Vecinos invasores
Sinopsis de la película
Cuando R.J. (un travieso mapache estafador), Verne (una tímida tortuga), y sus amigos del bosque descubren que alguien ha construido unas casas en su territorio, la primera reacción de la tortuga es meterse en su caparazón y retroceder, pero el mapache oportunista se da cuenta de las posibilidades que ofrecen sus nuevos e ingenuos vecinos. Verne y R.J. formarán una inesperada asociación mientras aprenden a coexistir con este extraño mundo llamado urbanización, e incluso a explotarlo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Over the Hedge
- Año: 2006
- Duración: 84
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargarte una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de fuentes de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6.1
91 valoraciones en total
La animación, el guión, los personajes, el ritmo de la película… todo acaba sucumbiendo ante el penoso doblaje. Fui a verla sin saber que el doblaje había sido perpretado por famosetes de la tele y cuando empezó RJ el mapache a hablar quería salir corriendo del cine. Luego me enteré que el doblador era uno de Pasión de gavilanes… ¡horror!
Véanla en versión original o pasen de ella, es sólo mi opinión.
Comenzaré por la película en si, y luego ya hablaré del doblaje. Es divertida, interesante, con un excelente guión pese a que el argumento esté mil veces visto, es otro paso más adelante en cuanto a este tipo de animación se refiere, y contiene bastantes críticas soslayadas. Los personajes, para variar, son presentados a fondo, y tiene momentos especialmente brillantes, como cuando el perro les persigue por los jardines.
Pero hay algo que le resta puntos y que desde un principio incomoda: una vez más, en lugar de contratar a dobladores profesionales (y los de este país son excelentes), han continuado con la nefasta moda de que algunos famosillos con fecha de caducidad revienten todos los diálogos de la película. El de los gavilanes no lo hace del todo mal, incluso me recordaba a las pelis de Disney que ví de crío, pero no estamos en los 70, y no sé que pinta ahí un acento de allende los mares. La yerbas: pues menos mal que su personaje habla poquíto, porque por sólo ese poco ya se ve que lo del doblaje no es lo suyo, no. El Merlo destroza por completo al personaje con mayor diálogo de la película, a base de leer los textos de carrerilla y utilizar demasiados recursos de su personaje Mauri, con todo lo ridículo que eso conlleva. El único que quizás se salva es el Neng, pero porque el personaje se adapta a ello bastante bien.
Si no hubiesen vuelto a cagarla con los doblajes, la puntuaría como ocho (o tal vez nueve, es dificíl saber si con otras voces me hubiese emocionado aun más en alguna escena en concreto), pero no va a poder ser. De nuevo, actores de doblaje excelentes comiéndose los mocos mientras cuatro enchufados siguen jodiendo la marrana.
Recomendable, y mucho, para pasar un buen rato y echarse unas risas bien sanas, aunque en eso no tengan nada que ver los pésimos dobladores (o los inútiles que los contrataron).
La Familia es la base principal del argumento de la película, nos la dibujan como un tesoro el cual debemos cuidar y luchar por él, y esto es precisamente lo que harán nuestros salvajes protagonistas, pasando por un sin fin de aventuras y desencuentros en un mundo nuevo para ellos, para conseguir un carro lleno de comida con destino OSO.
En contra de la película podría recalcar que no llega a tener un humor desternillante y en ocasiones bastante escaso y con un final típico.
La adaptación al industrializado mundo actual y la adaptación de la vida
silvestre animal a partir de las deliciosas basuras que lo caracterizan
son el tema central del humorístico (y ecológico) planteamiento que los
directores Tim Johnson y Karey Kirkpatrick, ambos especializados en la
dirección y escritura de animación, ponen en marcha con un sustancioso
guión, basado en un cómic de gran éxito en Estados Unidos, creado por
Michael Fry y T. Lewis.
La reducción de la amplia oferta gastronómica natural de su bosque es el
origen del conflicto por el que atraviesa una pequeña comunidad de
silvestres animalitos recolectores, liderada por una precavida y noble
tortuga, integrada por una pareja de puercoespines, una comadreja, una
ardilla y sus respectivas proles. Al despertar de la hibernación,
encuentran que su hábitat natural se ha alterado radicalmente: su lugar se
ha reducido, acorralado por un imponente muro verde, debido a que una
anónima compañía inmobiliaria ha instalado allí un enorme complejo
habitacional. Sus moradores, llamados humanos , sólo admiten animales
domésticos.
Los ingenuos animalitos no tardarán en caer en las prácticas manipuladoras
de un ambiguo mapache, empecinado en convencerlos de que, al otro lado del
muro de hierba, existen maravillas indescriptibles, aunque se cuida bien
de aclarar que internarse en ese espacio supone para todos ellos una
peligrosa aventura.
Sin embargo, terminarán formando una inesperada asociación, solidaria y
afectiva, mientras aprenden a coexistir con este extraño mundo llamado
urbanización.
En la adaptación cinematográfica se ha perdido bastante de la profundidad
de las viñetas originales, donde Fry y Lewis incluían jugosas
conversaciones de los animales protagonistas, que podían discutir de temas
filosóficos y sociales.
No obstante, pueden percibirse ácidas observaciones sobre los defectos y
las absurdas contradicciones de los seres humanos que, paradójicamente,
son terriblemente deshumanizados, obesos o neuróticos que viven para
comer, en vez de comer para vivir .
Cabe destacar que, más allá del modernísimo formato de animación 3D, la
médula de esta fabulita de tiempos modernos está cargada de un contenido
tan moralista y ejemplar como el que anida en los añejos relatos de Esopo,
dejando claro que no hay nada mejor que la familia , lo que se dice
explícitamente, aunque, en realidad, deberían haber dicho nada mejor que
una comunidad solidaria .
Se habla de doblajes y falta de ideas. Cierto es. Vecinos invasores funciona como entretenimiento porque se han intentado esforzar a todos los niveles posibles, pero es equiparable a adornar mejor el mismo árbol de navidad de todos los años…
Ahora toca una guirnalda nueva y una bola de forma diferente. Por muchas vueltas que le demos siempre serán los mismos adornos.
Hay algo rancio y viejo entre todas esas florituras. De guión, de personajes y detalles. Hay buenos sentimientos (demasiados) y demasiado buen rollo (demasiados). DreamWorks sigue intentándolo por todos los medios (demasiado). Tanto, que al dar vueltas sobre sí mismos y ese árbol cada vez más recargado, ver repetido lo mismo una y otra vez, muchos espectadores nos acabaos ahorcando con una de las guirnaldas (sí, demasiado).