ahora, si la ven, es a su propio riesgo.

3. Film de ciencia ficción con una premisa que daba para bastante más de lo que nos ofrece, y no creo que lo haga por ineptitud o, sino que da la sensación de que evita deliberadamente complicarse la vida y se decanta por una acción insulsa y un desarrollo muy mediocre dentro del cual se siente muy cómoda y además es claramente lo que cabía esperar de una película simplona de segunda línea cuyo destino es el mercado del DVD/Blu-ray.
   
   Como si fuera una especie de versión decadente y viciosa de Westworld, Vice nos presenta un complejo recreativo en donde cada uno puede hacer realidad sus mayores fantasías, sus más oscuros sueños y deseos. Unos humanoides cuya memoria se borra cada día, se encargan de hacer esto posible. Pero uno de estos androides empezará a recordar sucesos pasados y a tener extraños sueños.
   
   Hasta aquí todo bien, los primeros quince o veinte minutos funcionan, pero a la que la chica escapa, empieza una persecución interminable por toda la ciudad donde milagrosamente las balas parecen no querer impactar nunca en el cuerpo de la joven, y mira que le llegan a disparar veces. Lejos de preocuparse por el dilema moral o por las consecuencias globales de este particular centro turístico o nada que se acerque algo a la inteligencia artificial, el guión tiene claro que esto va destinado al directo a video y no hay que romperse mucho la cabeza. Correr, tiros, acción, un par de explicaciones por encima pilladas con pinza, más tiros, más correr, y así hasta el final.
   
   El mayor reclamo está claro que es la presencia de Bruce Willis haciendo de villano, pero este tiene pocas ganas de actuar, muy pocas. Lo que hay que hacer a estas alturas para cobrar, con lo que había sido antes. Eso si, el que parece pasárselo en grande y dar el callo es un irreconocible Thomas Jane con unas melenas horribles y cerilla en la boca cual Cobra, un poli rudo y borde que busca cualquier oportunidad para acabar con el complejo. En medio de todo este desaguisado tenemos a la joven protagonista, Ambyr Childers, que ya vimos muy bien en We Are What We Are y que aquí también parece esforzarse por sacar algo mínimamente decente.
   
   Vice parece un film de acción barato de finales de los 80 o 90, por su estética y por algunos recursos que utiliza, me hace gracia como hay en una plaza de la ciudad un par de coche ardiendo, como si fuera lo más normal, pero lejos de ese regusto añejo se queda en nada, básicamente porque ni siquiera intenta ser algo más que lo que es, con lo que nos queda una cosa simple y muy vista que no merece demasiado la pena, eso si, honesta lo es.
   
   http://www.masalladeorion.net/

4. Lo flipo con la mojigatería yanki. Resulta que la peli va de un complejo donde usan humanoides cuya memoria resetean a diario, y que son usados para que los clientes satisfagan sus fantasías más depravadas, y esas son… ¡cometer un asesinato! Claro que sí, es lo primero en que pensamos todos cuando oímos fantasías depravadas , ¿no? Ah, que tú pensabas en el sexo… Además, asesinatos de lo más normalitos. Ni siquiera en plan chungo como en Un ciudadano ejemplar.
   
   Y respecto al sexo, lo que se ve también es de lo más normalito. Vamos, que para montártelo con dos macizorras, darle al sadomaso light o que te empotre un negro, tampoco hace falta recurrir a humanoides. Por mucho menos dinero tienes a personas de carne y hueso dispuestas a darlo todo.
   
   Pero bueno, prefiero pensar que no es mojigatería, si no intentar llegar al máximo número de espectadores posibles y obteniendo calificación para mayores de 13 años en EEUU. Esta es uno de los grandes inconvenientes por los que ya no se hacen películas como las de antes.
   
   Aparte de que lo más original de la peli se ha eñoñecido, el gran pecado de Vice es que es una mezcla de varias películas, grandes del género, sin despertar el interés que ellas tuvieron. Veamos:
   
   – Una humanoide que huye cuando se da cuenta de que le van a borrar la memoria, y que la corporación quiere eliminar => Blade Runner de manual.
   
   – Chica rubia que se da cuenta que su mundo era una fantasía, que está siendo utilizada en provecho de terceros sin darse cuenta, huye con un chico, mientras son perseguidos por la corporación, que quiere eliminarlos => La isla.
   
   – Final => Robocop (no voy a comentar nada más para no estropeárselo a nadie).
   
   Lo único de agradecer es que el señor Willis, en este caso, haga de señor mayor, y que no se dedique a bravuconerías impropias de la tercera edad.
   
   Sólo un apunte más. Basta ya del genio informático que se introduce en cualquier sistema en cuestión de segundos, y manipula a su antojo cualquier programa, base de datos, o protección (además desde la línea de comandos). A día de hoy, lo más que consigue un hacker es un ataque de denegación de servicio. Si hasta tienen que coordinarse varias decenas de hackers para conseguir la password de un website… Encima aquí este monstruo de la informática está hipermusculado, cuando la mayoría de los informáticos tenemos bracitos de nenaza. No te conviertes en un gurú en el gimnasio, de eso puedes estar seguro.

5. Sueñan los androides con ovejas eléctricas es el título de una archifamosa novela de Philip K. Dick que sirvió de inspiración a Ridley Scott para crear su maravillosa Blade Runner en 1982. Aquí la androide Kelly es interpretada por Ambyr Childers a la que parece que su creador olvidó dotarle de más léxico en su programación inicial a pesar de que, al igual que en Matrix (1999, hermanos Wachowsky), es posible dar a los robots numerosas habilidades extra a gusto del consumidor.
   
   Lo cierto es que el personaje es la rubia preciosa de toda la vida que se limita a seguir al guaperas de turno, en este caso dos, por un lado el ingeniero que la creó, inspirándose en su fallecida esposa, interpretado por Bryan Greenberg y, por otro, el detective con cerilla en la boca (se supone que trata de dejar el tabaco, su vicio, vice , en inglés) interpretado por Thomas Jane, que nos recuerda lejanamente la imagen de Christopher Lambert con melenita innecesaria.
   
   Y luego está el villano de turno, Julian Michaels al que da vida Bruce Willis. En este caso, como nuestro querido Bruce se ha hecho un poquito mayor, se limita a dar órdenes a su ejército de empleados y matones y seguir a distancia las diversas peripecias que ponen en peligro su lucrativo e inmoral negocio de resort para adultos donde los robots supuestamente acceden a todos los vicios (vice, no hace falta repetirlo) perversos que los clientes no pueden satisfacer en su vida ordinaria. Ya hemos entendido que estos vicios son básicamente asesinar con crueldad a las robots de aspecto humano y tener sexo, claro.
   
   Al igual que en Westworld (película pero también serie de tv) se lía la de Dios cuando Kelly empieza a recordar por un error no bien explicado, los maltratos que sufrió en su triste trabajo de chica para todo .
   
   Es de destacar en esta mediocre producción inspirada, como ya he comentado, en numerosas películas famosas, la pésima puntería de los guardias de seguridad de la empresa de B Willis que contrasta con los certerísimos disparos del policía Roy Tedeschi. A estas alturas, muchos ya han adivinado que el poli va por libre, está siempre discutiendo con su jefe en comisaría por meterse donde no le llaman, el jefe tiene evidentes vínculos de sumisión ante las autoridades porque la empresa Vice da importantes beneficios a la ciudad, etc, etc. Lo de siempre.
   
   En resumen, película flojita.
   
   Quien se conforme con muchos tiros, persecuciones, algún coche ardiendo y tal quizá la disfrute. Quien busque calidad u originalidad, mejor no verla.